Nirvana: ni party planners ni party animals

Un 13 de septiembre como este, pero de 1991 y viernes, para más datos (el viernes 13 en EE.UU. equivale a nuestro martes 13, detalle no menor), Nirvana en pleno -Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic- estaba lanzando la fiesta de lanzamiento de su exitosísimo álbum “Nevermind” en un club nocturno gay-friendly en el centro de Seattle, llamado Re-bar. Lo que ninguno de los presentes sospechaba era que el célebre trío terminaría puesto de patitas en la calle… si trajeron su invitación y vienen con vestido de gala y/o de elegante sport, los invitamos a leer los pormenores de una noche donde, más que la casa, se tiró a la mismísima banda por la ventana.

La anécdota tuvo lugar poco antes de que Nirvana alcanzara la fama grande y fuera furor no solo en su país natal sino en el resto del universo. “Nevermind” era su segundo álbum y de hecho, podemos decir sin temor a equivocarnos que en aquel momento los tres músicos conformaban una banda sin pretensiones. Pero el disco, para sorpresa de muchos, pasó a vender más de 10 millones de copias y se convirtió en un mojón decisivo en la historia del rock, en particular de los 90… lo cierto es que antes de toda la fama, la riqueza y la gloria, se les expulsó de su propio paraíso. O mejor dicho, de la mencionada festichola.

Kurt Cobain en el Re-Bar y un gesto que indica que no la estaba pasando precisamente bien: “En cualquier momento tiro un guacamole y se pudre todo, se pudre”.

Por supuesto, la anécdota no surgió de la más absoluta nada, ya que el trío tenía sus buenos antecedentes de peleas; de hecho en el único show de Nirvana en Pittsburgh, a poco de la edición de “Nevermind”, la banda tuvo una discusión en el lugar del show, tras lo cual Kurt Cobain le prendió fuego a un catre. También hay una versión –nunca debidamente confirmada- que indica que tras una pelea con Axl Rose de Guns N’Roses en la fiesta de los Video Music Awards de 1992, Cobain y su esposa Courtney Love escupieron, orinaron y frotaron semen (¡) en lo que ellos pensaban que era el piano donde Rose tocaría “November Rain”; como fuere, justo esa noche Elton John tocó en lugar de Rose…

Nirvana original 7” single smells like teen spirit,... - Depop
Una pequeña joyita en vinilo: la edición original del single “Smells Like Teen Spirit”

Volviendo a la banda, sus tres integrantes ya habían establecido una sólida reputación en el underground de Washington por su excelencia como compositores e intérpretes desde que sus primeras grabaciones debutaron en el sello Sub Pop de Seattle en 1988. La banda ya tenía el single “Smells Like Teen Spirit”, el primero para el sello DGC de David Geffen, lanzado en Estados Unidos el 10 de septiembre de 1991. Pero nadie pudo predecir el torbellino de locura que surgiría a nivel mundial después de la fecha oficial de lanzamiento del álbum “Nevermind” el 24 de aquel mismo mes y año.

Sub Pop founder Bruce Pavitt on why he founded 8Stem - Business Insider
Bruce Pavitt (dueño de Sub Pop y deejay en la fiesta), de sombrero sombrerete abrazando a Krist Novoselic

Al comenzar a circular los rumores acerca de la increíble calidad de “Nevermind”, los dueños del Re-bar aceptaron que DGC y Nirvana celebraran la fiesta del lanzamiento del disco en el lugar, un salón de baile que un par de empresarios, Steve Wells y Pit Kwiecinski, habían abierto en enero de 1990 en un oscuro lugar oscuro (anteriormente el club Axel Rock) en el 1114 de la calle Howell, ubicado en la periferia del centro de Seattle. Re-bar se volvió popular organizando noches de música disco, exposiciones de arte, producciones teatrales, shows de burlesque y ocasionales conciertos en vivo de bandas locales. Con el tiempo llegaría a ser reconocido como un hogar apreciado y respetado por punks grunge, marginales, lúmpenes, drag queens, poetas, monstruos y celebridades, que ha permanecido como una joya de la corona de la comunidad LGBT de Seattle.

El Re-bar hoy: todavía están despegando los restos de tamales del techo

Pero manejar un espacio que atendía a ese segmento de público no era una tarea fácil. Como Wells explica: “Algo que la mayoría de la gente hoy en día ni siquiera puede imaginar acerca de la Junta de Control de Licores del Estado de Washington [WSLCB] a finales de los 80 y principios de los 90 es que obtener una licencia para vender cerveza y vino –ni hablar de espiritosas más fuertes- era un proceso muy difícil. Mantener la licencia podía ser aún más difícil. Especialmente en el centro de la ciudad”.

On This Day in 1991 Nirvana's Record Release Party for 'Nevermind' gets  shut down [Pics] | Sonic More Music

Wells continúa, mostrando un panorama no muy lejano de otras latitudes más sudamericanas… “Los nuevos clubes, especialmente aquellos gay o cualquier otro club donde hubiera música ‘negra’, estaban ya no bajo la lupa sino bajo el microscopio. En 1991 el Re-bar se hizo muy popular y naturalmente eso atrajo la atención de los agentes de la WSLCB. En las noches con mucha gente, a veces alrededor de las 1:30 am, incluso en noches con muy poco público, a menudo estacionaban sus coches al otro lado de la calle, observaban la puerta principal y hacían controles en el bar, pidiendo documentos, usualmente de modo muy conflictivo”.

La invitación a la partuza y su peculiar texto… ¿Sabían que triscaidecafobia significa lo que significa? Bueno, nosotros (antes de subir esta nota) tampoco.

Al sello nada de esto le importó y preparó entonces una tarjeta de invitación a la fiesta, encabezada con una palabra de seis sílabas que hace referencia al temor fóbico al número 13 (y un título inspirado en el único álbum de los Sex Pistols) y seguida de este atractivo texto: “No importa la triscaidecafobia, aquí está Nirvana –  El viernes 13, únanse a Nirvana y DGC Records para la fiesta  de lanzamiento en honor del álbum debut del grupo en DGC, ‘Nevermind’. Habrá comida comestible, bebidas, premios que querrán llevarse a sus casas, algunas sorpresas, gente para conocer, una banda para saludar… Pero no importa todo eso, lo importante es la música. Escuchar ’Nevermind’ en su totalidad y al mango”.

«- ¿Ese es un fotógrafo, Kurt? ¿Y nos va a sacar una foto? ¿Para la fiesta, Kurt? ¿Eh? ¿Eh?
– A ver si me dejás de inflar un poco los globos, Dave»

La representante de promociones de la DGC en el Noroeste, Susie Tennant, fue la anfitriona de la fiesta, que contaría con un par de barriles de cerveza y un pequeño catering. Una multitud de amigos de Nirvana y sus colegas músicos, además de peces gordos de Sub Pop – incluyendo al co-fundador Bruce Pavitt, que fue convocado como DJ -, empleados de las disquerías locales, conductores de radio y  otros miembros de la industria se reunieron en el Re-bar para una noche de diversión escuchando el nuevo disco. A Cobain, Novoselic y Grohl se les dijo que esta sería una noche de perfil bajo y que podían invitar a sus amigos. Una vez en el club, encontraron las paredes llenas de afiches y posters de Nirvana; la banda, que no gustaba de este tipo de eventos, debió charlar con todo tipo de personajes y freaks del mundo musical y soportar la audición de su álbum puesto a todo volumen dos veces seguidas.

«Arriba, abajo, al centro y adentro», brinda un no muy inspirado que digamos Dave Grohl

Al principio los miembros de la banda se mostraron simpáticos, firmaron autógrafos y hablaron muy bien de su nuevo álbum. Finalmente, un poco cansados de tanta repetición y achispados por el alcohol que corría a raudales (Cobain y sus amigos habían contrabandeado cinco litros del fuerte bourbon Jim Beam, lo cual constituía una violación de la ley local de licores), le pidieron que dejara de tocarlo y pusiera música disco y new wave. Steve Wells describe el lento declive de la conducta de la banda: “Todo anduvo genial durante dos horas”, recuerda. “Pero entonces me di cuenta de que Kurt, Krist, Dave y otros seguían yendo a la cabina del DJ, y obviamente se estaban emborrachando cada vez más… mucho más de lo que podían estar, bebiendo solo cerveza. Fue entonces cuando la cerveza libre se acabó, y las cosas comenzaron a ponerse un poco… ruidosas”. Y de hecho, empeoraron.

Grohl y Novoselic, tratando de ponerle onda al guateque. Todavía no lo conseguían.

A medida que la fiesta se iba agitando, Wells notó algunos autos sospechosos estacionados al otro lado de la calle, enfrente del bar. “Ahí nos dimos cuenta de que los coches de la WSLCB habían entrado al estacionamiento al otro lado de la calle, con los faros encendidos, apuntando a la puerta principal”, dijo. “Me asusté, subí a la cabina del DJ, y lo encontré con sus amigos chupándose una botella de medio galón de, creo, Jack Daniel’s… las botellas vacías cubrían todo el piso”. Y los Nirvana no estaban ayudando precisamente: según recuerda Wells, decidieron arrancar “todos los posters de las paredes”.

La invitación a la famosa fiesta se conserva junto a otros souvenirs del grupo en el Rock And Roll Hall Of Fame, que por lo visto para algo sirve.

Entonces Krist se acercó a la mesa del catering y le lanzó un tamal a Kurt. Kurt devolvió el fuego con una ronda de guacamole, luego voló una sandía llena de aderezo de ensalada… De repente, la comida estaba volando por todo el lugar: lo que se dice una auténtica “food fight” o guerra de comida, al mejor estilo de la peli “Animal House”. Según palabras del periodista musical Everett True, autor del libro “Nirvana: The True Story”, esto era moneda corriente: “Oh, siempre había una guerra de comida. Era inevitable. Estos tipos eran como nenes. Tiraban huevos, volaba comida sin parar, pusieron CDs en el microondas, era todo simplemente ridículo”.

De izq. a der., Susie Tennant, Marco Collins (el primer DJ que pasó en la radio a Nirvana), Cobain y Novoselic. Épocas en que “Nevermind” comenzaba a levantar vuelo.

“Fue muy divertido”, recuerda Kim Warnick (bajista de los punkis de Seattle The Fastbacks), “Hacían rodar barriles vacíos de cerveza por el suelo, era una gran joda”. El descontrol era incontrolable, de modo que Wells debió tomar cartas en el asunto: “Supongo que me asusté por toda la situación”, confiesa. “Logré arrinconar a los miembros de la banda … y con la ayuda de los porteros, ¡los eché fuera del club justo a tiempo para que todos ellos vomitaran en la vereda!”. Telón rápido.

Selfies del ’91: en plena fiesta, la banda se retrató con Shelli Hykras, fotógrafa y ex pareja de Novoselic.

Los miembros de Nirvana se quedaron en el callejón lateral durante un rato, riéndose y hablando por una ventana con sus amigos que todavía celebraban dentro. Novoselic recuerda, entre carcajadas, todo el asunto: “Nos reíamos”, dijo. “Decíamos, ‘¡Oh Dios mío, acabamos de ser expulsados de nuestra propia fiesta de lanzamiento!’”… La WSLCB invadió el club en ese momento y todo terminó. “Poco después”, concluyó Steve Wells, “los tipos de la WSLCB se acercaron con sus linternas, entraron al bar y ahí declaré que la fiesta estaba ‘TERMINADA’, encendí las luces, y les dije a todos que se fueran, quedando como un garca total con los presentes… Oh, bueno”, suspira.

Jeff Ross, el artista que diseñó e imprimió los primeros posters de gira de Nirvana, además de camisetas y otros posters para el sello Sub Pop durante los 90. Hoy vive en Belgrado, seguramente para que no le vuelvan a pedir prestada la casa luego de otra fiesta.

Mientras tanto, los Nirvana y unos cuantos amigos habían saltado a la limusina que Susie Tennant había alquilado esa noche, y se dirigieron a otra fiesta, esta vez en el vecino loft de Jeff Ross (el encargado de imprimir muchas de las camisetas de Nirvana). Expulsados también de ese lugar tras armar una guerra disparando algunos extintores de incendios (!), los descontrolados rockers terminaron su gran noche con un final alegremente anárquico y destructivo en el departamento de Susie. Otra vez según Everett, “Después de que nos echaran de la fiesta de ‘Nevermind’, nos fuimos a la casa de Susie y los pibes se pusieron sus vestidos y su maquillaje y bailaron por toda la casa; creo que fue la misma noche en que Kurt estuvo arrojando huevos con una honda desde la puerta de la casa de Susie a los autos de los vecinos”.

La imagen puede contener: 11 personas, personas sonriendo
Más recuerdos de la partuza: las fotos en blanco y negro son de la fiesta propiamente dicha, las fotos en color las tomó Courtney Love en el after party y muestran a Mark Lanegan, Kurt Cobain y Dylan Carlson (al centro y al fondo), vestidos y maquillados como verdaderas ladies.

A los pocos días, Nirvana salió a la gira de otoño presentando “Nevermind”, cosechando buenas críticas mientras el álbum capturaba la atención del mundo; los singles se pasaban a full por la radio, los videos por MTV y las vidas de los tres compañeros se vieron transformadas para siempre. Por su parte, el inmortal “Nevermind” sacudiría a la industria de la música vendiendo 2 millones de copias antes de fin de año y pasaría a ser reconocido como uno de los álbumes de rock’n’roll más grandes y mejor vendidos de todos los tiempos… pero esa es otra historia. En cuanto a esta, el que esté libre de pecados, ¡que arroje el primer guacamole!

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