
La transposición de una obra cinematográfica a una pieza teatral implica diversas acciones, entre ellas adaptar la historia, los personajes, los diálogos y la puesta en escena para que funcionen en el contexto de una sala de teatro. Y ahi estaba puesto el mayor desafio para este «Rocky» llevado adelante por Nicolás Vázquez (co director y productor general, además de obviamente protagonista) quien, luego de un largo recorrido, logró los derechos para llevar el clásico de Stallone al teatro, pero tomándose varias atribuciones por sobre el formato musical que se estrenó primero en Hamburgo en 2012 y luego en Broadway en 2014 ante críticas mixtas que destacaban la falta de ese encanto tan particular que tenía la versión filmica.

Y ahi está la clave del éxito de esta adaptación llevada adelante por Vazquez, ya que esta version teatral dejó de lado el género musical tan criticado para enfocarse en ser la copia mas fiel posible a la pelicula. Y para que la obra de teatro funcione en el espectador avezado en el universo Balboa, todos los guiños deben estar presentes. Y eso es lo que ocurre. Repasemos: tenemos la escena inicial con Rocky y Araña Rico peleando en un club de mala muerte, tenemos la soledad del boxeador en su casa sólo interrumpida por las tortugas Cuff y Link (a propósito, Stallone todavía las sigue teniendo casi 50 años después), tenemos el duro camino a la conquista del amor de Adrian (Dai Fernández en su primer protagónico) incluyendo el coqueteo en la tienda de animales, el paseo por la pista de hielo y el esperado primer beso; tenemos la oportunidad de la pelea por el titulo con el campeón Apollo Creed (interpretado por el dominicano Merlyn Nouel), tenemos el entrenamiento (con los consabidos golpes a las reses en el frigorifico y la subida de escalinatas) y tenemos también la pelea final. Todo con un detalle que fascinará al fanático y enganchará a aquellos curiosos que tocan de oído en la saga.
Pero todo lo anterior sería imposible sin la impecable produccion que, a través de escenarios rotativos y el uso de imagenes pregrabadas (algunas de ellas tomadas en las mismas locaciones originales en Filadelfia), le otorga un dinamismo a priori dificil de lograr en una sala teatral; sumado a algunas unas actuaciones convincentes, sobre todo la de David Masajnik en el rol clave de Mickey Goldmill, todo eso a pesar de que el Rocky de Vazquez por momentos no logre despegar al Semental Italiano de cierto tono paródico que termina afectando el aspecto dramático de la historia, algo fundamental en el filme.

Mencion aparte para la pelea final, donde la cercania del escenario con el publico y el uso de los pasillos del teatro se convierten en una ventaja, la cual junto con el maquillaje en tiempo real (y el infaltable «cortame el párpado, Mick») la iluminación, el sonido preciso y el dinamismo que brinda la emblemática música compuesta por Bill Conti (más la inclusión de una versión de «Eye Of The Tiger», tema que a pesar de no figurar en la primera película de la saga, su presencia aquí era casi obligatoria) logran sacar adelante el momento del film original quizas más dificil de emular.
Con un enfoque puesto en la tan remanida idea de resiliencia y el agregado de algunas escenas extras con participación femenina para estar un poco más a tono con la época, este «Rocky» teatral termina poniendo la emoción contra las cuerdas, sin necesidad de golpes bajos y un resultado que, sin llegar al nocaut, nos deja satisfechos al momento de sonar la campana.
FICHA TÉCNICA
Autores: Thomas Meehan y Sylvester Stallone
Música: Stephen Flaherty Versión: Fernando Mallorens y Federico González del Pino
Directores: Nicolás Vázquez y Mariano Demaría
Elenco: Nicolás Vázquez, Dai Fernández, David Masajnik, Leo Trento, Diego Hodara, Mercedes Oviedo, Gustavo Monje, Merlyn Nouel, Osky Vidal, Georgina Tirotta, Christian Giménez, Juan Mateo Halle y Alan Grinstein
Escenografía y Multimedia: Tato Fernández
Iluminación: Mariano Demaría y Santiago Cámara
Vestuario: Caro Fernández y Mechi Saladino.
Teatro: Lola Membrives (Av Corrientes 1280) Funciones: jueves a las 20.30, viernes a las 21.30, sábados a las 19 y 21.30, y domingos a las 19.

Baterista frustrado, docente y periodista especializado en cultura y espectáculos. Creador del programa La Isla de los Monos, ha colaborado en Rock.com.ar y las revistas Efecto Metal, Mala Difusión y Devils Beat Records Mantiene su blog Film Song (www.film-song.blogspot.com) desde 2005.