«Shelleyan hasta el final, una Cura para todo», con éstas palabras se presenta en su cuenta de Facebook Vamberator, la nueva banda de dos viejos conocidos: el cantante y multiinstrumentista Jem Tayle (Shelleyan Orphan) y el baterista Boris Williams (The Cure). La relación entre ambos data de 1989, cuando la banda de Robert Smith invitó a Shelleyan Orphan a ser parte de la gira «The Prayer Tour». Dos años más tarde, Williams se sumaría al grupo de Tayle, con quien luego formaría Babacar. Con Vamberator acaban de lanzar su primer single, pero el proyecto comenzó a gestarse hace algunos años como un lento proceso. A diferencia de los grupos que han compartido en el pasado, éste es el primero sin la cantante Caroline Crawley, quien fuera fundamental tanto Shelleyan Orphan como en Babacar y falleció en 2016. Publicado el 26 de julio, «Sleep The Giant Of Sleeps», es el primer adelanto de «The Age Of Loneliness», el primer álbum de la banda, que verá la luz el 1 de noviembre. Casualidades o destino, en la fecha del natalicio de Crawley, Tayle recibió a Williams en su casa de Bath, al sudoeste de Inglaterra, para hablar con MADHOUSE sobre sobre su flamante banda, en este ida y vuelta que ya comienza.
UN PROYECTO PENDIENTE DE DOS VIEJOS AMIGOS
Ustedes ya tocaron juntos en Shelleyan Orphan y en Babacar. ¿Qué los motivó a formar esta nueva banda? ¿Qué es lo que cada uno encuentra en el otro al momento de hacer música?
Boris Williams: Bueno, sí, es como si nos hubiéramos encontrado de nuevo, pero hemos estado siempre en contacto y sido buenos amigos todo el tiempo, y siempre tuvimos en el fondo la idea de hacer algo. Luego nos dieron la oportunidad grabar en un muy buen estudio de Italia, donde nos dieron muchas horas y las aprovechamos. Antes de eso, Jem venía escribiendo y arreglando música durante mucho tiempo. Entonces así fue como sucedió.
Jem Tayle: La oportunidad de grabar vino de parte de un sello discográfico italiano. Ellos querían hacer un álbum de Shelleyan Orphan, obviamente a causa de la muerte de Caroline ese proyecto no se concretó. Pero, de todos modos, aún querían que hiciéramos otro álbum y nos ofrecieron el estudio. Así que pasamos un par de años yendo y viniendo de Inglaterra a Italia, grabando el álbum que finalmente ya está terminado, listo para salir.
Hoy justo es 8 de agosto y Caroline Crawley estaría cumpliendo 61 años. ¿Cómo te sentiste componiendo este álbum sin ella?
JT: Sentí que esperar era lo correcto. Creo que necesitaba un poco de tiempo tras el fallecimiento de Caroline para ver si era posible continuar. En cuanto a mí, que pasé la mayor parte de mi vida escribiendo con ella, fue una prueba personal para ver si todavía aún tenía la capacidad de crear, y lo hice. Y para ser honesto, me sentí muy feliz de hacerlo una vez que empecé.
¿PSYCHO POP? ¡Y BUE, CÓMO USTED DIGA!
Hasta el momento sólo editaron el single «Sleep The Giant Of Sleeps», del que ya salieron varias reseñas que hablan de new wave, pop, psicodelia y varios géneros más. ¿Cómo describirían ustedes el sonido de Vamberator?
JT: Es difícil, porque yo no me siento a escribir algún tipo particular de canción. Este tema comenzó en el piano y después simplemente surgió. Me gusta escribir los arreglos para cuerdas y cosas así, después probé con otros sonidos que quedaban bien y antes de saberlo, tenía esta pieza de música que no sé cómo se llama, pero después espero que lleguen las críticas y digan que es «psycho pop» y yo digo, «¡Ok! ¡Es psycho pop!» (risas). No hay un plan. Y creo que cuando salga el álbum, verás que aunque hay un hilo conductor, las canciones son muy diferentes entre sí.
¿Cómo produjeron «The Age Of Loneliness»? ¿Ustedes dos tocaron todos los instrumentos?
BW: Somos tres los involucrados en el álbum. Charlie Jones (N. The Cult, Page & Plant, Goldfrapp) tocó el bajo en muchas de las canciones, y básicamente Jem tocó todos los instrumentos, incluyendo las baterías, porque yo solo miraba (risas). No, él toca todo, yo solo batería y percusión. Así que sí, incluso (a Jem) en algunas canciones también tocaste el bajo.
JT: Bueno, Charlie, Charlie Jones está en cuatro canciones. Quiero decir, para ser honesto, que es casi más práctico para nosotros hacerlo juntos, porque en algún momento habrá una banda tocando en vivo, pero para hacer el álbum, como viajábamos mucho a Italia, para nosotros era más lógico hacer todo lo que pudiéramos entre los dos. Así que gran parte se grabó en Inglaterra, en mi casa y luego, obviamente, en estos tiempos podés llevarte esos archivos al estudio. Así que gran parte se hizo así también.
¿Ya hay fecha para el lanzamiento?
JT: Sí, el álbum saldrá el 1 de noviembre. Lanzaremos dos canciones más antes de eso, una en septiembre y otra en octubre.
¿Piensan editarlo en CD o vinilo o solo saldrá para las plataformas digitales?
JT: Saldrá en CD y en vinilo.
BW: (A Jem) ¿En cassette no? ¿Aún no?
JT: (risas) No, en cassette no.
EL PRÓXIMO GRAN PASO, LLEVAR LA BANDA AL VIVO
Recién mencionaban que en algún momento habrá una banda en vivo, entiendo que están planeando presentar «The Age Of Loneliness».
JT: Sí, (a Boris), sí queremos, ¿no? (risas)
BW: Ese es el plan. Como puedes escuchar, hay muchos instrumentos en los temas, así que aún estamos trabajando en cómo hacerlo, en cómo incluir a otros músicos para poder replicar lo que grabamos en vivo.
¿Necesitan muchos más músicos para tocar estos temas en vivo?
JT: Sí, creo que el sonido sería un poco diferente. Hemos concluido que no intentaremos replicar el álbum exactamente como es.
BW: Porque hay muchas cuerdas en directo, por ejemplo, en el álbum. Así que es poco probable que lo hagamos en este momento. Pero muchas de las cuerdas en directo ya están seteadas porque Jem las escribió en el teclado. Así que también funcionan en ese sentido, sin tener que tocarlas en vivo.
JT: Encontraremos una manera. En cuanto tengamos nuestra unidad como banda podríamos encontrar una forma más simple de hacer las canciones.
EL BURRO, EL SENTIDO, EL VAMBERATOR
¿Cuál es el significado del personaje con la máscara de burro que aparece en el último álbum de Shelleyan Orphan, «We Have Everything We Need» (2008), y ahora regresa en Vamberator?
JT: Es un amigo mío (risas). Básicamente, la palabra Vamberator no existía antes de ser el nombre de nuestra banda, era un nombre que le podías poner a cualquier cosa y hacer que se sienta como cualquier cosa. Realmente no vemos a la banda como Boris y yo, es una cosa: Vamberator es una cosa. Vamberator es algo que puede expresar cualquier cosa, entonces quizás en el próximo álbum sea completamente diferente. Tener el burro es muy importante, en primer lugar porque enlaza con la última época de Shelleyan Orphan y con Caroline, así que mantiene una continuidad; y por otro lado, al principio esperábamos no tener que decir que éramos Boris y Jem, esperábamos poder decir simplemente que es el burro, que es Vamberator, y poder escondernos detrás de él, porque ahora somos dos señores mayores, que no son jóvenes que están entrando en los reinos del pop y el rock, y es diferente para nosotros. Porque no es que lo hayamos hecho, pero obviamente no vamos a competir en un mundo en el que muchas bandas jóvenes se disputan el espacio. Así que queremos existir en nuestro propio espacio. Entonces crear Vamberator y el burro es como crear nuestro propio mundo musical en el que podemos existir, si eso tiene sentido.
TIEMPOS DE REDES Y SOLEDADES
Recién mencionaste el último álbum de Shelleyan Orphan, permitime una opinión personal, creo que tanto «We Have Everything We Need» como «The Age of Loneliness» son títulos bellísimos. ¿Existe o pueden hacer algún tipo de relación entre los dos álbumes y el momento de sus vidas en que se produjeron?
JT: Bueno, con «We Have Everything We Need», en ese momento, Caroline y yo estábamos mirando un montón de cosas existenciales en nuestras propias vidas. Caroline tenía muchos problemas con los que lidiar y estaba su hija. Todos éramos como una unidad, incluyendo a Boris, y en los buenos momentos realmente sentíamos que teníamos todo lo que necesitábamos. ¿Qué más necesitábamos? Sí, hay problemas en el mundo, pero dentro de la propia unidad, si estamos todos conectados, no necesitamos nada más. Esta vez, con “The Age Of Loneliness”, la soledad está presente en todo en estos tiempos. La gente está desilusionada. Algunas de mis preocupaciones son la extinción de los animales, la naturaleza y el clima. Y el título se me ocurrió porque estaba pensando en el hecho de que si es un rinoceronte sabe que es el último, que creo que ha habido rinocerontes negros y blancos al borde de la extinción, el último animal, ¿sabe que es el último? ¿Es consciente en algún nivel fundamental y profundo de que es el último de su especie? Y de ser así, ¿experimenta soledad por eso o simplemente porque está solo? Es un título bastante profundo a su manera, pero se aplica a todo. Hay mucha soledad. Podés sentirte solo entre la gente porque no todos sienten lo mismo.
BW: Podés estar desconectado.
JT: Sí, desconectado de lo que está pasando en el mundo y en tu existencia.
BW: Creo que entre «We Have Everything We Need» y «The Age of Loneliness», lo que es muy diferente es cómo lo estamos enfocando. «We Have Everything We Need» se desperdició, porque dejamos que la discográfica lo promocionara y básicamente no lo hicieron. En cierto modo se desperdició, es una verdadera lástima. Y con «The Age Of Loneliness», como las cosas han cambiado también en cuanto a la forma de promocionar la música, lo estamos sacando nosotros mismos y asumiendo esa responsabilidad.
JT: Con las redes sociales podés llegar a la gente de otra manera, supongo. Antes se trataba de salir en una revista o cosas así. Al menos con las redes sociales, gran parte de eso está en tus manos y también alcanzan a mucha gente que le gusta la banda, entonces podés dirigirte directamente a la gente a través de tu página web. Eso es bastante diferente de cómo las cosas se han hecho, especialmente con Shelleyan Orphan, en el pasado, es diferente para The Cure porque era más una máquina, ¿no?
BW: Una máquina bien aceitada.
JT: Sí, pero para Shelleyan Orphan siempre fue bastante difícil conseguir prensa y poner las cosas en marcha, a pesar de que «We Have Everything We Need» tuvo muy buenas críticas.
Internet y las redes sociales son una herramienta y al mismo tiempo son como una bestia que no para de crecer.
JT: Es difícil porque tenés que trabajar más duro de una manera diferente. Tengo que ser sincero, no me interesan especialmente las redes sociales, no es que no me gusten. Para los jóvenes, creo que es su mundo, nacieron en él, lo usan. No me gusta tener que estar mirando en el teléfono o la computadora cuántos «me gusta» tengo. Pero con esto, tenés que estar pendiente. Tenés que alimentar la máquina, lo que es bastante extraño, porque has hecho tu música, has sido creativo, y de repente esto es otra cosa, además hay que tener fotos y cosas así. Tal vez cuando sos más joven no es tan malo, cuando sos mayor no te interesa tanto, se trata más bien de la música y el contenido de la música.
BW: Y hacerlo.
JT: Sí, eso es lo más importante. Y es genial conocer la reacción de la gente, eso también es muy importante, no hacés esto en una burbuja. Necesitás feedback para sentirte justificado en lo que hacés.
El feedback a veces es casi inmediato, ni bien suben algo ya aparecen los comentarios.
JT: Sí, como cuando comentan que tocamos psycho punk o lo que sea que la gente diga. Pero sí, es interesante, te hace reír también. Es bastante divertido cuando la gente toma una decisión sobre lo que es tu música. Ok, será eso (risas).
BW: Es lo que tiene la música, cada uno hace de ella lo que quiere en cierto sentido.
JT: Sí, a la gente le gustan las etiquetas, quieren tener una etiqueta.
O un tag, como se dice ahora.
JT: Exactamente, un tag (risas).
ENTRE SUEÑOS Y PLEGARIAS
Si no me equivoco, la primera vez que tocaron juntos en un escenario fue en 1989, en la última fecha del «Prayer Tour» de The Cure, cuando las dos bandas tocaron juntas la canción «Forever», ¿Qué recuerdos tienen de ese tour que compartieron?
JT: Para Shelleyan Orphan fue fantástico, fue increíble que nos hayan invitado a la gira, porque antes de eso, Caroline y yo tocábamos en lugares pequeños, tal vez para quinientas o a veces mil personas, y solíamos tener el trío de cuerdas (violonchelo, violín y viola), oboe y piano. El sonido era bastante delicado, no era un gran sonido porque los instrumentos eran acústicos. Así que cuando Robert Smith nos pidió tocar en la gira fue como, «Oh Dios, ¿cómo vamos a hacer esto en estadios?» Entonces tuvimos que conseguir baterista, bajista eléctrico y de repente guitarra eléctrica. Tuvimos que cambiar cómo lo hacíamos, lo que fue una buena lección para mí y Caroline. Y fue una experiencia increíble pasar de eso a, de repente, estadios, sin mucho en el medio. Y los miembros de The Cure fueron muy, muy amables con nosotros. Así que fue una experiencia increíble. Gracias a eso Shelleyan Orphan hizo muchos más fans y fuimos bien recibidos en la mayoría de los países. Nos fue bien, así que fue fantástico. Y también ser testigo de una banda de esa talla cada noche y ver cómo trabajaban me abrió los ojos. Como fan de la música fue fantástico, un sueño hecho realidad.
¿Tuvo que ver ese tour con cierto cambio en el sonido Shelleyan Orphan? Los dos primeros álbumes tienen esa especie de mezcla de pop con música de cámara (o «pop de cámara», quizás) y «Humroot» (1991) tiene algo más de rock alternativo, más eléctrico, aunque con el estilo de Shelleyan Orphan.
JT: Bueno, la cosa conmigo y Caroline es que aunque hicimos, si querés, pop de cámara o como quieras llamarlo, nos encanta la música pop. Las cosas que escuchábamos eran rock, pop o lo que sea. Me encanta la música disco, me encanta Barry White, me encantan Sparks, T-Rex, muchas cosas con las que crecí, así que ya están dentro tuyo. Es sólo que cuando Shelleyan Orphan comenzó, hicimos ese tipo de música, ese pop. Intentábamos no sonar como nadie más, pero obviamente, con el tiempo tus influencias salen a la luz. Y en «Humroot», el haber hecho la gira de The Cure y poder trabajar con un baterista cambió mucho nuestra forma de componer, sobre todo cuando se sumó Boris. Antes de hacer el álbum, teníamos un baterista con el que, tengo que admitir, no estaba muy contento. No era creativo y quería que le pagáramos mucho dinero por hacer el álbum. Rough Trade, nuestra compañía discográfica, dijo que no lo pagarían y yo estaba bastante contento por eso, pero pensé, «Oh, no tenemos un baterista». Boris simplemente intervino y dijo, «yo lo haré». Y puedo recordar que el primer ensayo que tuvimos repasando las canciones fue fantástico, comprendí la diferencia entre tocar con un baterista normal y tocar con un baterista fantástico. Básicamente, Boris es un baterista muy musical, no sólo rítmico, es muy musical, y eso nos vino muy bien a Caroline y a mí. (A Boris) Gracias.
¿Qué proyectos hay para los próximos meses de Vamberator?
JT: Formar la banda es el próximo paso. Nos han ofrecido algunos shows en el extranjero; en Italia, Francia, y posiblemente otros lugares. Así que lo haremos, espero. Pero sí, para nosotros ensamblar una banda es lo más importante, y no es fácil, porque tenés que pagarles a los músicos y todavía no tenemos dinero para eso. Así que, será un desafío, pero lo conseguiremos. Encontraremos una manera.
Para terminar, ¿hay algo más que quieran decir a los lectores de MADHOUSE?
BW: Bueno, algún día podemos ir a Argentina, a Buenos Aires, y tocar allí. Eso sería genial.
Respirando desde 1988. A veces tocando, a veces escribiendo. Ocasionalmente columnista del Diario La Tercera, Plan B Fotorock y Revista The13th. Toqué en Sarcástico, Tiempo y Forma, Cultura Pájaro, TrueScope, y otros grupos. Fanático del mate y de los gatos. Arquero. Cuervo.