ALBUM REVIEW: FAKE NAMES - SELF TITLED » Get Some Magazine

PACIENTE: FAKE NAMES – “Fake Names” (Epitaph, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: Las palabras supergrupo punk pueden parecer una contradicción, pero todo depende de qué lado se las mire. Para ser claros, cualquier banda que reúna músicos de renombre hace fruncir el ceño a más de un purista. Encontrar el equilibrio entre trayectoria, musicalidad y composición no es cosa fácil y esta máxima atraviesa todos los géneros musicales. La diferencia, aparte de la calidad, depende de un componente que no se enseña ni se aprende -la química u onda, feeling, mojo, como quieran llamarla- y, como en casi todos los ámbitos, hay excepciones a la regla. Fake Names claramente es una de ellas.

Inicialmente formados en el 2016 como iniciativa del dúo de compositores /guitarristas Brian Baker (Minor Threat, Dag Nasty, Bad Religion) y Michael Hampton (The Faith, Embrace), sumaron luego los servicios del bajista Johnny Temple de Girls Against Boys y de Matt Schulz, baterista de Holy Fuck y solo necesitaban un vocero para afianzar el proyecto. Entre los varios postulantes capacitados para el puesto, Dennis Lyxzén (de Refused, The International Noise Conspiracy, INVSN) fue la pieza que faltaba para completar el rompecabezas. Correcta decisión.

No es difícil vaticinar el tipo de sonido que estos forajidos harían brotar de los parlantes, pero seguramente todos nos equivocamos a la primera escucha. Si bien el tema “Brick” contiene influencias de Dag Nasty, muchas de las nueve pistas que componen la placa mezclan influencias diversas con muy buen gusto y certera precisión. Desde la ultra ganchera “First Everlastin’” que combina coros powerpop con un estribillo adictivo, pasando por»Heavy Feather» y su sonido fuzz mezclado con sintetizadores new wave hasta llegar al pulso garage de “Being Them”, se puede apreciar el excelente trabajo de guitarras, con riffs minimalistas pero efectivos, sin pretensiones ni yeites marca registrada. Un dúo de guitarristas totalmente enfocados en la sinergia grupal y a favor de la canción. Punto a favor para los Fake Names. Y para no olvidarnos que esto se trata de un disco punk, las letras de Lyxzén oscilan entre la oscuridad y la confrontación tan marcada del hardcore pero aún así, con cierto tono irónico y burlón de sus giros vocales tan característicos, redondean el mensaje que plantea la banda con soltura y oficio.

Después de algunas escuchas varias de las canciones se tornan reconocibles y complacerán tanto a los punks vieja escuela como a escuchas novatos. Quizás el único punto en contra que se aprecia es la ausencia de una producción más “sucia” que, en mi humilde opinión, hubiera aportado cierta desprolijidad que encajaría muy bien con el enfoque global de la placa.

DIAGNÓSTICO: Está más que claro que el LP debut de Fake Names no agrega nada nuevo al canon del rock and roll, pero representa una colección sólida de grandes canciones interpretadas de manera honesta por músicos consumados y esto, bajo el preconcepto tirano de tratarse de un supergrupo, no nos puede dejar más satisfechos y conformes. Esperemos que la propuesta prospere y se animen a ir por más, porque talento les sobra.

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