Sin dudas, “Back In Black”, el séptimo disco de estudio de AC/DC, se convirtió en uno de los clásicos más importantes de la historia del rock, no solo por su contundente impacto sonoro, sino también como un símbolo de como una banda puedes sobreponerse a la adversidad… Antes de ponerte a escucharlo (seguramente) por enésima vez, en MADHOUSE te contamos 10 detalles fundamentales que no podés pasar por alto.

1. UN FINAL INESPERADO. Cuando uno repasa los detalles de la muerte del cantante Bon Scott, todavía siente un frío que le corre por la espalda. La cronología de los hechos es conocida: en la madrugada del martes 19 de febrero de 1980, Bon se retiró del local Music Machine de Londres totalmente alcoholizado junto a su amigo Alistair Kinnear. Estelo cargó inconsciente en su Renault 5, se dirigió a su casa, no pudo despertarlo, lo dejó dormir en el auto y cuando lo fue a buscar unas horas después, Bon ya había fallecido, ahogado con su propio vómito. Además de la pérdida de un amigo, AC/DC se había quedado sin una pieza fundamental en un momento clave de la banda.

2. LA PERSONA CORRECTA… CON LOS GUSTOS CORRECTOS. Obviamente, la muerte de Bon provocó un impacto tremendo en los hermanos Young, quienes sin embargo se pusieron rápidamente a buscar reemplazante. Luego de tentar a Noddy Holder, el cantante de Slade, y bajo el consejo del productor Mutt Lange, el grupo convocó a Brian Johnson, cantante de Geordie, una banda glam británica a la que se le estaba pasando su cuarto de hora. Johnson impresionó a la banda, no solo por la interpretación de «Whole Lotta Rosie» y el clásico «Nutbush City Limits” de Ike & Tina Turner (los temas elegidos para su audición), sino también por su afición al pool. En la biografía “Hell Ain’t A Bad Place To Be” del periodista Mick Wall, Malcolm Young recuerda el día de la audición: «Estábamos todos sentados esperándolo diciendo ¿dónde está este chico Brian? Debería haber estado aquí hace una hora. Y de repente nos dicen ‘Está abajo jugando al pool con los plomos’, así que nos dijimos ‘bueno, al menos juega al pool’”…  El interés de Brian por el juego de las buchacas y los tacos quedó reflejado años después en el video de “Sink The Pink” del disco “Fly On The Wall” de 1986.

Una de las raras fotos de los Compass Point Studios en Nassau, Bahamas. Malcolm mira por arriba del hombro a ver si aparecen los haitianos.

3. GUITARRAS, CABLES… ¡Y ARPONES! Ya con la alineación nuevamente completa, la banda comenzó los ensayos para la grabación de su séptimo disco, la cual se llevaría a cabo en los estudios Compass Point de las Bahamas. A pesar de que la banda prefería grabar en Inglaterra como estaban acostumbrados, la decisión se tomó por cuestiones financieras debido a los altos impuestos que se cobraban en el Reino Unido. Rápidamente la banda se encontró con varios inconvenientes: los cortes de luz provocados por las incesantes tormentas eléctricas y los robos. En el especial “AC/DC: The Epic Inside Story Of Back In Black” de la revista Loudersound Brian recordó esas sesiones: “No era como otro estudio, había una pequeñas celdas de concreto, una cama y una silla. Y una anciana negra que gobernaba ese lugar con una vara de hierro. Tuvimos que cerrar las puertas por la noche porque nos había advertido sobre unos haitianos que habían robado el lugar. ¡Entonces nos compró unos arpones de casi dos metros para custodiar la puta puerta!».

¿Querían ver la tapa original del single de 1980? Acá está la tapa original del single de 1980

4. HAZTE LA FAMA Y ÉCHATE A COMPONER. Luego de sorteados los inconvenientes extramusicales (que incluyeron la retención de los equipos de la banda en la aduana), Johnson empezó a sentir la presión de ser el nuevo integrante. A pesar de que algunas de las canciones habían sido ensayadas por Bon Scott llegando incluso a escribir algunos bocetos de letras, el grupo decidió que no iba a usarlas, por lo que le pidió a Johnson que escribiera nuevas letras. Acorralado por sus compañeros y por el productor Mutt Lange (que le exigía tomas cada vez más precisas), Johnson no tuvo más remedio que inspirarse en el ambiente del estudio, lo que desembocó en la creación de las primeras líneas de «Hell’s Bells» («Soy el trueno tonante, la lluvia que diluvia/ Estoy viniendo como un huracán/ Mis relámpagos cruzan el cielo. Eres joven pero vas a morir»).

El sistema Schaffer-Vega: basta de músicos electrocutados

5. GUITARRA, VAS A SONAR. Y cuando parecía que finalmente las cosas estaban encaminadas, el ingeniero de sonido Tony Platt descubrió que las salas del estudio no eran sónicamente aptas para el sonido que pretendía el grupo. Luego de mucho batallar-y luchar con los cangrejos que se paseaban disfrutando de las bondades de los pisos de madera- finalmente se pudo lograr un sonido de guitarra que dejara satisfecho a Angus. Para esto, se usó un dispositivo de guitarra inalámbrico, el sistema de diversidad Schaffer-Vega (el mismo que adoptara y popularizara Kiss en 1977 tras un terrible accidente sufrido por el guitarrista Ace Frehley), un diseño del inventor y publicista Ken Schaffer, responsable del sonido tan característico de la guitarra del menor de los hermanos Young.

«Y en la habitación sonaron las campanas»… ya sabemos en qué se inspiraron los Decadentes para esa frase

6. LA CAMPANA DE LA DISCORDIA. Con los diez tracks ya definidos, faltaba todavía un pequeño detalle. La idea era que el disco comenzara con el tañido de una campana en homenaje a Bon, cosa que en 1980 solo podía registrarse de manera analógica. Por lo cual se tornó imprescindible conseguir la campana adecuada, tarea que recayó en el manager Ian Jeffery, quien encontró el lugar producir la campana perfecta: la Taylor’s Bell Foundry, reconocida como la fundición de campanas en funcionamiento más grande del mundo. El (grave) problema era que tardarían unas siete semanas en tenerla lista y la banda obviamente no podía esperar tanto tiempo, por lo que Platt sugirió registrar el sonido de las campanas de una iglesia cercana. Parecía que todo finalmente estaba encaminado… pero el ingeniero no tuvo en cuenta a los pájaros que se posaban incesantemente sobre la campana; por lo que los micrófonos no podían dejar de captar una ráfaga de pájaros volando tras cada golpe (!) Finalmente la Taylor’s Bell Foundry adelantó la producción de la campana, que resultó perfectamente ajustada, y fue grabada in situ con el estudio móvil de Ronnie Lane, el bajista de los legendarios Faces.

7. PONIÉNDOLE LA TAPA (AL DISCO). A pesar de la férrea voluntad de seguir adelante, la banda nunca se apartó de la idea de homenajear a Bon en este disco. Fue por eso que se creó el concepto de  una portada completamente negra, como forma de rendirle tributo y a la vez expresar el duelo que la banda estaba haciendo por la pérdida de uno de sus miembros. Sin embargo,  una tapa completamente negra no fue algo visto con buenos ojos por Atlantic, el sello de la banda, lo que dio lugar a varias idas y vueltas que se resolvieron finalmente cuando la banda aceptó poner su nombre y el del álbum en la portada usando un discreto tono gris.

Bon Scott, de puño y letra

8. ME CONMOVÉS TODA LA NOCHE (CON ESA LETRA). El primer corte del disco y, por ende, el primer contacto que los fans tuvieron con el nuevo vocalista, fue “You Shook Me All Night Long”, un tema que se emparentaba con el sonido limpio y contundente que el productor Mutt Lange (quien más tarde llevaría al éxito a Def Leppard con la misma fórmula) ya había desarrollado en el anterior trabajo de los australianos “Highway To Hell”. La letra del tema estaba dentro de los tópicos que solía desplegar Bon (mujeres y sexo básicamente) por lo cual fueron muchas las voces que insinuaron que algunas partes ya habían sido creadas por el fallecido cantante. En el ya mencionado libro de Mick Wall, el autor entrevista al periodista Malcolm Dome, muy cercano a la banda, quien afirma que poco antes de morir, Bon «me mostró su libro de letras. con las ideas que había estado trabajando para el próximo álbum. Hubo un par de líneas, como »She told me to come but I was already there’, (Ella me dijo que viniera/acabara  pero ya estaba allí’) que terminó en ‘ You Shook Me…’. Esa es una letra de Bon. ¡Lo vi escrito! Había letras, líneas usadas en ‘Back…’ que Bon escribió, pero no fue acreditado y hasta el día de hoy nadie está realmente seguro de lo que sucedió. Creo que ni siquiera estuvo cerca de terminar todas las canciones. Pero hay líneas suyas ahí”. El misterio continúa.

9. EL ROCK AND ROLL NO ES POLUCIÓN SONORA. “Back In Black” se editó en los Estados Unidos el 25 de julio de 1980, el 31 de julio en Europa y el 11 de agosto en Australia. Fue un éxito comercial inmediato, debutando en el número uno en la lista de álbumes británicos y alcanzando el número cuatro en la lista estadounidense. Encabezó la lista británica durante dos semanas y permaneció en el top 10 de la lista estadounidense durante más de cinco meses. Para promocionar el álbum, se filmaron videos musicales para las ya mencionadas «You Shook Me All Night Long», «Hells Bells», además del tema título, «Rock And Roll Ain’t Noise Pollution», «Let Me Put My Love Into You» y «Shoot to Thrill».  Solo los primeros cuatro fueron lanzados como singles. En los EE.UU, el single «You Shook Me All Night Long» / «Have A Drink On Me» se convirtió en el primer éxito del quinteto en el Top 40 del país, alcanzando el puesto 35.

10 – UN YA NO TAN LARGO CAMINO A LA CIMA. En una célebre reseña para la revista Rolling Stone tras la salida del disco, el reconocido crítico David Fricke considero a “Back In Black” como «no solo el mejor de los seis álbumes estadounidenses de AC/DC» sino «la demostración del arte en el heavy metal: el primer LP desde ‘Led Zeppelin II’ que captura toda la sangre, el sudor y la arrogancia del género». Después del lanzamiento del disco, los tres álbumes anteriores de AC/DC (“Highway To Hell”, “If You Want Blood You’ve Got It” y “Let There Be Rock”) volvieron a entrar en las listas británicas, lo que los convirtió en la primera banda desde los Beatles en tener cuatro álbumes en el Top 100 británico simultáneamente. Asimismo, Atlantic, la discográfica estadounidense de la banda, lanzó “Dirty Deeds Done Dirt Cheap” (¡original de 1976!) por primera vez en los EEUU; en mayo de 1981 superando a “Back In Black”, y llegando al número tres. El 13 de diciembre de 2007, el álbum fue certificado 22 veces disco de platino, es decir 22 millones de unidades solo en EE.UU. Esto lo colocó en el sexto lugar en la lista de álbumes más vendidos en las tierras del Tío Sam. En todo el mundo, vendió 50 millones de copias, lo que lo convierte en el álbum de hard rock más vendido de la historia…

Ahora sí, ¡a darle play y subir el volumen!

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