Desde principios de los noventa y con ocho discos encima, Avernal es una de las referencias ineludibles en la música extrema argentina, principalmente por haber tenido la habilidad de haber mutado por varios subestilos y haber cambiado de formación disco a disco sin perder su identidad. A través de una intensa charla, Cristian Rodríguez -único miembro original de la banda- nos cuenta de qué se trata esta nueva obra que propone mostrar con crudeza la oscuridad y la desazón del mundo en que vivimos, sin perder el toque extremo y rockero que siempre caracterizó a la banda.
El título «Tzompantli» que se traduce como “Hilera De Cráneos” viene de la cultura mexicana… ¿Qué vínculo tiene Avernal con México?
Así es, el título viene de la cultura mexicana, pero el disco y Avernal no se relacionan directamente con lo mexicano. La historia es que tuve la suerte de conocer México y de hacerme de buenos amigos mexicanos que me han compartido en charlas sobre estos temas, y una de las cosas que se me quedó grabado fue el nombre Tzompantli y lo que representa, así que rápidamente se transformó en el título de la primera canción del disco, “Hilera De Cráneos”. Después, a último momento no teníamos definido el título del álbum y decidimos dos cosas: por un lado, titular la canción con la traducción literal, y como teníamos como tapa del álbum una catedral construida de cadáveres, “Tzompantli” como título del álbum cerró perfecto.
El sonido del disco esta vez es aún más crudo y visceral que «La Quimera De La Perfección»: ¿influyó de alguna manera tu trabajo en tu otro proyecto The Killing, que está más orientado al grindcore?
Sí, es más crudo y directo este álbum y así lo quisimos desde que arrancamos a componer, pero más fue por ganas de volver a las raíces death metal de la banda. Creo que en The Killing es donde nos ponemos más punk y hardcore, aunque Avernal siempre tuvo el toque grind.
HILERA DE EXTREMOS
“Hilera De Cráneos” y “La Densidad” parecen los dos extremos del disco: la primera hiper rápida y violenta, la segunda densa, pesada y casi doom. ¿De qué trata cada canción y cómo fueron imaginándolas musicalmente?
“Hilera…” es una crítica al sistema de gobierno, busca acabar con la mentira de una ley que rige para el pueblo y otra mucho más permisiva para los ricos que dominan el mundo. “La Densidad” habla sobre un Dios dormido que habita en el interior de cada ser; a veces es un dios creativo y otras es destructivo, generalmente es destructivo y más cuando se alimenta de malos pensamientos.
“Frío Despertar Apocalíptico” remite a la última época de Dissection. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué otras bandas contribuyen al menos indirectamente a construir el sonido de Avernal?
Me sorprende lo que decís porque la verdad que no le di mucha bola a lo último que hizo Dissection… Me gusta mucho su disco clásico «Storm Of The Light’s Bane» pero no creo que sea influencia. Al sonido de Avernal lo venimos buscando y puliendo álbum tras álbum probando con distintos ingenieros, y creo que Martín Furia dio en la tecla con el audio de este disco. Las influencias musicales siempre fueron Slayer, Carcass, Entombed y un largo -y extremo- etcétera.
PARTE DE LA RELIGIÓN
El disco parece por momentos plantear una línea más “metafísica” con canciones como «Arquitectura Pestilente» en la que nombran al sacerdote Don Orione, «Kraken» que refiere a la bestia mitológica escandinava y «El Ungido» en la que revisitan la muerte y el sufrimiento de Jesucristo… ¿Qué significa cada una? ¿Qué es para vos la religión?
“Arquitectura…” habla de cómo sistemáticamente se envenena a la población, no solo desde la alimentación sino también con la educación. Se chipea a la gente para competir, producir y ser funcional al sistema, y menciona a Don Orione porque escribió unas profecías sobre Argentina en la que el pueblo se levanta lleno de ira y sale a las calles a matar a todo político, policía y sacerdote que habiendo tenido el poder de cambiar las cosas no lo hizo y cayó en la corrupción… “Kraken” habla de los malos pensamientos y lo difícil de luchar contra ellos, además habla de cómo los medios de comunicación saben esto y bombardean noticias negativas para sumir a la gente en el miedo; finalmente, “El Ungido” toma el nombre de quien podría ser Jesucristo, pero habla de cuando el Estado tortura, mata o desaparece a un individuo y luego se lo utiliza como bandera política sin dejar de lado el mal que esto le hace a la sociedad.
Hay otras canciones del disco que desarrollan la crítica social como “Los Desesperados” y “Carne Para La Bestia”, entre otras. Incluso utilizan un fragmento de la película «Network: Poder Que Mata» de Peter Finch… ¿Cuál es tu visión de la sociedad contemporánea en función de esta canciones?
Esas canciones tratan de que a la sociedad está jodida, todos estamos jodidos y no nos percatamos de lo que sucede… Hablan de lo difícil que es mantenerse bien y ser un buen ciudadano cuando te bombardean con todo lo que no podés tener, y cuando todo el mundo está desquiciado buscando cualquier pretexto para descargar la ira.
Este disco incluso a nivel tipográfico parece ser una vuelta al primer Avernal. ¿Qué te parece que le aporta la banda a la música pesada argentina?
Sí, justamente, el logo fue retocado y actualizado como símbolo de esa renovación y vuelta a las raíces de la banda… Yo creo que le aportamos esa cuota de violencia que tanto hace falta descargar. La mejor forma de canalizar la violencia que este mundo podrido y corrupto genera es hacer música pesada.
Escribo, colaboro, edito y pienso para distintas publicaciones culturales orientadas a lo musical desde hace más de diez años. Soy comunicador, docente y Floydiano. Amo la literatura tanto como la música.