Hoy, 1/12, se cumplen nada menos 45 años de un momento clave de la leyenda del punk y de una de las entrevistas más famosas de la historia de la televisión: hablamos del choque entre el presentador Bill Grundy y los Sex Pistols en el programa «Today Show» del canal británico Thames TV, un incidente lleno de palabrotas -y sobre todo, televisado- que hizo que Gran Bretaña se quedara boquiabierta y los Sex Pistols fueran noticia de primera plana en todos los diarios de la noche a la mañana. La entrevista no solo causó el mayor escándalo en la historia de la televisión británica sino que además llevó definitivamente al punk a las masas, aunque muchos sostengan que también lo mató ahí mismo… Indirectamente, todo fue culpa de Freddie Mercury. O, para ser precisos, de uno de sus famosos dientes. ¿Que cómo? ¿Que por qué? Enseguida, después de esta pausa.
Esta historia comienza con una banda seguramente muy ajena al punk y a lo que sus acciones involuntariamente desatarían. Hablamos de Queen, que tenía prevista en su agenda una aparición en el programa “Today” conducido por el periodista Bill Grundy, pero justo ese día Freddie Mercury sufrió un dolor de muelas; cómo habrá sido de malo que el cantante, que no era lo que se dice fan de los dentistas, tuvo que hacer su primera visita odontológica en 15 años, y la aparición de Queen fue cancelada. La gente del sello EMI, desesperada, ofreció al que por entonces era un nuevo grupo -los Sex Pistols, nada menos- como reemplazo de última hora para los productores de “Today”. Lo que sucedió después cambió todo. La reunión desacertada de un presentador de televisión beligerante y una banda sorprendentemente joven se convirtió en una confrontación a puro insulto que se transmitió en vivo en la tele durante la hora del té en todo el sureste británico. Cuando el guitarrista Steve Jones respondió al desafío de Grundy de que dijera “algo escandaloso” con las palabras “¡Sucio hijo de puta!“, alteró fundamentalmente la faz de la televisión británica y catapultó al punk al mainstream, todo en un segundo.
DE JODER, NI HABLAR. En 1976, la palabra “fuck” no se escuchaba en la tele. Bajo ningún concepto. Era algo simplemente inimaginable. De hecho, solo había sucedido dos veces antes en la historia de la televisión británica, y como consecuencia llegó a provocar discusiones en el Parlamento (!). Sí, una sencilla palabra tenía ese increíble poder, tal como lo leen. Tampoco el punk rock era en esos momentos una escena que llamara la atención de los medios, sino un pequeño movimiento que no había perturbado al Top 10, y mucho menos a la conciencia nacional. Todo eso cambió instantáneamente el 1 de diciembre de 1976… Parecería razonable suponer, 45 años después, que no hay nada nuevo que decir sobre el incidente. Sin embargo, la web Team Rock logró dar un vistazo a los archivos internos de Thames Television que brindan una visión única de lo que sucedió ese día: memorandums que critican al personal y notas escritas a mano por productores que registran lo que sucedió después ahora pueden ser conocidos por todos. Y esta es la historia.
GREEN HOTLINE. Fascinantemente, los mencionados archivos revelan que la controversia que llevó a los Pistols a ser perseguidos por los periodistas durante los 18 meses de existencia posterior de la banda pudo haber sido aún peor. Una nota del productor de estudio Mike Housego (quien estuvo a cargo del programa tal como salió en vivo) dirigida al jefe general de “Today”, Tom Steel, revela que, una vez finalizado el programa, el grupo regresó a la Sala Verde (término del ambiente televisivo que describe al salón donde los invitados se distienden y beben algo antes de cada programa). Mientras los Pistols estaban allí, la nota revela que los trabajadores del programa estaban recibiendo tantas llamadas de quejas por parte de los televidentes indignados que no podían responderlas todas. Como si esto no fuera lo suficientemente cómico, el sistema telefónico de 12 líneas desvió automáticamente cualquier llamada no respondida a… la Sala Verde, justamente (!). El archivo indica que uno de los productores del programa, Martin Lucas, ignoró las instrucciones de permanecer en la habitación con los Pistols y los dejó a ellos y a su grupo de seguidores -que incluía a Sue Catwoman y algunos integrantes del Bromley Contingent, uno de los cuales era nada menos que la hoy famosa cantante Siouxsie Sioux– a solas con los teléfonos que sonaban. ¿El resultado? El grupo comenzó a contestar los teléfonos y repartir aún más insultos (!!), echando así toneladas de leña al fuego que ya ardía hasta el cielo.
PATEANDO LA GROSERÍA POR TV. Ahora bien, cómo fue que toda esta historia logró escapársele a la prensa en ese momento, sigue siendo un misterio. Sin duda se hubiera sumado a la enorme cobertura recibida por el camionero Jason Holmes, de 47 años, quien dijo a los diarios de la época que estaba tan indignado de que su hijo de ocho años, Lee, hubiera oído el intercambio de insultos entre la banda y el conductor televisivo que esto lo llevó a patear literalmente la pantalla de su flamante y carísimo televisor de £ 380 (!). Una vez que sacó el pie de la pantalla (cuesta imaginarlo arrastrando la tele con su zapato dentro), de inmediato llamó a Thames TV para quejarse por el daño a su tele (Johnny Rotten comentaría más tarde, con su ácido humor y sin la menor compasión: “¿Nunca oyó hablar del botón de apagado?”). ¡Quién sabe qué otros daños hubiera causado si hubiera llamado mientras los Pistols todavía estaban en la Sala Verde!
En los años posteriores, varias teorías conspirativas se adhirieron a la aparición de los Pistols en “Today”. Una de ellas sostiene que Grundy estaba borracho, con algunas acusaciones de que había tenido uno de los así llamados “almuerzos largos” (es decir, con una prolongada y muy alcohólica sobremesa) tan populares en los años 70. Grundy negó esto, como era de esperarse, y no hay ninguna sugerencia de que haya estado ebrio en ninguno de los documentos internos, los cuales también parece poner fin a la teoría alternativa de que la aparición del grupo fue una especie de ardid publicitario pergeñado por Thames TV y sus copropietarios, EMI. Por el pánico y las recriminaciones en los documentos, parece que la historia del día fue simplemente un glorioso british botch job, es decir una berretada británica que tuvo consecuencias dramáticas e imprevisibles.
SEX PISTOLS DELIVERY. Los Pistols ensayaban para el «Anarchy Tour» cuando llegó la llamada para aparecer en el programa “Today”. Habían firmado con EMI dos meses antes. Y aunque habían aparecido extensamente en la prensa musical, tenían una experiencia limitada en entrevistas televisadas, habiendo aparecido solo en el programa de actualidad de la BBC, “Nationwide”, y entrevistados por Janet Street Porter en “The London Weekend Show“. El bajista Glen Matlock afirma que la banda no estaba dispuesta a ser arrastrada fuera de los ensayos, pero se vieron obligados. “Casi no lo hacemos”, dijo. “Esta gran limusina apareció para buscarnos. Punk rockers como éramos, estábamos onda ‘No vamos a meternos en esa cosa…’. Fue entonces que recibimos la llamada de Malcolm McLaren diciendo: ‘Si no lo hacen, sus salarios se suspenderán esta misma semana’. Todos nos metimos en la limo de una”.
En 1992, el productor de estudio Mike Housego recordó otro detalle simpático: “Solo se les asignaron 90 segundos, y pensé: ‘Bueno, si algo sale mal al menos es poco tiempo…’ “. Sin embargo, en uno de los documentos de Thames que describe lo que salió mal, un productor anónimo asegura que la investigadora del programa, Christine Whitehead, había “advertido a Mike de antemano que podían decir ‘fuck’”. Parece que la advertencia no fue tomada en serio; si así hubiera sido, es dudoso que la banda hubiera terminado en la Sala Verde con un bar bien abastecido. No es que estuvieran necesariamente tan borrachos. En la película de Julien Temple “The Filth & The Fury”, Steve Jones dice: “Recuerdo haber bebido cuatro botellas de Blue Nun (N. Un conocido vino blanco alemán) y estaba pasándola jodidamente bien… para el momento en que salimos al aire. Y eso es todo lo que recuerdo“. Matlock, sin embargo, sostiene que la banda solo tomó un par de cervezas: “Tomé una cerveza o dos, como todos lo hicimos”, le dijo a un entrevistador de televisión en 2005. “Quizás Steve descubrió una botella de vino o de whisky o algo así, pero no parecía estar tan borracho, al menos para mí”.
LA CONSPIRACIÓN DE LA FAMA. El difunto hijo de Bill Grundy, Tim, también locutor, más tarde dijo con cierta amargura que sintió que los Pistols salían al aire con ideas preconcebidas de cómo utilizar la entrevista como truco publicitario. “Vinieron preparados, creo, para escandalizar”, sugirió. “Para sorprender a la nación de entonces, una forma fácil de hacerlo era agarrársela con alguien como mi padre y a través del escándalo, lograr meterse en todos los diarios del país”. Sin embargo, al ver la entrevista, parece bastante claro que los Pistols fueron simplemente mal manejados por Grundy. Aunque en su introducción dice que los músicos están “más ebrios que yo”, el entrevistador tampoco parece estar alcoholizado. Después del programa, Grundy, quien en artículos para la revista humorística «Punch» había desarrollado una imagen de sí mismo como un borracho elegante e ingenioso al estilo de Dean Martin, protestó ante los periodistas del diario The Guardian jurando que aquel primero de diciembre estaba “totalmente sobrio. No podés hacer un trabajo como el mío sin estar sobrio”. Su presentación condescendiente no lo congració precisamente con los Pistols, y luego claramente se irritó con ellos cuando comenzaron a imitarlo leyendo el autocue (la pantallita con apuntes que usan los conductores televisivos). Un ex ejecutivo de Thames, que pidió no ser identificado, dice que la cultura televisiva de los 70 puede haberse sumado al choque: “No estuve presente allí, pero trabajé en ITV en los 70 y personas como Grundy eran tratadas como los amos del universo. Había mucha arrogancia y muchos rebeldes trabajando en la televisión por entonces, y los presentadores se tomaban una copa y esperaban que los invitados vinieran al estudio pasmados por el hecho de salir en la tele. Así que cuando Grundy se enfrentó a esa situación y a lo que probablemente consideró como unos simples mocosos, se entiende por qué fue desdeñoso con ellos“.
LA ANTESALA DEL CAOS. Después de su presentación y de la exhibición de un cortometraje sobre el incipiente movimiento punk, la entrevista comenzó mal, con Grundy desafiando las credenciales antimaterialistas del grupo; después de todo, acababan de aceptar un anticipo de £ 40.000 de EMI. “Ya nos gastamos la puta guita, ¿no?”, dijo Steve Jones. Grundy pareció no escuchar la palabrota (“fuckin’”), que no fue muy audible ya que algunas voces quedaron superpuestas, aunque en las notas manuscritas en los documentos de Thames dice: “A Bill se le dijo que ‘enfriara todo’ por los auriculares”. Grundy no se dio cuenta. Más tarde, el presentador afirmó que había estado siguiendo una estrategia deliberada “para demostrar que estos matoncitos no eran más que un grupo de atorrantes malhablados, y eso es lo que logré probar”.
Mike Housego percibió el peligro, pero decidió que permitir que la entrevista continuara sería menos problemático que tratar de echar a los Pistols del estudio. “Pude hablar con Bill a través de sus auriculares y decirle que cortara la entrevista allí mismo y meter una película muy rápido. Pero tomaba 30 segundos para que la película comenzara a rodar, por lo que aún quedaban 30 segundos de potenciales insultos para escuchar. Y luego tenés que confiar en que los muchachos en el piso lograran sacar a la gente del estudio, lo que podría provocar incluso más problemas que la entrevista en sí. Entonces, como esta era la última historia del programa, la dejé ser”.
Según relata John Lydon (por entonces Johnny Rotten) en su libro de 1994 “No Irish, No Blacks, No Dogs”, “Se suponía que fuéramos ahí y nos portáramos como buenos chicos. Grundy debe haber tenido un problema con la bebida. Steve se enganchó en putear luego de algo que murmuré. Grundy se volvió hacia mí y me preguntó, ‘¿Qué dijiste?’ y Steve saltó de inmediato. Grundy era un monstruo gordo, borracho y sexista que no sabía nada de nosotros y no debió entrevistarnos, eso en primer lugar. Todo lo que hicimos fue señalar ese hecho. Él sólo estaba interesado en las tetas de las chicas. Algunos del Bromley Contingent vinieron con nosotros y estaban parados atrás. Fue la primera aparición en TV de los Banshees. Una hinchada alquilada para los Pistols. Recuerdo que todos nos pusimos a bailar con el tema de cierre”… En el mismo libro, Paul Cook define todo el incidente en una sola frase: “Grundy sí tuvo un problema: nosotros. Fue una época excitante”.
JONES, EL PIONERO DEL FUCK. Housego no tenía forma de predecir hasta qué punto Grundy perdería el control. El coqueteo del presentador con Siouxsie Sioux, quien estaba de pie detrás de la banda, provocó el comentario de Jones: “Sucio pervertido. ¡Viejo verde!”. Grundy lo molesta: “Adelante, tenés otros cinco segundos. Decí algo escandaloso”. El guitarrista responde con: “Sucio hijo de puta… forro sucio”, y remata todo con la maravillosa frase: “¡Qué puto caradura!”
Y con eso Jones se convirtió en la primera persona de la clase trabajadora en decir “fuck” en la televisión inglesa. Los tabloides, por supuesto, se volvieron locos. Escribiendo para The Guardian en 2007, Malcolm McLaren afirmó que estaba encantado por el incidente: “Supe en el momento en que la señora del autocue se agarró la cabeza y vi su cartera y su maquillaje cayendo al suelo, que habíamos aplastado el engaño. Era la televisión en vivo y los Sex Pistols estaban en primera plana“. El recuerdo de Steve Jones de la reacción de McLaren es marcadamente diferente: “Estaba aterrorizado. Se estaba cagando encima”... En muchos sentidos, las carreras de Grundy y los Pistols nunca se recuperaron de la confrontación. Grundy fue disciplinado por el jefe de Thames, Jeremy Isaacs (quien más tarde se convertiría en el jefe del Canal 4). El memo interno del jefe dice que la conducta mostrada en la entrevista estaba “muy por debajo de sus estándares habituales”. Como resultado, “Today” fue cancelado dos meses después y Bill Grundy nunca volvió a trabajar en la televisión en horario estelar. Murió de un ataque al corazón en 1993 a la edad de 69 años. Más tarde los Pistols -ya sin Rotten- revolvieron el cuchillo en la herida con la letra de “No One Is Innocent (The Biggest Blow)”: “Dios guarde a la televisión / Mantenga los programas puros / Que Dios salve a William Grundy / De caer en la bosta”.
LA REINA DE TODAS LAS ANÉCDOTAS. La infamia que rodeó a los Pistols como saldo de lo acontecido en “Today” catapultó a la banda a la fama grande, pero algunos dicen que el caos que trajo aparejado terminó arruinando su carrera. En su aclamado libro “England’s Dreaming”, Jon Savage sostiene que el impacto de la aparición televisiva tuvo “un efecto totalmente desastroso en el grupo: desde entonces hasta su desaparición en enero de 1978, agregaron solo cuatro nuevas canciones a su repertorio y su enfoque de su audiencia y su música permaneció idéntico. Eran como moscas atrapadas en el ámbar de la notoriedad”. EMI los echó, muchos conciertos fueron cancelados, Glen Matlock se fue y Sid Vicious llegó. Y ahí fue cuando Freddie Mercury tuvo su encuentro final con la banda. En 1977 ambos grupos estaban grabando sus respectivos discos en los estudios Wessex en Highbury, al norte de Londres, cuando un provocativo Sid comenzó a chicanear a Freddie: “Ah, Freddie Mercury, todavía llevando el ballet a las masas, ¿eh?”, dijo sardónicamente el bajista; “Oh, sí, señor Ferocious, querido”, dijo Freddie, sin achicarse. “Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo”... Lo mejor de los Pistols ya había quedado detrás de ellos.
TODAY SHOW: TODAS LAS PALABRAS. Para culminar esta anécdota, les dejamos el video subtitulado (arriba) y a continuación, la transcripción (traducida) de todo lo que se dijo.
GRUNDY (a la cámara): Ellos son punk rockers. La nueva locura, me cuentan. ¿Y sus héroes? No son los lindos y limpios Rolling Stones… podrán ver que están tan borrachos como yo… están limpios, en comparación. Son una banda llamada Sex Pistols, y en este momento estoy rodeado por todos ellos…
JONES (Leyendo el autocue): …¡en acción!
GRUNDY: Sólo déjennos ver a los Sex Pistols en acción. Vamos, chicos…
[Pasan tomas de Sex Pistols tocando; la cámara vuelve a Grundy]
GRUNDY: Me dicen que este grupo (se golpea la rodilla con un fajo de papeles) ha recibido cuarenta mil libras de una compañía discográfica. ¿No parece eso, eh… digamos ligeramente opuesto a su visión antimaterialista de la vida?
MATLOCK: No, cuanto más haya, mejor.
GRUNDY: ¿De veras?
MATLOCK: Oh, sí.
GRUNDY: Bueno, cuéntenme más entonces.
JONES: Ya nos gastamos la puta guita, ¿no? (N.: aquí es donde dice “fuckin’”, pero nadie parece darse cuenta)
GRUNDY: No lo sé, ¿se la gastaron?
MATLOCK: Sí, ya se fue toda.
GRUNDY: ¿De veras?
JONES: En chupi.
GRUNDY: ¿Realmente? ¡Mi dios! Ahora quisiera saber una cosa…
MATLOCK: ¿Qué?
GRUNDY: ¿Están hablando en serio o sólo están tratando de hacerme reír?
MATLOCK: No, ya se fue. Se fue.
GRUNDY: ¿De veras?
MATLOCK: Yeah.
GRUNDY: No, pero me refiero a lo que ustedes hacen.
MATLOCK: Oh yeah.
GRUNDY: ¿Van en serio?
MATLOCK: Mmm.
GRUNDY: Beethoven, Mozart, Bach y Brahms han muerto…
ROTTEN: Son todos héroes nuestros, ¿no?
GRUNDY: Realmente… ¿qué? ¿Qué estaba diciendo, señor?
ROTTEN: Son gente maravillosa.
GRUNDY: ¿Lo son?
ROTTEN: ¡Oh sí! Realmente nos excitan.
JONES: ¡Pero están muertos!
GRUNDY: Bueno, ¿supongan que también excitan a otra gente?
ROTTEN (murmurando): Que lidien con su propia mierda.
GRUNDY: ¿Con qué?
ROTTEN: Nada. Una palabrota. Siguiente pregunta.
GRUNDY: No, no, ¿cuál fue la palabrota?
ROTTEN: Mierda.
GRUNDY: ¿En serio? Cielos, me asustan a morir.
ROTTEN: Oh, muy bien, Siegfried…
GRUNDY (Dirigiéndose a los fans detrás de la banda): ¿Y qué hay de ustedes, chicas, ahí detrás?
MATLOCK: ¿No es como tu viejo, este carcamán?
GRUNDY: Ustedes son, er…
MATLOCK: O tu abuelo.
GRUNDY: (A Siouxsie Sioux): ¿Estás preocupada o te estás divirtiendo?
SIOUX: Divirtiéndome.
GRUNDY: ¿En serio?
SIOUX: Yeah.
GRUNDY: Ah, eso es lo que pensé que estabas haciendo.
SIOUX: Siempre quise conocerte.
GRUNDY: ¿De veras?
SIOUX: Yeah.
GRUNDY: Podemos encontrarnos más tarde, ¿no? (Sioux hace un pucherito)
JONES: Sucio pervertido. ¡Viejo verde!
GRUNDY: Bueno, siga dándole, jefe, siga dándole. Adelante, tenés otros cinco segundos. Decí algo escandaloso.
JONES: ¡Sucio hijo de puta!
GRUNDY: Dale, otra vez.
JONES: ¡Forro sucio! (risas del grupo)
GRUNDY: ¡Qué muchacho inteligente!
JONES: ¡Qué puto caradura!
GRUNDY (a la teleaudiencia): Bien, esto ha sido todo por esta noche. El otro rockero Eamonn, y no digo nada más acerca de él, volverá mañana. Los veré pronto; (a la banda) a ustedes espero no volverlos a ver. Para todos, buenas noches.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).