Algunas estrellas del rock se vuelven legendarias gracias a su increíble aporte de música, talento y creatividad a la leyenda del rock’n’roll. Otras se vuelven legendarias simplemente por sus actos, algunos de los cuales lindan con el salvajismo y/o la demencia. No creemos equivocarnos al decir que Ozzy Osbourne se encuentra en algún punto intermedio entre ambos extremos: justamente son los extremos los que han jalonado su carrera y -muy particularmente- su vida. Aunque su importancia en la historia del heavy metal es conocida, también lo son sus travesuras, andanzas, correrías y locuras, que a través de los años han pasado desde lo más inocente y divertido hasta lo más descerebrado y espantoso. A continuación y para celebrar el 73º cumpleaños de esta persona/ personaje que ha sabido mantener su popularidad y su vigencia aún en los peores momentos (que los tuvo en abundancia), les traemos la invitación a recorrer una quincena de sus anécdotas más recordadas. Y como dicen en la tele, ¡no hagan esto en sus casas!
15. SE VENGÓ DE SU MAESTRO (Y SOLO LE COSTÓ UNA MONEDA). Mientras todavía estaba en la escuela, el maestro de taller de metal de Ozzy, el Sr. Lane, a menudo castigaba al futuro frontman dándole una palmada en el culo con una palmeta de madera. Para vengarse, Ozzy calentó al rojo vivo una moneda de un penique durante tres o cuatro minutos y luego la deslizó en el escritorio del Sr. Lane. El maestro, por curiosidad, recogió el centavo y… bueno, por algo Ozzy terminó como cantante.
14. TRABAJÓ EN UN MATADERO. Cuando todavía era adolescente, Ozzy consiguió un puesto en un matadero. Su trabajo consistía en matar vacas disparándoles en la cabeza con una pistola que disparaba una púa de acero. A veces, terminaba cubierto de sangre…«La única razón por la que trabajé allí fue porque empezaba temprano y cuando terminabas lo tuyo podías irte a casa», explica el cantante.» Si tenías cinco vacas, podías hacer tus cinco vacas e irte. Mi primer trabajo allí fue vaciar los estómagos de las ovejas de toda la maldita comida y mierda. Durante las primeras seis semanas vomitaba todo el tiempo. Tardás en acostumbrarte».
13. SURFEÓ SOBRE UN TELEFÉRICO. Esto sucedió en EE.UU., más precisamente en Albuquerque, en el estado de Nuevo México. Completamente orracho y ansioso por tomar cocaína, Ozzy quiso dar un paseo en un teleférico. Cuando el vehículo se detuvo repentinamente, a mil pies de altura, Ozzy tomó una escalera, subió hasta el techo del vehículo, levantó la escotilla y se subió al techo. Luego, cuando el coche comenzó a moverse de nuevo, Ozzy montó encima, con los brazos abiertos, como si estuviera surfeando en Malibú… Sigue vivo, pero no nos pregunten cómo.
12. ASPIRÓ HORMIGAS A FALTA DE COCAÍNA. Esta historia se representó en la película de Mötley Crüe «The Dirt» y muestra a Ozzy aspirando una fila de hormigas con una pajita, en el piso al lado de una piscina. Esto ha sido motivo de debate a lo largo de los años; desafortunadamente, Ozzy no está en condiciones de aclararlo: «¿Si eso fue cierto? Es es muy posible, pero no lo recuerdo»… El que sí jura tener la posta de esa anécdota es el guitarrista Jake E. Lee, que ocupó el puesto de Randy Rhoads tras el deceso de este último. Y es más, la anécdota tiene otro bicho como protagonista: «Estuve allí y nunca vi hormigas», dijo Lee a la radio estadounidense Tone-Talk. «Ozzy solo aspiró una arañita. No había una fila de putas hormigas. Tommy [Lee] lo dice, Nikki Sixx lo dice, Ozzy lo dice, pero estaban destruidos. Yo no. Solo estaba tratando de broncearme. Pero ellos estaban hechos mierda. Ozzy aspiró una pequeña y estúpida araña que se arrastraba. No había ninguna hormiga de mierda. No me importa lo que digan los demás, estuve ahí y lo ví»... Ozzy cierra el tema con una hormigueante reflexión que araña la sensatez: «Es raro protagonizar historias tan locas de las que no tengo ningún recuerdo… ¡pero es bueno para mi imagen!»
11. TUVO LA NARIZ VIOLETA DURANTE SEMANAS. Mientras cantaba con Earth, la banda que eventualmente se convertiría en Black Sabbath, Ozzy hacía casi cualquier cosa para llamar la atención de la audiencia. Una vez encontró una lata de pintura violeta detrás del escenario y le pareció una gran idea pintarse la nariz con ella. Desafortunadamente, la pintura era indeleble (!) y le quedó adherida durante semanas… dura la vida del frontman, sí.
10. EN UN HOTEL SE ANIMÓ A TIRAR LA CASA POR LA VENTANA. Mientras estaba en uno de los hoteles Four Seasons con el guitarrista Zakk Wylde, a un aburrido Ozzy se le ocurrió la idea de tirar la televisión por la ventana en lo que muy posiblemente constituya la locura rocanrolera más típica de la historia. En sus propias palabras, «Estaba en el Four Seasons viendo la tele y le digo a Zakk, ‘nunca he tirado una puta televisión por la ventana de una habitación de hotel. Hagámoslo, carajo’. Así que abrí la ventana, tomé la tele y la arrojé por la puta ventana. Aterrizó en el suelo y explotó. ¡Fue como una bomba!». Ni siquiera se dio cuenta de que había un hombre fumando afuera del hotel, a quien Ozzy estuvo a centímetros de matar con la televisión de alto impacto: «Hoy tiemblo al pensar en ese tipo, ni sabía que estaba ahí. Pude haberlo hecho mierda». Ozzy no solo tuvo que pagar por el aparato destruido, sino que tuvo que pagar tres meses extra por la habitación, lo que sumó más de U$40.000 en daños.
9. SE PELEÓ CON UNA PIANOLA. Según cuenta el cantante, esto tuvo lugar en otro hotel, Le Parker Meridien de Nueva York. «Solían tener un pianista junto al bar, pero esa vez no estaba. De repente una máquina empezó a tocar canciones en el piano; cada diez canciones hacía el tema de la película ‘The Sting’, es que se llama ‘The Entertainer’. Había estado bebiendo allí todo el día, así que cuando sonó por quincuagésima vez, me levanté y le di tal patada a la máquina que el pie me pasó del otro lado. Terminé escribiendo una carta de queja al Sindicato de Músicos, diciendo ‘¿Cómo se atreven a poner una máquina en lugar de un músico para tocar?’… Incluso es más barato contratar a un músico. Lo sé porque tuve que pagar por una máquina nueva». ¡Chan!
8. SE MEÓ EN EL ÁLAMO. Después de demasiados tragos en Texas, Ozzy decidió dar uno de sus típicos paseos de ebrio, un hábito que se volvió tan común que Sharon Osbourne le escondió toda su ropa para evitar que lo hiciera. Lamentablemente, esto no lo detuvo: se puso ropa de gimnasia de Sharon, salió de la casa y poco después necesitó orinar donde fuera. Ozzy vio una estatua cercana y allí se descargó. Lo que no sabía era que estaba parado en el sagrado Cenotafio de la ciudad, ubicado directamente al lado del fuerte de El Alamo, lugar famoso de la historia yanqui donde el ejército mexicano abatió a una milicia de secesionistas pro-Texas… A la policía no le gustó que Ozzy orinara en tal monumento y rápidamente lo arrestó, agregando al combo una prohibición de volver a San Antonio que duró hasta 1992. PD: en 2015 Ozzy volvió al lugar de la mead… de los hechos junto a su hijo Jack, con objeto de hacer una filmación para el History Channel, y aprovechó para pedir disculpas. Más vale tarde que nunca, claro que sí.
7. ESTUVO DE PARTUZA EN LA CASA BLANCA. En el apogeo de la segunda ola de popularidad de Osbourne en 2002, el vocalista y su esposa Sharon fueron invitados a la Cena de Corresponsales en la Casa Blanca por Fox News. Ozzy se emborrachó increíblemente, saltó sobre su mesa y se puso a gritar ante 1800 personas, llevando al mismísimo (y amarguísimo) presidente George W. Bush a murmurar que haber invitado al cantante de Black Sabbath «podría haber sido un error»… Varios medios de comunicación describieron la reunión como «poco probable». En la cena, Bush bromeó mientras pronunciaba un discurso: «Ozzy, a mamá le encanta lo tuyo», lo que convierte a Barbara Bush en una de las fans de Sabbath de más alto nivel.
6. BALEÓ A SUS GATOS. En la época descrita por Ozzy como la gota que colmó el vaso de su abuso de drogas y alcohol, tenía alrededor de 17 gatos en su casa y en una noche de total, completo y absoluto delirio, decidió dispararles a todos. La esposa de Ozzy llegó a casa y horrorizada lo encontró debajo del piano con un traje blanco, una escopeta en una mano y un cuchillo ensangrentado en la otra… Más tarde, Ozzy culpó a las drogas, diciendo: “Estaba consumiendo tanto que hice un desastre”.
5. SE DESNUDÓ -Y OTRAS COSITAS- EN PÚBLICO. Una noche durante la gira del álbum “Blizzard Of Ozz” en Alemania, mientras cenaba con gente muy pero muy formal, Ozzy se subió a la mesa y así, espontáneamente, comenzó a hacer un striptease (!). Una vez desnudo, Ozzy orinó en el decantador donde reposaba un carísimo vino que estaba bebiendo un hombre en una mesa cercana… (!!) Las autoridades locales no se tomaron su acto con soda: Ozzy no fue invitado a regresar a Alemania durante muchos años.
4. DROGÓ (SIN QUERER) A UN VICARIO. Siendo miembro de la Iglesia de Inglaterra, Ozzy puso de la cabeza a un vicario… claro que involuntariamente. Como lo cuenta él mismo: «En los 70s compré un poco de hachís y con esto hice una torta, la puse en una lata y antes de irme al pub le dije a mi ex esposa Thelma (N. Riley, con quien se casó en 1971): ‘No dejes que nadie se coma esta puta torta. Las cosas pueden terminar mal’. Así que volví del pub unos días después (!!!) y veo que el vicario del pueblo estaba en casa, tomando el té en la cocina y desgustando un trozo de esta torta… Yo no tenía licencia de conducir, pero como el tipo quedó hecho mierda en mi cocina, tuve que arrastrarlo de los pelos, meterlo en la parte de atrás de su auto, manejar, dejarlo en la puerta de su casa y luego volver a la mía caminando. Después de eso, no lo ví durante dos semanas, ¡y pensé que lo había matado! Luego lo vi en un pub un domingo a la mañana y me dijo: ‘Me agarré tremenda gripe en tu casa. Tuve alucinaciones durante tres días y no pude ir a la Iglesia’. Me sentí aliviado al verlo… carajo, ¡estaba vivo! Porque tragó bocha de hachís… El vicario estaba en casa porque cuando te mudás al campo, quieren darte la bienvenida a la comunidad, a la congregación. Te invitan a charlar, a ir a la iglesia… si hubiera ido, todavía estaría allí ahora, ¡confesando todos mis pecados!»
3. ESTUVO PRESO POR CHORRO. Antes de que Ozzy cumpliera 18 años, fue arrestado y condenado por robo y tuvo que cumplir varias semanas en la prisión de Winston Green. Lo que robó fue un televisor, que se le cayó encima mientras se escapaba (y que tuvo que abandonar), algunas ropas de bebé, que no se dio cuenta que no eran de tamaño adulto (!!!), y algunas camisetas. Al recordar el incidente, años después, dijo: «Intenté con el robo, pero era un inútil»… Más en serio, el año pasado comentó a la revista GQ que «Fue una experiencia que me alegro de haber vivido. No tenía dinero para pagar la multa y mi padre se negó a pagarla, así que terminé en la cárcel durante tres o cuatro semanas. La cárcel estuvo bien durante un par de días, pero luego extrañaba mi casa. Cuando veo estos crímenes en la tele y la gente que es sentenciada a una eternidad y un día más… no sé cómo lo logran».
2. NO PERDONÓ NI A LAS PALOMAS. Después de firmar el primer contrato discográfico de su carrera solista en 1981, el plan de Ozzy era soltar un par de palomas al aire, en un gesto que describió como un «signo de paz». Desafortunadamente, debido a que Ozzy estaba totalmente intoxicado y ninguno de los ejecutivos de CBS Records se dio cuenta, en un momento agarró la paloma más cercana, le cortó la cabeza y luego la escupió al suelo y se quedó ahí tan tranquilo, con sangre aún goteando de sus labios… El cantante lo cuenta así: «Eso pasó en las oficinas del sello, donde fui totalmente ebrio a las 7 AM. Sharon me dijo: ‘Quiero que vayas allí y sueltes estas palomas’. Así que solté una y luego le mordí la cabeza a la otra. Todo el mundo se hizo encima. Después de eso, me prohibieron la entrada al edificio. ¡Casi me echan del sello también!»
1. MORDIÓ A UN MURCIÉLAGO (AUTÉNTICO) EN PLENO ESCENARIO. No contento con decapitar una paloma, en una actuación en la ciudad estadounidense de Des Moines, en 1982, un fan que estaba entre el público le arrojó algo al escenario; Osbourne lo recogió y, creyendo que era un murciélago de juguete, le dio un gran mordisco y le arrancó la cabeza, para variar. Enseguida la escupió después de darse cuenta de que lo que había mordido en realidad era un murciélago muerto… (!!!). Habla de esto en sus memorias, donde dijo que el murciélago le dio «el peor retrogusto que se pueda imaginar». Solo para estar seguro, se dio todas las vacunas contra la rabia después del incidente. A principios de 2019, celebró el 37º aniversario 37 de la mordedura al lanzar -a la venta, no al aire ni al público ni desde la ventana de un hotel- un murciélago de peluche, completo con un sello de la marca «Ozzy Osbourne» y una cabeza desmontable.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).