Jim Morrison no solo era The Lizard King, ni tampoco el cantante de la gran banda de contracultura de la década de 1960, The Doors. No, también fue un poeta increíble, perspicaz e innovador. Esto no se refleja mejor que en su perfecto poema «Ode to L.A. While Thinking of Brian Jones, Deceased» (Oda a Los Ángeles mientras se piensa en Brian Jones, fallecido), escrito en 1969. Hoy, en ocasión del aniversario del final de ambos músicos -los dos se fueron de este mundo un 3 de julio, con dos años de diferencia-, lo traemos de vuelta a la luz a modo de recuerdo y homenaje para ellos, y solaz y placer para ustedes que nos leen.
Jim Morrison siempre vivió fuera del ámbito de lo que el establishment pensaba que debería ser un cantante. Ni preocupado por su imagen ni por su reputación de talento, el artista desafió a los críticos y siempre mantuvo el corazón palpitante de un poeta en el centro del escenario y bajo los reflectores. Problematizado y problemático, el ferviente deseo de Morrison de ser uno de los románticos de la Gran Bretaña del siglo XVIII se siente aún más prevalente cuando se analiza su poesía. Morrison comenzó a escribir en serio durante su adolescencia. En la UCLA estudió los campos relacionados del teatro, el cine y la cinematografía. Publicó por sí mismo dos volúmenes de su poesía en 1969, titulados «The Lords / Notes on Vision» y «The New Creatures».
El primero consiste principalmente en breves descripciones de lugares, personas, eventos y pensamientos de Morrison sobre el cine. Los versos del segundo son más poéticos en estructura, sensación y apariencia. Estos dos libros se combinaron más tarde en un solo volumen -titulado «The Lords And The New Creatures»- y fueron los únicos escritos publicados durante la vida de su autor. El frontman de The Doors se hizo amigo del poeta beat Michael McClure, quien escribió el epílogo de la biografía de Morrison de Jerry Hopkins, No One Here Gets Out Alive. Según los informes, McClure y Morrison colaboraron en una serie de proyectos cinematográficos que no llegaron a cristalizarse, incluida una versión cinematográfica de la infame obra de McClure «The Beard», en la que Morrison habría interpretado a Billy the Kid.
Muy temprano en su vida, el joven James Douglas ya había adquirido una fuerte pasión por la literatura y las palabras. La web Radical Reads, en un informe acerca de las lecturas favoritas del cantante, muestra cómo un compañero de la escuela secundaria recuerda a Morrison como un paria que se sentía profundamente atraído por sus lecturas: “Tenía toneladas de libros allí, en su habitación del sótano y yo los veía y no tenía ni idea de lo que significaba la mayoría de esas cosas», detalla. «Morrison devoraba libros cuando era un adolescente y estaba en otro mundo y hay que preguntarse cómo y cuánto le afectó eso… El punto es que estaba muy avanzado en términos de la literatura que asmiilaba y a veces realmente parecía convertirse en lo que leía».
Su profesor de inglés también compartió esta visión de la creciente mente literaria de Morrison y sus preferencias por lo provocador: “Todo lo que leía era completamente fuera de lo común. En ese momento yo tenía un amigo maestro que iba a la Biblioteca del Congreso para verificar si los libros sobre los que Jim estaba informando realmente existían o si los estaba inventando. Libros en inglés sobre demonología de los siglos XVI y XVII… otros niños leían a los autores representados en nuestra antología, y Jim leía los estudios de Burton sobre la sexualidad árabe» (!) Este sinuoso viaje literario de Morrison lo haría encapricharse con lo subversivo y deleitarse con temas confusos, saboreando la profundidad de la provocación. Se filtraría en sus letras y encontraría una salida de Morrison a través de formas más convencionales, mientras The Lizard King continuaba escribiendo poesía a lo largo de su etapa con la banda.
Una de esas odas que pergeñó fue su poema para el guitarrista y miembro fundador de los Rolling Stones, Brian Jones. El poema fue un pilar de los conciertos en vivo de la banda durante ese tiempo, ya que lo distribuía a la multitud presente antes del inicio de muchos de sus conciertos a través de un folleto que era toda una belleza gráfica, y eso sin tener en cuenta el conmovedor contenido. Así lo confirman las notas de Alan Graham que dicen que Morrison estaba “pasando el poema a todos los que conocía. Se publicó en forma de panfleto en pergamino blanqueado de color verde pálido con tinta verde oliva”.
Escrito no solo sobre su amada ciudad natal, Los Ángeles, el poema tiene más resonancia con el tema de Jones. El talentoso guitarrista, de solo 27 años, había sido hallado muerto en su piscina el 3 de julio de 1969 y a través de sus palabras Morrison rindió homenaje a la estrella como figura mítica. Solo dos años después, la propia muerte del Rey Lagarto le llegó a la misma edad y también su cuerpo fue encontrado en el agua… Busquen un momento tranquilo del día, vayan a un lugar sereno y lean el poema; les dejamos el famoso folleto, seguido de la transcripción y una posterior traducción. Y una vez que lo hayan hecho, si se sienten con ganas, vuelvan y nos cuentan qué les pareció.
Ode to LA while thinking of Brian Jones Deceased
I’m a resident of a city
They’ve just picked me to play
the Prince of Denmark
Poor Ophelia
All those ghosts he never saw
Floating to doom
On an iron candle
Come back, brave warrior
Do the dive
On another channel
Hot buttered pool
Where’s Marrakesh
Under the falls
the wild storm
where savages fell out
in late afternoon
monsters of rhythm
You’ve left your
Nothing
to compete w/
Silence
I hope you went out
Smiling
Like a child
Into the cool remnant
of a dream
The angel man
w/ Serpents competing
for his palms
& fingers
Finally claimed
This benevolent
Soul
Ophelia
Leaves, sodden
in silk
Chlorine
dream
mad stifled
Witness
The diving board, the plunge
The pool
You were a fighter
a damask musky muse
You were the bleached
Sun
for TV afternoon
horned-toads
maverick of a yellow spot
Look now to where it’s got
You
in meat heaven
w/ the cannibals
& jews
The gardener
Found
The body, rampant, Floating
Lucky Stiff
What is this green pale stuff
You’re made of
Poke holes in the goddess
Skin
Will he Stink
Carried heavenward
Thru the halls
of music
No Chance.
Requiem for a heavy
That smile
That porky satyr’s
leer
has leaped upward
into the loam
Jim Morrison Los Angeles 1969
Oda a Los Ángeles pensando en Brian Jones fallecido
Soy residente de una ciudad
Acaban de elegirme para actuar
del Príncipe de Dinamarca
Pobre Ofelia
Todos esos fantasmas que él nunca vio
Flotando hacia la perdición
En una vela de hierro
Regresa, valiente guerrero
Haz la inmersión
En otro canal
Piscina caliente enmantecada
¿Dónde está Marruecos?
Bajo las cataratas
la tormenta salvaje
donde los salvajes cayeron
al final de la tarde
monstruos del ritmo
Dejaste que tu
Nada
compita con el
Silencio
Espero que hayas salido
Sonriente
Como un niño
En el fresco remanente
de un sueño
El hombre ángel
con serpientes compitiendo
por sus palmas
y dedos
Finalmente reclamó
Esta benevolente
Alma
Ofelia
Hojas, empapadas
en seda
Cloro
sueño
loco sofocado
testigo
El trampolín, la zambullida
La piscina
Fuiste un luchador
una musa almizclada de damasco
Fuiste el blanqueado
Sol
para la tarde de TV
sapos cornudos
inconformista de mancha amarilla
Mira ahora adónde
te llevó
al cielo de la carne
con los caníbales
y los judíos
El jardinero
Halló
El cuerpo, desenfrenado, flotando
Cadáver afortunado
¿Qué es esta cosa verde pálido
de la que estás hecho?
Perforá agujeros en la piel de
la diosa
¿Apestará?
Llevado hacia el cielo
Por las salas
de la música
Ninguna chance.
Requiem para un heavy
Esa sonrisa
Esa mirada de puerco sátiro
ha saltado hacia arriba
en la tierra abonada
Jim Morrison Los Angeles 1969
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).