CIENFUEGOS en Groove, 6/4/2019
Tras 12 años de ausencia, la banda de Sergio Rotman se reencontró con su público en dos shows sold out. Dada la trascendencia de este evento, MADHOUSE no solo no se lo perdió, sino que te lo muestra, te lo detalla y te lo cuenta.
El final de Cienfuegos (tras un intrascendente show que ofrecieron en el Salón Pueyrredón) había dejado un gusto amargo, no tanto por lo sorpresivo del adiós, sino por la desagradable sensación de lo que no pudo ser, tras tres discos de estudio y la falta de ese necesario hit crossover que ayude a la consagración anhelada. Fue por eso que, tras varios años y algunos tiros por elevación en la prensa, el anuncio de la reunión del grupo levantó polvareda en el ámbito rockero haciendo que se tenga que sumar un segundo show al previamente anunciado.
SE APAGA LA LUZ, SE HACE LA LUZ. Ya había pasado el DJ Set de Julián Della Paolera para ponernos a tono con varios himnos del punk y la new wave, cuando las luces se apagaron y comenzó a sonar la pista de «Toque Para Oggun», todo un guiño al recordado Toto Rotblat, percusionista y guía espiritual del grupo fallecido en 2008, tras la cual el Cienfuegos Modelo 2019 (Sergio Rotman en voz, Martín Aloé en bajo, Fernando Ricciardi en batería y el tándem de guitarras de Diego Aloé, Hernán Bazzano y Gigio González) se hizo presente con su clásica «Intro» seguida por la infaltable «Llega El Dolor”. Y a pesar de algunos pronósticos, la atmósfera de Groove no transformó al triplete guitarrero en una bola de ruido sino que, por el contrario, acompañó de manera precisa el espíritu potente, enfocado y algo desprolijo del sexteto.
TEMAS DESCOMPRIMIDOS. A nivel repertorio la idea fue repasar los tres discos de estudio de la banda en orden cronológico, es por eso que en la primera parte sonaron la aguerrida «Te Fuiste” en la voz de Martin Aloé, «Celoso» y «Malambo y el Fantasma» cantadas por Gigio González, la celebrada «Moonage Daydream» de Davd Bowie (¡Aimanaligeitor!) y la coreadísima «El Secreto Del nombre»(¡Mid-Ne-Re-Ly!), todas gemas de «20 Comprimidos», el clásico debut de 1997 reeditado en vinilo para esta ocasión. Rotman se mostraba entre moderado y distendido («Me dijeron que no hable tanto entre tema y tema», comentó entre risas) mientras buscaba cruzar miradas cómplices con Martín Aloé -que no acusó recibo en ningún momento, mostrando que la tensión que los llevó a la separación sigue en parte vigente- a lo que se sumaaron un Ricciardi impecable e imperturbable, un Diego Aloé con mucho feeling en los solos y Gigio y Bazzano manteniendo firme el pulso postpunk del grupo.
«El Mundo Es Tuyo» (con la participación del poeta amigo Pedro Naimogin) dio comienzo a la segunda parte del show, el cual recorrió el segundo disco «NS/NC» de 1998 incluyendo el hit «¿Querés Saber Lo Que Es Estar muerto?” y la gloriosa versión de «Once In A Lifetime» de Talking Heads, alabada días después en Facebook por el mismísimo baterista Chris Frantz (!)
Live from Buenos Aires! Great version.
Publicado por Chris Frántz en Domingo, 7 de abril de 2019
«Hay un silencio de cansancio», chicanea Rotman antes de la última parte del show ante un público que apenas podía enfrentar la intensidad de la banda cuando solo había transcurrido una hora de concierto. El frontman pareció disfrutar más que nadie del show y se la pasó haciendo chistes («A Chano le tiran corpiños, a mí zapatillas de hombre 49», bromeó cuando le revolearon un calzado), riéndose de su propia desconcentración (pifió el orden de las canciones un par de veces ante la mirada imperturbable de Martin Aloé) y marcando el ritmo del show que arrancó la tercera y última parte con «Hacia El Cosmos», el tema que titulaba su tercer disco de 1999.
EL ABRAZO DEL ADIÓS. «MHL / Doctor Li / Felicidad» marcó el primer amague de despedida, antes de que la banda saliera para los bises: «Sombras De La Noche”, la impactante versión de «Love Will Tear Us Apart» de Joy Division, la casi arrabalera «Deja Que Te Diga» y el ¿final definitivo? con la infaltable «La Eternidad», para la despedida -¡con abrazo incluido!- entre Aloé y Rotman, gesto que hace presagiar que, a pesar de que el cantante se despida con un «Nos vemos en el siglo treinta y siete», entre tanto D.H. Lawrence, tres cuchillos y un mar brillante sobre el horizonte, hayamos tenido un sueño de esos que queremos repetir pronto
Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Creador del programa La Isla de los Monos, ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal, Mala Difusión y Devils Beat Records Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005.