Héctor Boff Serafine ya se ganó un lugar dentro de la historia del rock nacional por haber sido uno de los cuatro Riff originales, además de haber armado diferentes proyectos en una trayectoria que excede las cuatro décadas. A propósito de la reedición del disco de Boxer, el proyecto que armó tras la primera separación de Riff, aprovechamos la excelente predisposición del guitarrista –además de su prodigiosa memoria- para indagar en buena parte del pasado del rock pesado argentino, sin olvidar ni el presente, ni los proyectos a futuro. Así que no detengan su motor, que la charla llega a continuación.
“Podría estar hablando cinco horas sobre todo lo que viví con Pappo”, comenta risueñamente El Joven Boff Serafine cuando la charla vía Zoom ya había pasado los 90 minutos. Es que el ex Riff se toma su tiempo para explicar el contexto de cada respuesta, a lo que hay que agregarle su memoria prodigiosa y sus ganas de contar su experiencia. “Son muchos años de carrera, no soy uno más del montón, que no sabe qué carajo contarte“. Temas había de sobra, así que decidimos empezar por la novedad más reciente de su carrera: la vuelta a la vida de Boxer, un proyecto efímero pero muy recordado.
¿Cómo surgió la reedición de “Vivir, Crear, Crecer…”, el disco de Boxer descatalogado desde hace tantos años?
Fue muy extraño realmente, porque quizás por todo este encierro desmedido y loco que hubo dio un poco el pie a que la gente busque más por las redes, y empezó a haber una especie de incentivo de Boxer que a mí nunca se me hubiera ocurrido, porque me han mandado posteos de Mercado Libre con el vinilo a $20.000 pesos. Por un lado te pone feliz pero por el otro te da cierta cosa porque no recibo nada de todo eso… (Risas). Por un lado lo venden a cifras abismales y por el otro lado lo subieron gratis a YouTube; así que fue una sorpresa Pero estoy feliz por tener una reedición en CD que está bien hecha y que tiene un pequeño remastering, porque en la cinta multitrack original vaya uno a saber qué carajo tendrá grabado arriba.
De master se usó un vinilo, me imagino…
El audio del disco fue digitalizado del vinilo, y sobre ese audio digitalizado se hizo un proceso de remaster, tratando de no perder el sentido original. Creo para los fanáticos vale la pena tenerlo y escucharlo.
UN BOXER BIEN AJUSTADO
Boxer fue una banda poco reconocida en su momento y no hay demasiada información circulando en internet. Me gustaría aprovechar para que cuentes los inicios de la banda que fueron paralelos a la primera separación de Riff…
Sí, de hecho Riff todavía estaba funcionando cuando se forma Boxer. El proyecto se da de manera un poco casual. Yo lo conocía a Enrique Avellaneda (N: ex miembro de La Máquina y Vox Dei) que para la época era un cantante tremendo, además de bajista. Y después se suma Juan Espósito (N: «Locomotora», baterista y miembro fundador de El Reloj) con quien ya nos conocíamos; y bueno, faltaba incorporar un bajista y vino Rubén Ramírez, un querido amigo que ya no lo tenemos entre nosotros desde hace un par de años, al igual que Juan. Después hubo unos cambios, en los últimos tiempos se había incorporado un teclado, que me cerraba más por la cuestión sinfónica de aquella época y creo que ahí sí estaba bien configurada la banda. Pero después por diferentes motivos se empezó a diluir la cosa… y ahí quedó.
No hay muchos registros de aquella época, más allá del disco…
Aparecieron no hace mucho tres temas grabados en video a multicámara con el equipo de Johnny Allon, que fue el precursor de las unidades móviles. Estaban en un formato llamado U-Matic, y recién ahora tuve tiempo para digitalizarlos, así que pronto los van a poder ver.
La idea de Boxer se conecta con otros dos proyectos posteriores con Pappo: lo que sería “Pappo En Concierto” y posteriormente la época de “Hoy No Es Hoy”.
Me acuerdo que alguna vez Vitico me dijo que Pappo había ido a un ensayo de Boxer y le contó que había quedado loco con el sonido de la banda. El Carpo era muy susceptible a la música y estaba loco con uno de los temas de Boxer: “Voy Por Soy”. Y un tiempo después de la separación de Riff, me propone hacer algo juntos. Lo que después sería el disco “Pappo En Concierto”, que en realidad esa banda era Boxer, pero bueno, no teníamos nombre. Entonces hicimos dos fechas en Obras, de las cuales la primera fue grabada con un equipo de exteriores. De eso solo se conservó “Completamente Nervioso” y te puedo asegurar que cuando termina el tema decís: no lo puedo creer, ¿cómo que se corta? ¡Me quiero matar…!
EL HOY DE AYER QUE NO ES HOY
La banda sonaba ajustadísima, con un sonido muy power. ¿Había mucho ensayo por detrás, o era la química que tenían con El Carpo?
Había una química tremenda, pero también mucho ensayo. Creo que ensayábamos tres veces por semana, cuatro horas. En ese sentido éramos muy metódicos, con Hoy No Es Hoy pasaba lo mismo. Alguna vez escuché a Walter Giardino decir que hay que exigirle a la banda ensayar la misma cantidad de horas que si tuvieses un trabajo común. Y si bien esto es música, es arte, también tenés que invertir en lo que hacÉs.
¿Por qué esa etapa de «Pappo En Concierto” se terminó tan de repente?
Cuando tenés dos figuras con un carácter especial en una misma banda, es muy complicado desarrollarte; y era difícil que Pappo y Enrique Avellaneda se llevasen bien. De hecho no nos presentamos en vivo en ningún otro lugar más allá de los shows en Obras. Y cuando se termina esa etapa, ya pasamos a Hoy No Es Hoy.
¡Con los que sacaron un discazo!
¡Hicimos un discazo! El disco está compuesto por Pappo y por mí. Había mucha armonía dentro de la banda con Juancito Espósito, estábamos todos muy bien. A Pappo le gustaba mi forma de componer, y él era muy surrealista escribiendo, entonces le pasé un par de temas como “Egipto” y quedó fascinado… ¡Nos peleábamos a ver quién hacía el final más ocurrente! Lo mismo con el tema “Diabólico Plan” que se llamó así porque en realidad “Plan Diabólico” -el nombre del disco- fonéticamente quedaba como el orto (Risas)
CON PAPPO JUNTOS A LA PAR
Uno tiene la imagen de Pappo como muy celoso de su sonido y de sus partes de guitarra, pero en “Plan Diabólico” comparten muchos arreglos
Es una lástima que la reedición en CD de “Plan…” sea tan mala: no tiene data, no tiene sobre interno… porque hubiese estado bueno que se sepa que se grabó en los estudios Ion, o quién toca en cada canción… por ejemplo en “Tren Azul” yo hago la primera parte del sol y Pappo la segunda; en “Egipto” yo toco la intro, y en “El Poder Es Mejor O Peor” la particularidad es que las guitarras las grabé todas yo, Pappo no toca nada, solamente canta. Pero en fin, fue una época muy divertida, éramos muy compinches con Pappo. En esa época yo prácticamente vivía en su casa.
¿Y por qué se terminó esa etapa entonces?
Porque Pappo se terminó yendo a EE.UU. Él tenía esas locuras… ¡y yo lo quería matar! (Risas) Le dije: “Boludo, dejamos Boxer, metimos con ‘Pappo En Concierto‘ dos funciones hasta las bolas en Obras, grabamos ‘Hoy No Es Hoy‘ en los mejores estudios de Buenos Aires con una producción de la puta madre… ¿cómo te vas a ir?” Eran esas rabietas que me agarraba con El Carpo.
Me imagino que sería difícil lidiar con la personalidad de Pappo.
Pappo te despertaba esas cosas de pasión que a veces te lo querías comer de un abrazo. Y te arrancaba cosas musicales tremendas. Tenía esas reacciones típicas de los personajes. Supongo que a Maradona le habrá pasado lo mismo con la gente que lo rodeaba. En lo profesional, creo que fue el guitarrista con el que más y mejor me llegué a comunicar y a entender. Era una cosa tremenda la química que habíamos logrado de ida y vuelta. Se me acercaba en el escenario y me decía: “¡cómo suenan las guitarras boludo, parecemos Judas Priest!”
Tu trayectoria junto a él tiene más mérito por ser también guitarrista, en un ámbito donde los egos a veces complican las relaciones…
Eso yo lo comenté con muchas personas a través de los años. Porque vos podés conservar un bajista, un baterista, un tecladista… pero cuando se trata de una banda donde el guitarrista ya es famoso, la cosa ya cambia. Yo creo que observó que nunca fui un tipo competitivo con él. Antes de empezar Riff, me acuerdo que vino de Europa y me hizo escuchar “If You Want Blood…” de AC/DC, un doble tremendo que me quemó la cabeza. Y yo le hice escuchar “Van Halen I” y Pappo enloqueció. Nos llevábamos tan bien porque teníamos los mismos gustos musicales: Michael Schenker a morir, Motörhead que él ya los había conocido en Inglaterra, Status Quo, Judas Priest… ¡me acuerdo que cuando me quedaba a dormir en su casa me despertaba a la mañana con “Breaking The Law” a todo volumen! (Risas) Por eso Riff tuvo esa identidad entre rockera dura y metalera.
ES MENESTER HABLAR DE RIFF
M gustaría repasar las diferentes etapas de Riff. ¿Cómo definís la grabación del debut “Ruedas De Metal”?
Con una sola frase: traumática. Grabamos en el estudio Take One en San Telmo y el técnico no estaba capacitado para grabar una banda de rock fuerte y lamentablemente no teníamos productor. Con Riff siempre fuimos reticentes a los productores, porque tampoco había productores idóneos. El sonido de “Ruedas de Metal” es vomitivo, espantoso. Y las cintas multitrack desaparecieron, por ende las reediciones fueron dejadas al libre albedrío. La verdad es que fue muy desagradable la forma en que se grabó.
Vos eras muy joven también…
Era muy joven, con nada de experiencia profesional y Pappo me bancó a morir. Creo que hay dos temas en los que no toco porque no me salían de los nervios que tenía de estar en el estudio y que todo el mundo te mire. Me acuerdo que entró El Carpo, se sentó al lado mío y me dijo: “Tranquilo. Prestame la guitarra. Esto es así, así y así”. Pero igual no me salían, así que El Carpo grabó en el disco dos bases en las que yo no toqué.
Y a los pocos meses graban “Macadam…” y “Contenidos” ¿cómo hicieron para sacar tantos discos en tan poco tiempo?
Hay un dicho que dice: “escoba nueva barre bien”. Había mucha voluntad, muchas ganas, mucho entusiasmo… Peyronel tenía una visión íncreíble en cuanto a la temática de letras. Éramos una máquina de componer. Me parece que estaba por ahí un poco el secreto.
Hasta que llega la separación después de “Riff en Acción” ¿Qué fue lo que no funcionó en la etapa con Danny Peyronel?
¡El quinto elemento! (Risas) En teoría la idea de la proyección internacional no era mala. A mí, Danny Peyronel la verdad que me cayó bien siempre, pero lamentablemente creo que se confundieron los tantos en ese momento. Y ahí es cuando se producen reacciones encontradas, porque Danny venía de trabajar con Meat Loaf, con el propio Michael Schenker en UFO, y evidentemente hizo muy bien su carrera, ha sido muy inteligente. El problema fue haber llegado fuera de época, cuando Riff ya era un éxito; entonces no podés imponer un quinto integrante de la noche a la mañana, en una banda que jamás tuvo teclados y encima yendo al frente. Creo que eso al Carpo no le cayó bien.
Los incidentes en el show de Ferro me imagino que tampoco ayudaron…
Durante años se dijo que Riff se separaba por ese fatídico show de “acaba el año sin cadenas”, pero en realidad Riff no se separó por eso. No te podes separar porque la gente entró al campo de juego, porque no se murió nadie. Los Redonditos de Ricota tuvieron muertos y no se separaron, porque las muertes no las provocaron ellos, fueron hechos desafortunados. Riff se separa no por lo de Ferro, sino por una cuestión interna que era obvia que iba a pasar. Es fácil decirlo ahora, pero en esa época yo no tenía experiencia, entonces me ganaban las posturas de los demás. Hoy propondría que nos sentáramos a ver qué queríamos hacer.
Al poco tiempo Pappo y Vitico decidieron rearmar la banda; pero ni vos ni Michel participaron…
Yo no participé porque, una vez más, hubo opiniones adversas y conspirativas. Primero, Peyronel estaba en el exterior, y después… en esa época me llamó un productor con una propuesta ridícula, y yo entré a Riff por Pappo… así que no me entusiasmó la idea para nada, y por eso no participé de ese disco.
RIFF A 90 DÉCADAS POR HORA
Para los 90, en la época de “Zona De Nadie” y “Que Sea Rock” finalmente lograron encontrar su sonido y al mismo tiempo, una relación más madura… ¿es así?
Si bien la grabación del primer disco fue caótica, con el tiempo la experiencia fue mejorando y ya “Zona De Nadie” tuvo otro concepto. Yo ya tenía una participación en cuanto a la escritura, porque tenía más experiencia, fue todo mucho más cuidado. “Zona…” se grabó en Ion con Jorge Da Silva… pero al tiempo volvemos al desajuste, porque Pappo hace un disco solista que explotó por el tema de la vieja (N: se refiere a la canción “Mi Vieja” del disco “Blues Local”, en su momento un éxito de ventas)
Y finalmente se vuelven a reencontrar para “Que Sea Rock”…
Volvimos con los conciertos junto a AC/DC, eso fue tremendo. Y después hicimos “Que Sea Rock” en el estudio Del Abasto con Alvarito Villagra, y ahí yo ya tenía el comando de producción de guitarras. Hay 200 anécdotas de esa época, pero ahí vuelve a suceder algo inesperado: El Carpo estaba en una situación delicada, porque el padre estaba muy jodido de salud y estaba muy preocupado. Entonces en tres temas míos, “En Un Harem De Agadir”, “Reza Duro” y “Estamos Hartos”, Pappo notó que no sonaban bien las guitarras y me pidió que yo grabe las dos guitarras de base y él hizo solamente los solos.
EL COMIENZO ERA EN EL FIN
Ahí cerraron el círculo. Y hablando de cierres, tu nuevo proyecto se llama justamente Fin De Una Era…
En realidad, la primera banda que armé fue Erosion (N: lo pronuncia sin tilde), con quien es -para mí- una de las mejores cantantes de power metal, Inés Vera Ortiz; pero le llegó una oportunidad de irse a Europa y no pudo continuar. Después aparece Bela, de la banda Afterlife, otra gran cantante de nivel internacional, pero que tampoco pudo seguir porque tuvo algunos inconvenientes personales, así que dejé colgado Erosion y decidí hacer un plan B: agarrar los temas más pesados de Riff y transformarlos en un formato sinfónico europeo, como una transición con Erosion; y ahí surge Fin De Una Era donde a los temas de Riff les agregamos teclados y no repetimos los solos de Pappo, sino que los reformulamos.
A pesar de que son temas de Riff, la idea no es copiarlos.
Tener una banda hoy que trate de copiar a Riff no me divierte, no me mueve un pelo. Para escuchar lo mismo andá a escuchar a Riff. Esto no es un tributo ni una imitación, es algo libre.
Aparte está Brenda Cuesta en la voz.
Al primero que invité fue a Walter Meza que no pudo continuar porque tiene sus compromisos y ahí es donde llamé a Brenda. Y cuando clavó las primeras voces me dije: a la mierda… (Risas) ¡Brenda le voló la peluca hasta a los más extremistas, hasta a los talibanes más rifferos! (más risas). Así que: ¡objetivo cumplido! Y mientras tanto sigo con Erosion de a poquito, con una cantante de la hostia, que no es argentina.
Fin De Una Era se estará presentando el próximo 19/11 en La Quadra Bar, Av. Gaona 2195, Ramos Mejía, GBA (Entradas acá.)
Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Creador del programa La Isla de los Monos, ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal, Mala Difusión y Devils Beat Records Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005.