PACIENTE: THE STOOGES «Live At Goose Lake, August 8th 1970» (Third Man Records, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: ¿Alguna vez desearon tener una máquina del tiempo para poder presenciar -entre otras tantísimas cosas, claro- eventos musicales legendarios? Por ejemplo, podrían ver a los Beatles perfeccionando su sonido en Hamburgo, o ver ese concierto de Sex Pistols que inspiró a generaciones de bandas, o estar en Woodstock o Rock In Rio, o ver el concierto debut de Riff o V8, o estar en el Altamont de los Stones (si les gustan las emociones fuertes), o presenciar festivales y conciertos que marcaron una época, un estilo o el pináculo de alguna banda… como por ejemplo el Goose Lake Festival, un festival de tres días anunciado como «el Woodstock de Michigan» que presentó a los indomables Stooges tocando su nuevo álbum (en aquel entonces, claro) «Fun House» en su totalidad. ¿No estaría mal, no? Bueno, ahora que el sello Third Man cumplió su promesa y sacó a la venta este hallazgo arqueorockológico (cuyos detalles oportunamente les anticipamos en MADHOUSE), pueden guardar su máquina del tiempo para propósitos y/o actividades más nobles, como acompañar a San Martín en el cruce de los Andes, eliminar a Hitler o domar dinosaurios (si les gustan las emociones fuertes).

Este «Live At Goose Lake», que incluye el rescatado show de los Stooges en el mencionado festival, tiene importancia histórica por ser la última aparición del bajista original Dave Alexander, pero también por mostrar a los Stooges en toda su desprolija y explosiva gloria, incluyendo sus faux pas técnicos. Van a escuchar a la banda afinando en escena, van a escuchar poca interacción con el público (al menos de manera audible)… pero cuando los Stooges tocan, es explosivo. Alexander fue despedido poco después de este show, cuenta la leyenda, por estar demasiado destruido (drogas, alcohol, nervios, lo que se les ocurra lo tuvo esa noche) para tocar correctamente, aunque este detalle no es muy perceptible a menos que lo estén escuchando con atención… algo que probablemente hagan luego de haber leído esta frase.

A medida que se escucha el disco, se aprecia que la banda, como unidad, tarda un poco en consolidarse: cuando llegan a “1970”, la pólvora del álbum de estudio parece finalmente secarse y encenderse, incluso a pesar del final despelotado. Ojo que no por esto vamos a negar que «Live At Goose Lake» sea un gran documento; es más, las desprolijidades lo realzan, le dan más vida, aún más credibilidad. El grito de apertura de Iggy Pop en «TV Eye» canaliza toda la energía primitiva de la banda -que la tenían, y mucha- y el trabajo de remasterización aclara el sonido embarrado de las grabaciones piratas que han estado circulando durante años. «Funhouse» en particular es la gran vidriera para la banda, con la sección rítmica apoyando sólidamente el combate cuerpo a cuerpo del saxo de Steve Mackay contra la guitarra de Ron Asheton, hasta que da paso al glorioso final con «L.A. Blues».

DIAGNÓSTICO: Un disco que vale la pena tener en nuestras colecciones, sin vueltas. «Live At Goose Lake» es una gran adenda a los álbumes originales de los Stooges que en sus mejores momentos justifica todo el barullo previo. Ideal para escuchar una y otra vez, sintiendo nostalgia de épocas que (muy probablemente, por cuestiones de edad) no hayamos vivido. Y aún mejor, nos evita el esfuerzo, el desgaste -y la monumental factura de electricidad- de viajar con nuestra valiosa máquina del tiempo.

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