El heavy metal está asociado al satanismo y al ocultismo básicamente desde su inicio. ¿No es acaso la canción “Black Sabbath” un relato de una visita del señor de las tinieblas? En la evolución del género, varios grupos han jugado con esa estética, ya sea Venom, Mercyful Fate o Slayer. Se entiende; es atractivo y hace enojar a los padres. Pero claro, hay gente que se lo toma más en serio y lo lleva un paso más allá.

Antes de Marilyn Manson, Glen Benton parecía ser el representante del maligno en la tierra, autoproclamándose como la cara visible del “Death Metal satánico”. El líder de Deicide era alguien que practicaba lo que pregonaba. La obra de la banda no se ha desviado de una lírica satanista y anti cristiana. Tanto cree Benton en esta postura que ha llegado a quemarse una cruz invertida en la frente, lo que ha generado una cicatriz que lleva con orgullo hasta el día de hoy. Por supuesto, Glen también ha renegado de la etiqueta de satanista, diciendo que, en realidad, se ve más a sí mismo como anti religión, antes que anti cristiano.

“Tenía 22 cuando quemé la cruz en mi frente. Al día de hoy, no sé en lo que estaba pensando…Yo no me identifico como satanista, la gente me ha identificado así. Me identifico como un librepensador. Cuando hablo de Dios o de Cristo, hablo de cualquier idea que tengas de Dios, no solo la cristiana. Es una forma de generalizar, así como ellos me han generalizado a mí. Y si ellos han hecho dinero a costa de Dios, yo voy a hacer lo mismo”

Sea lo que sea que el músico piense de sí mismo, es evidente que el cristianismo ha sido el foco de sus ataques en sus canciones. Pero podemos tomarlo como una identidad identificable que podemos aplicarla a cientos de creencias. La lucha de Benton pareciera ser más moral.

Si Cristo es un símbolo, también lo es Satán. Nergal usa a Satán y Behemoth como símbolo de una discusión más amplia. En su libro biográfico, “Lo sagrado y lo profano”, Adam Darski, según acredita su documento, dice:“Satán es una figura muy reconocible. Lo uso como los cristianos lo ven; una herramienta repulsiva de intimidación. Pero mi visión de Satán es de alguien elegante, bien vestido y bien hablado. Como Robert De Niro en “Angel Heart” o Al Pacino en “The Devil´s Advocate”. En esa película Pacino dice algo con lo que me identifico bastante; “Soy un fanático del hombre. Soy un humanista. Quizás el último de los humanistas”

A diferencia de Benton, Nergal sí se considera satanista. Más allá de lo que eso signifique para él, el músico polaco no se ha quedado simplemente con una estética. En 2010 Darski fue imputado en Polonia por romper una biblia en el escenario y a través de los años se ha enfrentado a diferentes conflictos legales con respecto a esta temática. Nergal es alguien que, siempre que pueda, va a aprovechar la oportunidad para ofender a los supuestos guardianes de la moral.

Tanto Nergal como Benton no son ignorantes. Entienden que parte de lo que hacen es teatro y mientras Blenton reniega de esa etiqueta a nivel personal, y Nergal la abraza, el fondo de la cuestión es que el satanismo representa una filosofía y un cuestionamiento a la autoridad. La música y la imagen pueden ser grandes herramientas para brindar esa discusión.

Y en ambos casos, lo hacen con una discusión actual. Con ambos grupos presentando nuevo material; “Banished By Sin” de 2024 por parte de Deicide y “The Shit Ov God” en el caso de los polacos. Es por eso que esta es una gran oportunidad para ver en el Teatro Flores a dos bandas ya consideradas clásicas, pero con el fuego para mostrar algo nuevo aún, en un mundo donde nos indican que la nostalgia es la que manda.

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