
VITICO Y LOS LEONES, EL TEATRITO, 13/09/2025
Un tipo como Víctor Bereciartúa debería tener una plaza con su nombre, una calle, un monumento. Es de esa clase de personas que con verlos, ya te das cuenta de que son de la vieja camada, de los que llevan el rock n roll en la sangre. A pesar del paso de los años y de todo lo que eso conlleva, el señor Vitico sabe dónde está parado y qué hacer para que su público siga disfrutando de sus shows como hace tantas décadas. Pero no nos quedemos aquí, adentrémonos en la nota que aún queda mucho por hacer. ¡Pasen y lean!

Hay que sacarse el sombrero y verlo pasar entre la gente como si en vez de ser una leyenda viva de la música, fuera un tipo más que viene a escuchar rock n roll. La prestancia, la imagen de Vitico… ¡Y la banda que tiene, eh! Alejandro Soto en los parches, y los Pistarelli (Sergio y Pollo) en un dueto de guitarras tremendo. Y así salieron, a prender fuego. Desde el inicio con “Ruedas De Metal”, como si fuera 1981 o el Obras de «En Acción».

La gente vitoreaba, aplaudía, bailaba, y disfrutaba de una banda que sabe cómo se tocan esos temas. Porque claro, no había disco para presentar, ni canciones nuevas. Era un homenaje a las canciones que el Canciller supo componer y tocar con Pappo y sus secuaces hace más de 4 décadas. Entonces fueron pasando temas como “Rayo Luminoso”, “Necesitamos Más Acción”, “En La Ciudad Del Gran Río” o «Sordidez» y todas eran aplaudidas como lo que son: clásicos inoxidables del rock pesado argentino.

Promediando el set, la banda se embarcó en una extensa versión de “Sube a mi voituré”, que fue aprovechado por Vitico para un descanso, del cual volvió y tocó el resto del show sentado, para mayor comodidad. Lo que no quitó ni por asomo la prolijidad y firmeza de sus interpretaciones. Hubo lugar también para temas del proyecto Riff VII, a veces injustamente criticado por los fans. Entonces, una gran versión de “La espada sagrada” nos dejó más que satisfechos. También hicieron un gran mix entre “Es tarde” y “Parece que viene bien”.

Obviamente no faltaron esos himnos como “Macadam”, “Susy Cadillac”, “Mucho Por Hacer” o “No Detenga Su Motor”, para beneplácito del respetable. El momento top de la noche se dio cuando el nieto de Vitico (Felipe Agote) subió a poner su voz en una sentida reversión del clásico “Paranoid” de Black Sabbath. ¿Qué más se puede pedir para una noche de sábado en esta ciudad en la que a veces aún sigue pareciendo que no pasa nada? Vitico y los Leones dejaron en claro que el rock n roll no morirá jamás.
Reseña: Rodrigo Cardozo
Fotos: Martín Delgado

Cosecha 1977, como el buen punk rock. Nacido y criado en zona sur. Periodista desde 2011, enfermo de la música desde los 90. Eterno buscador de respuestas y amaneceres. Dog friendly, beer friendly. No me busquen en las barricadas, aún creo en el poder de las palabras.