Es oficial: hoy 20 de enero cumple nada menos que 70 años el neoyorquino Stanley Bert Eisen, más conocido como Paul Stanley y por ser el legendario frontman de los no menos legendarios Kiss. A modo de festejo y homenaje, en vez de enumerarles puntillosamente todos los detalles de su vasta biografía, discografía, bibliografía, filmografía, pictografía y gastronografía (¿así se dirá?), preferimos rescatar una pequeña pero interesante anécdota y una rareza musical de su banda y de su autoría que seguramente, en el año que también marca el 46º aniversario de «Destroyer», resultarán más apropiadas -y en todo caso, más entretenidas- que extensos y escrupulosos repasos de su carrera. De modo que mientras inflan globos, decoran la torta y enfrían las bebidas, pasen a la lectura.
Comencemos retrocediendo unos 47 años en el tiempo y recordando que Kiss grabó su famoso y cuarto álbum de estudio «Destroyer» (lanzado en 1976) en los Electric Lady Studios durante 1975 con un poco de ayuda del guitarrista de Alice Cooper, Dick Wagner (quien reemplazó a Ace Frehley, una ausencia crónica a las sesiones de grabación de aquel disco) y otro poco de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. También contó con contribuciones de los hijos del productor ganador del premio Juno (y productor estelar de «Destroyer», por si hiciera falta recordarlo) Bob Ezrin, a quienes se puede escuchar haciendo ruido de fondo en la canción «God of Thunder». A Ezrin le gustaba tener una cadenita con un silbato alrededor del cuello que usaba para ayudar a «motivar» a la banda durante las sesiones, descritas por Paul Stanley como una especie de «campo de entrenamiento musical». Según Stanley, Ezrin siempre tuvo el «voto final» cuando se trataba de cómo deberían sonar las canciones en «Destroyer», potestad a la que recurrió varias veces mientras la banda grababa su cuarto álbum, incluyendo a «God of Thunder», una canción que con el tiempo se volvió tan sinónimo de su compañero Gene Simmons como el acto de escupir fuego y escupir sangre.
Según recuerda el bueno de Gene, la canción se inspiró en una zapada o sesión de improvisación que hizo junto a Stanley, durante la cual el bajista acusó al frontman/ guitarrista de solo escribir «canciones monstruosas como ‘God of Thunder'» y «cosas así» (esto último suena bastante duro). A su vez, Stanley luego reprendió a Simmons diciendo que solo era bueno para escribir canciones como «Christine Sixteen»… Si hay que creerle a Simmons (y, tampoco es que abunden los testigos), tanto él como Paul se fueron a sus respectivas casas y reescribieron cada canción respectiva en el estilo que el otro normalmente habría empleado. El demo de Stanley de la canción suena como si perteneciera al álbum «Dynasty» de 1979, con ritmo acelerado y tintes disco y -agárrense- contrariamente a lo que pueda suponerse resulta decididamente buena, algo que ya sabrán los fans más acérrimos si es que acaso poseen el enorme box set que Kiss lanzara en 2001.
Ezrin no estuvo necesariamente en desacuerdo con este experimento de intercambio, pero al escuchar el demo de Paul, tomó la decisión ejecutiva e inapelable de que Gene se hiciera cargo de las voces en el tema. Aquí hay más testimonios de Ezrin, tomados de un artículo de 2016 publicado en la revista Rolling Stone donde explica el porqué de su elección de que Gene cantara la canción que se convertiría en su tarjeta de presentación musical: “Esa decisión no se tomó en base al sonido, sino al hecho de que estos muchachos estaban interpretando personajes. Para mí, Paul era el líder romántico de la banda, por así decirlo. Así que él es el tipo que tiene que cantar ‘Do You Love Me’. Y Gene era tanto el monstruo como el galán de la banda. Entonces, Gene puede jugar sin ningún problema al ‘Dios del Trueno'».
Paul contó que se sorprendió cuando Ezrin tomó «God of Thunder» y esencialmente «se lo dio» a Simmons, aunque Ezrin no recuerda que Stanley haya tenido ese tipo de reacción… Cualquiera sea el caso, Paul lo superó y el álbum fue un éxito, en gran parte gracias al éxito de la balada «Beth» del baterista Peter Criss (con -nuevamente- Wagner en la guitarra acústica). Contado que hubimos en cuento, pongámonos algo más cómodo como un par de botas de plataforma, traigamos una torta con suficientes velitas, encendamos las luces estroboscópicas, echemos a andar la bola de espejos… y bailemos hasta cansarnos con la versión Studio 54 style de “God Of Thunder” cantada por Paul Stanley.
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