Los Insectos asomaron en el panorama de renovación del rock local en la segunda mitad de los dorados 80s. Dueños de un sonido rockero pesado y aguerrido, con canciones potentes y pegadizas, supieron estar en boca de todos como una de las bandas revelación de esos tiempos. Grabaron dos discos plagados de guitarras y fuerza, con todas las variables que encontraron dentro del estilo. Luego de un parate demasiado largo que se extendió hasta mediados de la década del 2010, volvieron a reclamar su lugar con un tercer disco más que esperado. Nos pusimos entonces en comunicación con Bruno Puricelli (cantante) y Nicolás Azin (guitarra), quienes nos pusieron al día acerca del mundo Insectos en una charla sin pelos en la lengua. Si recordas el riff de “Tómala”, si moviste la patita con “Tequila Boom Boom”, si te emocionaste con “Luces de Neón”, no lo dudes y ¡tirate de cabeza a leer la nota!
Los Insectos surgen allá por 1987, imagino que habrán tenido algún que otro proyecto antes de la banda. ¿Qué recuerdos tienen de la génesis, del momento inicial en el que pusieron en marcha al grupo?
Nico: Bruno venía de Úlcera con Gaby Carámbula y yo de varias incursiones musicales donde plasmaba todo lo aprendido en mis años de estudio con el instrumento. Me invita Carámbula a zapar y nos conocimos con Bruno, él quería formar algo nuevo con su impronta y yo también, así que nos unimos musicalmente. Los dos fuimos aprendiendo del otro y nos amalgamábamos muy bien, toda mi composición fue enfocada en su voz y su forma de cantar, los dos éramos libres de cambiar letra y música en pos de mejorar la canción.
“Nada por Nada” (1992), su primer disco, contó con la producción artística de Stuka (Los Violadores) y les abrió las puertas de las grandes ligas. En ese momento el sonido del grupo era bastante hard rock, con guiños a The Cult, Iggy Pop o la etapa solista de Steve Jones. ¿Cómo vivieron los 90s sin morir en el intento?
Nico: Nos costó llegar a grabar, tocando en el circuito under logramos que empiece a asociarse la palabra Insectos con el rock, gracias a la colaboración de Mariela (nuestra manager del momento) pudimos grabar para Radio Trípoli Discos. ¡Recuerdo que nos dieron 12 horas para hacerlo, usamos 4 hs para grabar el primer día toda la banda en vivo! Al otro día metimos voces, guitarras acústicas y Cay Gutiérrez (productor de Fabi Cantilo) metió varios teclados. Bien decís, Stuka fue nuestro productor y Mario Altamirano en la mesa de estudios Aguilar (Mario venia de grabar con Rata Blanca y A.N.I.M.A.L.). Era el productor del momento, y Stuka se puso la camiseta insecta. Luego de varias charlas le transmití que sonido quería para la viola, el tacho y la banda en general. Le dije “a la viola la quiero con cuerpo, potente y que se entienda, como la de Billy Duffy o Steve Jones” jaja no sé cómo no me puteó. Él era más de un sonido filoso, agudo, punk, más mérito le doy a su trabajo como productor porque me supo interpretar. Quedamos todos muy conformes con el resultado, salió fresco y auténtico, relación tiempo-sonido-producción fue una bomba. Todas las críticas de las revistas del momento (Pelo, 13/20, Clarín, etc.) fueron excelentes y auguraban un gran futuro por delante.
“Papeles por jugar” (1993) abre un poquito el juego en cuanto a variantes en el sonido y meten lo que tal vez sea uno de los mejores temas de la década: “Luces de neón”. ¿Fue esa la mejor etapa de la banda?
Nico: En lo personal la mejor etapa de la banda fue la primera, por la frescura e ingenuidad que teníamos en ese momento. Para nuestro segundo disco (grabado en estudios Del Abasto con Alvaro Villagra en la mesa y Michel Peyronel como productor) incorporamos a Horacio Cantini en segunda guitarra y todos estábamos inmersos en una nebulosa de estilos, desde el rock, grunge, hard y heavy, ¡nos gustaba todo! Eso se plasmó en el segundo disco, sin darnos cuenta que tal vez perdimos un poco el rumbo musical fresco de la banda. Rescato mucho a “Luces de Neón” porque era una rock ballad dentro de un disco de rock pesado y era un bálsamo en el set list. “Luces” surge de una zapada con mi gran amigo Osi Tejerina (productor, arreglador, quien también participo en teclados), lo llevé a Insectos y terminamos de acomodar las partes, nos gustó mucho y hablando con la discográfica de ese momento que era DBN, les gustó y aceptaron solventar un video. Contrataron a Andrés Fogwill y se grabó tipo película en 35mm, un flash, hicimos exteriores en el Planetario y estudios, luego hizo la edición Andrés donde mostró su gran habilidad para contar pequeñas historias en cada parte del tema. Un maestro de la edición y del concepto artístico. El VHS del video fue enviado a MTV Latino, donde la rompió, la gente lo empezó a pedir ¡y quedó en heavy rotation por más de 2 meses!! Gente de toda Latinoamérica quedó encantada con el tema elegido como difusión.
En esa época fueron invitados por bandas internacionales como Die Toten Hosen y Public Image Limited, e incluso tocaron en Nantes junto a La Portuaria y Charly García en un intercambio cultural. ¿Se esperaban todo eso cuando empezaron?
Nico: Con Bruno estábamos convencidos de lo que hacíamos, nos gustaban las canciones que salían, pero de viajar a Francia…nunca lo soñamos. Tal vez telonear bandas de gran nombre en Argentina sí, porque estábamos confiados en lo nuestro. Fueron experiencias muy enriquecedoras.
Bruno: también tuvimos el honor de tocar con Die Toten Hosen. Nosotros esperábamos que nuestros temas sean bien recibidos por el público y así fue. Fueron momentos hermosos para Insectos tocar con bandas grosas
Como a la mayoría de las bandas, el paso del tiempo los hace separarse y poner un punto a su historia. En su caso, ¿cuál o cuáles fueron los motivos que los hicieron frenar la carrera del grupo?
Bruno: Lo cierto, y me hago cargo, es que no saqué la pata del acelerador y lo arruiné por problemas de consumo de lo que pintara, sin entrar en detalles. Pero la pudrí y los pudrí a mis amigos y compañeros. Tuve la bendición de que somos amigos y nos pusimos a tocar de nuevo con nuevas ganas y parados de otro modo. Y le dimos forma a Tercer Tiempo, nuestro último CD de 2016 y todo empezó a fluir.
Volvieron en 2016 y grabaron un nuevo disco, oportunamente titulado “Tercer Tiempo”. A la distancia, ¿cómo ven ese disco y qué recepción tuvo por parte del público?
Nico: Bruno me propone volver a hacer canciones y ¡chan! Volvió la magia, nos brotaban temas… lo convoco a Alejandro Olmedo (batería) a quien conozco de chico y haber tocado en otra banda con él (Rose) y lo integramos a la nueva formación junto a Caverna Sufritti en bajo. Tercer Tiempo para mí es un discazo, nos agarra maduros, sin tanta ansiedad, mas disfrute, las letras más elaboradas, hay mensaje. En lo musical también crecimos mucho, el aporte de Ale fue muy valioso, en arreglos y armado de temas. Con respecto a la grabación, nuestro productor fue Sebastian Quirno quien fue el 5to Insecto. Hizo una pre producción excelente y luego en la grabación se lució con su magia en la edición y tocando teclas y guitarras. La verdad que en temas como “Karma” le dio un giro de 180 grados y nos dejó con la boca abierta a todos, ¡un capo tota! El resultado fue una gran aceptación por parte del público Insecto, quienes tararean temas como “A remarla”, “Las Heridas” y el homenaje a los caídos en Malvinas “2 de Abril”. “Karma” ganó un premio en Los Angeles, nos iban a invitar a recibirlo, pero al final no se dio. Entonces nos lo mandaron y ahora lo tiene Seba Quirno en su estudio.
Más allá de los cambios de integrantes y el paso de los años, ¿hay alguna idea o concepto que como grupo hayan mantenido hasta hoy?
Nico: Con el paso de los años aprendimos que “el soberano” es la canción. Si el arreglo no ayuda, ensucia, empasta o confunde el mensaje… no va, se cambia. Aprendimos a ser nuestros propios productores.
¿Cómo fue la experiencia de grabar “Mejor no hablar de ciertas cosas” de Sumo junto a Andrea Prodan?
Nico: Hablando con nuestro amigo Cesar Andino de Cabezones, le cuento que queríamos hacer un simple de covers nacionales. Como él sigue a Insectos, sabía que tocábamos un cover de Sumo, y me tira la gran idea (su ex baterista Rómulo estaba tocando con Andrea Prodan, hermano de Luca) Me dice “llamalo y proponele”. Así fue, le hablé y Andrea un divino total, se re enganchó, grabamos en el estudio Happy Together con Sebastián Quirno de productor, e hicimos un mix de voces entre Bruno y Andrea Prodan. Fue una tarde memorable, nos contó mil anécdotas del hermano, de su vida en Europa, cuando vinieron a la Argentina, mucha info… la verdad una tarde llena de perlitas.
¿Qué balance hacen de este último año en cuanto a presentaciones y convocatoria de público?
Nico: Balance positivo, hicimos muchas presentaciones donde la gente Insecta nos sigue, hasta nos sorprende gente que viene de muy lejos para vernos, un honor para nosotros.
¿Qué representa la banda para ustedes?
Nico: Un espacio de creatividad, de disfrute, de hermandad.
Bruno: Insectos es para mí vida, rock, sueños en eterna construcción. Un refugio.
¿Están preparando material nuevo para el año próximo o aún vamos a seguir esperando el cuarto disco?
Nico: Si, estamos preparando temas nuevos, no nos corre nadie, la idea es disfrutar, la formación está sonando muy bien, sólo resta ajustarnos y ver a quien convocamos como músico invitado.
El 30 de noviembre van a estar presentándose en La Esquina del Rock (Mataderos) con bandas invitadas ¿Qué tienen preparado para esa fecha?
Nico: ¡El 30/11 en La Esquina del Rock en Mataderos! Hermoso, viene toda la gente de Nueva Chicago y estrenamos bajista (Richard). Vamos a cerrar el año en La casa de Luca el 06 de diciembre, un lugar que para nosotros significa mucho. Grabamos dos videos ahí, “A Remarla” y el cover de Sumo “Mejor No Hablar De Ciertas Cosas”. Están todos invitados a la fiesta Insecta ya que es un lugar icónico de la ciudad, del rock, y la frutilla ¡es que es con entrada gratuita!
¡Sean tod@s bienvenidos!
Cosecha 1977, como el buen punk rock. Nacido y criado en zona sur. Periodista desde 2011, enfermo de la música desde los 90. Eterno buscador de respuestas y amaneceres. Dog friendly, beer friendly. No me busquen en las barricadas, aún creo en el poder de las palabras.