Dice el dicho que segundas partes nunca fueron buenas. De hecho, en el caso del segundo álbum de los Beastie Boys, esto se cumplió a medias: cuando fue lanzado el 25 de julio de 1989, «Paul’s Boutique» fue considerado un fracaso, sí, pero más que nada comercial, ya que logró un solo disco de oro luego de su megaexitoso debut «License To Ill» de 1986, que puso a todo el mundo a pelear por su derecho a festejar. Para sumar elementos a la crisis, en este disco la banda se fue de su sello original y reemplazó al famoso productor Rick Rubin por el dúo de Los Ángeles Dust Brothers, que había producido»Wild Thing» de Tone-Lōc. Con estos cambios, mucha gente (fans desesperados, ejecutivos despiadados y periodistas enterados) predijeron en su momento que el final del trío y casi casi del fenómeno del rap y el hip hop estaba cerca… ¿pero fue tan así? Sigan leyendo que ya les contamos.
Bueno, cortémosla aquí con el suspenso internetero barato: como ya se imaginan o intuyen o sospechan o directamente saben, los Beastie Boys no solo sobrevivieron a su supuesta crisis sino que además demostraron que sus detractores estaban equivocados. Un cuarto de siglo después, «Paul’s Boutique» se considera un clásico que influyó en innumerables artistas de varios géneros, sin contar que tambien ayudó a tres chicos blancos de Brooklyn –Mike «Mike D» Diamond, Adam «Ad-Rock» Horowitz y Adam «MCA» Yauch– a cambiar la cara del hip-hop. Para celebrar entonces su triunfo y un nuevo aniversario de este álbum (treintañero y pico ya), rescatamos algunos datos fascinantes, encantadores y curiosos sobre «Paul’s Boutique» que quizás no sabías, no conocías o no recordabas.
1. EN SU MOMENTO, «PAUL’S BOUTIQUE FUE UN FRACASO. En el año final de la década del ’80 (salvo que consideres que la década terminó en 1990, lo que siempre es materia de discusión), el segundo álbum de los Beastie Boys solo alcanzó el puesto número 24 en las listas de álbumes de R&B/hip-hop y apenas consiguió un disco de oro el año de su lanzamiento; quizás no fue tan malo, pero sí lo fue a la luz de la comparación de su álbum debut, «License to Ill», que tres años antes había llegado al número 1 en el ranking Billboard 200 general (de hecho fue el primer álbum de rap en lograr esa hazaña), sin contar el pequeño detalle de llevarse nueve discos de platino. A pesar de sus escasas ventas, «Paul’s Boutique» recibió aplausos de la crítica estadounidense y mundial por su innegable valor artístico y hoy en día es considerado uno de los álbumes más innovadores de la década de 1980.
2. ESTE ES UNO DE LOS ÁLBUMES CON MÁS SAMPLES DE TODOS LOS TIEMPOS. Según Mike D, «Cuando grabamos este disco una de las cosas que me resultaba sorprendente en términos de sampling era que podías juntar a cualquier grupo que quisieras. Podías poner una línea de guitarra de Jimi Hendrix, Miles Davis tocando un instrumento y luego un loop de batería de un disco de James Brown. Podías tener cualquier tipo de yuxtaposición, una combinación loca de quien sea, lo que sea y cuando sea, todo junto y como quieras. Para mí, eso hace que el sampling sea tan único. Desafía completamente lo que podés hacer en términos de juntar a la gente y realmente hacer música». Es que los Beasties samplearon a rajataba a innumerables artistas de los más diversos estilos (del rock al soul al punk al rhythm’n’blues al funk al pop a la disco etc. etc. parando en todas), incluidos los Ramones, Kool & the Gang, Sugarhill Gang, Diana Ross, Curtis Mayfield, Elvis Costello, Commodores, Alice Cooper, Cerrone, James Brown, Public Enemy, Sweet, Isaac Hayes, Sly & The Family Stone y Afrika Bambaataa, por citar algunos; para ser honestos, el álbum estaba compuesto casi en su totalidad de samples. «El noventa y cinco por ciento del disco fue sampleado», dijo una vez el ingeniero de sonido de Paul’s Boutique, Mario Caldato Jr., a la revista Rolling Stone. Arriba pueden escuchar la lista completa.
3. «PAUL’S BOUTIQUE» TRAJO A LOS BEATLES AL HIP HOP. Antes de “Paul’s Boutique”, samplear a los Beatles era algo que prácticamente nadie en el mundo del hip-hop se había atrevido a hacer, en parte porque sabían que nunca obtendrían permiso y en parte porque probablemente los demandarían. Los Beastie Boys lo hicieron de todos modos en “The Sounds of Science”, y agregaron fragmentos de varios temas de los Beatles, entre ellos “Back in the U.S.S.R.” y “The End”. Aunque este atrevimiento molestó a los herederos de los Fab Four, los Beastie Boys lograron evitar pagar las regalías y, al hacerlo, envalentonaron al mundo del hip-hop para sumergirse un poco más en el catálogo Beatle, lo que a su vez allanó el camino para el famoso “Grey Album” de Danger Mouse de 2004, que mezclaba el “Black Album” de Jay Z y el lanzamiento homónimo de los Beatles (también conocido como “The White Album”).
4. LA BANDA TUVO QUE GATILLAR UN CUARTO DE MILLÓN DE DÓLARES POR LOS PERMISOS DE LOS SAMPLES. Claro que esto fue a finales de los 80: hoy les costaría quién sabe cuántos millones… Según Caldato, los B-Boys tuvieron que poner aproximadamente un cuarto de millón de dólares por derechos de autor pagaderos por el uso de los chiquicientos samples en «Paul’s Boutique»:«La lista de samples del álbum es tan larga que todavía los están demandando por ello», remarcó e ingeniero… Se estima que con las leyes y tarifas de permisos actuales, los Beasties nunca podrían obtener el permiso para todos los samples que usaron, y si lo hicieran, les costaría una incalculable fortuna.
5. ESTE DISCO MARCÓ EL ADIÓS AL SELLO DEF JAM. Después de lanzar Licensed to Ill, los Beastie Boys se separaron polémicamente del icónico sello de hip-hop de Rick Rubin, Def Jam, para irse al sello corporativo Capitol/EMI. Muchos fans criticaron esta decisión, pero la relación del trío con Capitol terminó siendo increíblemente fructífera, y el nuevo sello lanzó el resto de los álbumes de estudio del trío durante toda su carrera.
6. EL ÁLBUM PUSO A LOS DUST BROTHERS EN EL MAPA. Los beats y sonidos basados en samples de “Paul’s…” fueron producidos en parte por los Dust Brothers (John King, también conocido como King Gizmo, y Michael Simpson, también conocido como E.Z. Mike). El dúo de Los Ángeles había trabajado con artistas como Tone Loc y Young MC antes de colaborar con los Beasties, pero el éxito de “Paul’s…” les dio status de productores de primera división. «Matt Dike nos presentó a Mario Caldato, el ingeniero con el que había construido un estudio improvisado en el apartamento de Matt en Santa Monica Boulevard, en Hollywood. Allí estaban grabando pistas instrumentales con dos fans del hip-hop llamados John King y Mike Simpson, que grababan bajo el nombre de Dust Brothers», explica Mike D. «Nos encantó su música en cuanto la escuchamos e inmediatamente quisimos trabajar con ellos en nuestro próximo disco; su material tenía una onda completamente diferente a las pistas de ‘Licensed to Ill’: más funky, más jazz, menos rock clásico, más R&B. También traspasó los límites de lo que pensábamos que era posible con la música basada en samples». Los DB trabajaron luego en el recordado “Odelay” de Beck y en la banda sonora de la película “El Club De La Pelea”.
7. LA BANDA PREDICÓ CON EL EJEMPLO. Los ritmos pesados y las letras alocadas, rebeldes y juveniles de «License to Ill» hicieron que la gente pensara que los Beasties eran a lo sumo una banda chistosa y festiva, lo que le valió a su música la etiqueta de «hip-hop de fraternidad», es decir lo que escucharían en las fraternidades universitarias. La complejidad y la naturaleza experimental de Paul’s Boutique, así como sus temas inteligentes y más maduros, permitieron a los Beastie Boys deshacerse de esa etiqueta despectiva y ser tomados más en serio. El grupo no solo rapeaba sobre la vida a lo grande, sino que en realidad hacían muchas de las cosas sobre las que cantaban. «Las canciones hablaban realmente de la vida que vivíamos», dijo el ingeniero Caldato. «Nos alojábamos en hoteles de lujo, comíamos en restaurantes de lujo, alquilábamos Beemers (N: slang para las motocicletas BMW), le arrojábamos huevos a la gente. Muchas de ellas son historias reales. En ‘Egg Man’, la letra dice ‘Arrojando huevos desde el Hotel Mondrian a los coches que pasaban’, y eso hicieron… ‘¿Relajándonos con Bob Dylan?’ Sí, lo hicimos. Fuimos a una fiesta de Navidad que Dolly Parton celebró en su casa. Había un montón de famosos, ¡y estaba Bob Dylan! Pensamos: ‘Fuck, vamos a fumarnos un porro’. ¡Así que nos fumamos un porro con Bob!».
8. EL DISCO SE GRABÓ EN UN ESTUDIO… Y EN UN DEPARTAMENTO. Todas las canciones se grabaron en la sala de estar de Matt Dike (N.: Cofundador del sello Delicious Vinyl, ya fallecido) en Los Ángeles, con la excepción de «Hello Brooklyn» y «A Year and a Day» de la suite «B-Boy Bouillabaisse»; «A Year…» se grabó en el edificio de apartamentos de Yauch en Koreatown, Los Ángeles; esta ubicación aparece en las notas del álbum como Opium Den. Las grabaciones de «Paul’s Boutique» fueron mezcladas más tarde por los Dust Brothers en los Record Plant Studios, también en LA. Nuevamente Mike D es el encargado de hacer memoria: «Empezamos a trabajar juntos y terminamos grabando la mayor parte de la música y una buena cantidad de voces en el apartamento de Matt, conocido como The Opium Den (N. el fumadero de opio). Pudimos haber grabado todo nuestro álbum ahí, y en retrospectiva, no sé por qué no lo hicimos. En Capitol pudieron haberse puesto nerviosos por el hecho de que estuviéramos grabando en un depto de mierda en medio de una zona de drogas y prostitución. O tal vez estábamos inseguros y pensábamos que para hacer un disco ‘grande’ teníamos que hacerlo en un estudio ‘grande’, con tipos usando mullets (N.: corte de pelo típico de los 80s) y listos para instalar un micrófono o enrollar un cable. O tal vez pensamos que era divertido grabar donde Debbie Gibson y Lionel Richie grabaron. De todos modos: terminamos mezclando el disco en Record Plant, un estudio icónico de Los Ángeles».
9. LA GRABACIÓN FUE INTERRUMPIDA POR LOS GUNS N’ROSES (!). Mike D cuenta una anécdota acontecida en losestudios Record Plant, mientras los BB regrababan febrilmente todo lo hecho en el departamento. En palabras de Mike D: «Un día llegó un enorme equipo de video al estudio que estaba al otro lado del pasillo. Servicios de edición multiplicados por diez. Un ejército de tipos con rollos de cinta colgando de sus cinturones y walkie-talkies en sus hombros. De repente, había alfombras persas por todas partes. Montones de botellas de alcohol distribuidas por el estudio. Resultó que Guns N’ Roses estaba allí para filmar el video de ‘Patience’. Primero nos topamos con Slash, brevemente. Un tipo agradable. Sombrero grande. Luego, junto al mostrador de recepción, conocimos al bajista, Duff McKagan. Empezamos a hablar de hardcore y resultó que estaba en una banda que habíamos escuchado mucho en “Noise the Show” en nuestros días de hardcore: los Fartz, una banda hardcore de Seattle. Así que ahí estábamos, conociendo a alguien de una banda gigantesca que viaja alrededor del mundo en alfombras mágicas, sin que sus pies toquen el suelo, y nos dimos cuenta de que teníamos más en común de lo que jamás hubiéramos pensado...»¿Y qué onda con el resto de la banda, se preguntarán? «Eso sí, nunca nos topamos con Axl», concluye.
10. LA BANDA CONCLUYÓ EL DISCO EN UN GRAN ESTUDIO (PERO EN EL FONDO PREFERÍA LO GRABADO EN EL DEPTO). A veces lo barato sale caro… pero a veces no: «Después de terminar un par de canciones —»Shake Your Rump» y «Car Thief»— escuchamos lo que habíamos hecho y mierda, lo que habíamos hecho en la casa de Matt era mejor. Sí, algunas de las nuevas voces eran más fuertes, pero estábamos decepcionados. Nos volvimos más ‘pro’ y perdimos algo de crudeza. Esto suele pasar cuando las bandas regraban sus demos: logran una grabación más pulida pero pierden algo de la esencia mágica del demo. Sí, así es: esencia mágica», explica Ad-Rock. Tras un tercer intento en otro estudio que tampocoi funcionó, la banda tuvo que decidir qué hacía y así volvieron a Record Plant, a pesar de estar disconformes. «Lo reservamos durante semanas para terminar el disco, grabar las voces finales, los scratches, las sobregrabaciones y la mezcla. Podría haber sido un plan productivo si no hubiéramos decidido alquilar una sala de juegos completa y ponerla en la sala principal del estudio. Nos grabamos jugando al ping-pong en estéreo, para que se pudiera desplazar hacia la izquierda y hacia la derecha en los auriculares. Supongo que nos hizo sentir grandes». Mike D termina la historia con resignación: «Lo positivo fue que finalmente terminamos Paul’s Boutique en ese segundo intento. El lado negativo es que gastamos MUCHO. Fuckin. Dinero. Muchísimo. No sé la cantidad exacta, pero fueron cientos y cientos de miles de dólares que nos adelantó Capitol, que saldrían de nuestras regalías. Fue un desperdicio aún mayor porque todavía nos gustaban más las pistas instrumentales del depto de Matt. Sin embargo, la montaña de guita que acabábamos de desperdiciar pronto sería el menor de nuestros problemas.
11. EL PLAN PROMOCIONAL DE CAPITOL PARA EL DISCO INCLUÍA UNA PELEA CON EL RAPPER MC HAMMER. Justo después de que la banda entregara la versión final de Paul’s Boutique, el presidente de Capitol Records renunció. Casi al mismo tiempo, el tipo de A&R que contrató a la banda también renunció: de golpe el sello tenía caras nuevas y una banda nueva. «Entonces Capitol nos convocó a una reunión de marketing para lanzar el disco», recuerda Ad-Rock. «Nos hicieron sentarnos con su ‘equipo callejero’ para averiguar cómo correr la voz en ‘las calles’. ¡Apa!. Su plan de marketing era que hiciéramos un diss record (N.: de «disrespect», faltar el respeto; disco o canción cuyo propósito es atacar verbalmente a otra persona, generalmente a otro artista, algo común entre los rappers y el ambiente del hip hop) contra MC Hammer. Dijeron que los discos diss siempre reciben atención, y como Hammer era tan grande, sería genial. Ah, y que como el tipo también estaba en Capitol Records, no habría drama para explicarle que todo esto era publicidad. Les dijimos a esos bobos que no conocíamos a Hammer y que no teníamos nada en su contra, y que parecía un tipo agradable. Que tal vez era mejor intentar que las canciones sonaran en la radio y en los clubes y esas cosas. Para ser justos… Adam, Mike y yo fuimos a esa reunión drogados y volando como barriletes y vestidos con nuestros mejores trajes de Madilyn Grasshoff, luciendo como si fuéramos camino a un concierto de Cymande. Estoy seguro de que la desconfianza era mutua». Por supuesto esta movida no se llevó a cabo, pero habría otras…
12. EN REALIDAD, CAPITOL DEJÓ A LA BANDA DE LADO POR DONNY OSMOND (!). Así es, en el sello nuevo priorizaron la promoción del álbum solista homónimo del cantante y actor Donny Osmond, uno de los famosos Osmond Brothers. Tras la edición del disco, la banda rebosaba de autoconfianza: «Simplemente asumimos que, como ‘Licensed to Ill’ vendió mil millones de copias, Paul’s Boutique haría lo mismo. Pero no fue así«, cuenta Ad Rock. «Fui a Tower Records en Sunset Boulevard un par de días después de que salió y no tenían ninguna copia. Pensé: ‘Genial, esta mierda se agotó enseguida y seguimos siendo grandes’. Resultó que se agotaron rápido, pero Capitol solo había enviado, no sé, unos cien CDs…». El sello claramente no estaba promocionando al disco como el trío esperaba, por lo que concertaron una reunión con el nuevo presidente de Capitol, la cual tardó en concretarse: «Pasaron un par de semanas y finalmente nos reunimos con él. Lo primero que noté es que el tipo tenía 50 y pico, calvo en la parte superior con una pequeña cola de caballo en la nuca y usaba una camiseta nueva de la gira de Grateful Dead. (¡Ajjj!) Así que nos sentamos y, antes de que pudiéramos preguntar nada, nos dijo algo como… ‘Vean, chicos. Soy un Dead Head (N. Fan de los Grateful Dead), así que conozco su situación. La empresa está muy ocupada ahora mismo. Todos estamos trabajando muy duro en el nuevo álbum de Donny Osmond, así que lo dejamos para la próxima. ¿Okey?’. Un momento… ¿Qué? Acababa de decirnos a nosotros, los chicos multiplatinos que luchamos por nuestro derecho a la fiesta, olvídense del disco que estuvieron haciendo los últimos dos años. Olvídense de que hicieron una movida riesgosa cortando lazos con Rick, Russell, Rush y Def Jam. Olvídense de toda esta mierda que les cambió la vida como banda, como personas y como amigos, porque el nuevo disco de Donny Osmond es un poquito más importante que el suyo. Simplemente vayan, hagan otro disco y veremos qué pasa cuando eso pase. Todo va a estar bien… Regla de la industria N° 4080: la gente de las discográficas es turrrrbia». El final de esta anécdota cuenta que el fan de los GD fue reemplazado poco después por «algún otro ejecutivo discográfico blanco de mediana edad» y la vida continuó, a pesar de que la decisión afectó las ventas de «Paul’s Boutique». No obstante, la banda logró mantener una buena relación con el sello; según AD Rock, «Aparte de este problema técnico, Capitol siempre nos apoyó mucho a nosotros y a lo que hacemos. No estoy tirando mierda al sello, porque, la verdad, para ser un sello grande con un gran negocio que gestionar, nos dejaron solos para hacer lo que queríamos, y probablemente no podríamos haberlo hecho en otro lugar. Dicho esto… si quieren pasar un buen rato, busquen ‘Donny Osmond Sacred Emotion’ en YouTube: aquel Dead head tenía a la empresa metida hasta la nariz con eso».
13. LA TAPA DEL ÁLBUM ES DE UNA AUTÉNTICA ESQUINA DEL LOWER EAST SIDE DE MANHATTAN. Fue el homenaje del trío a su amada ciudad de Nueva York. La portada del álbum se despliega para mostrar una vista panorámica tomada desde la esquina de las calles Ludlow y Rivington en Manhattan, el territorio natal de los Beastie Boys. Aunque la tienda que se ve en la foto se muestra como «Paul’s Boutique», colgaron un cartel falso específicamente para la sesión de fotos, pero el nombre del negocio en realidad era Lee’s Sportswear.
14. LA FOTO DE TAPA FUE TOMADA POR TRES PERSONAS (UNA DE ELLAS IMAGINARIA). La foto que finalmente ilustró la tapa del álbum se atribuyó a Nathanial Hörnblowér, pero en realidad ese era el seudónimo irónico de Adam Yauch. Según recuerda Ad-Rock, «El apodo de Yauch era The Techno-Wiz (N. el mago de la tecnología), porque se le ocurrían todas esas ideas locas. Un día vino y nos dijo, ‘Escuché acerca de una cámara que toma fotografías de 360º’, y pensé que sería genial ir al Lower East Side y pararnos en la calle y tomar una foto desplegable con una vista genial de la ciudad. Me encanta esta tapa; incluso si fuera de otra banda, me encantaría. Decoramos la tienda y pusimos a Al Green, Modern Lovers y nuestras cosas en la foto. Está mi camiseta de los Mets y mis álbumes. Trajimos todas nuestras cosas. Ese es mi banjo. Yauch, Mike y yo estamos en la foto, y también nuestro amigo, Dave Scilken. Y la foto de la piscina de Ricky (Powell) está en el interior. Me gusta verme con un dashiki (N. suerte de camisa o blusa colorida de origen africano) puesto. Era el final de los años 80, una época de riesgos en la moda».
Si bien todo esto es cierto, la verdad es que fue el fotógrafo Jeremy Shatan el auténtico autor de la toma, con colaboracion de Yauch por supuesto. «Matt Cohen, el tipo que contraté, y yo aparecemos con el crédito de ‘asistentes de fotografía'», dijo Shatan en una entrevista de 2003 para Beastiemania.com. «No me molestó mucho, ya que realmente fue idea de ellos, pero ¿no convertiría eso en realidad al Sr. Hornblower en el Director de Arte? ¡Al menos escribieron bien mi nombre!»
15. MANHATTAN RECHAZÓ UNA PETICIÓN PARA PONER EL NOMBRE DE LOS BEASTIES A UNA PLAZA (PERO LUEGO LA ACEPTÓ). En 2013, LeRoy McCarthey (un fan irredento de los B-Boys) solicitó a la ciudad de Manhattan que nombrara la esquina de Ludlow y Rivington «Beastie Boys Square», debido a la popularidad que ganó al aparecer en la portada de «Paul’s Boutique». La petición recibió mucha atención y cobertura de los medios, pero lamentablemente, fue rechazada por la comunidad de Manhattan por mayoría de votos (24 a 1). No obstante, el esfuerzo de McCarthey (a solo una letra de tener el mismo apellido de un Beatle) dio frutos: en 2022 se confirmó que la campaña finalmente había tenido éxito y que la Beastie Boys Square se convertiría en una realidad. El sábado 8 de septiembre de 2023, la banda fue homenajeada en una ceremonia en el lugar, y Ad-Rock y Mike D hablaron en el evento: «Gracias [a Nueva York] por enseñarnos qué mirar, qué escuchar, qué vestir, cómo amar, cómo vivir», dijo Ad-Rock a la multitud. «Me pone muy feliz saber que algún pibe que vaya a la escuela dentro de 50 años va a mirar hacia arriba y decir: ‘¿Qué carajo es un Beastie Boy? ¿Por qué tienen una plaza?'»… Mike D agregó: «No podríamos habernos convertido en lo que somos sin haber crecido en la ciudad de Nueva York».
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).