THE DAMNED TEATRO FLORES 15/03/2025

Acá debería estar la parte donde yo hago una breve reseña de lo que fue el show de The Damned en el Teatro de Flores, pero sinceramente me importan tres velines los formalismos: vimos a Vanian, Captain Gray y Rat en estado de gracia, ¿qué más queres? Si estuviste en el show, debes estar medio en las nubes aún. Y si no, enterate que te perdiste un concierto histórico. En ambos casos, lo importante es que con esta breve (?) pero intensa reseña, vas a estar al tanto de todo lo que fue un show icónico y emblemático, como no podía ser de otra manera.

“Ladies and gentlemen, ¿how do?” ¿Pueden acaso estas simples palabras desatar un pandemonium en el histórico Teatro de Flores? Cuando los 4 Damned (más Monty en teclados) de su época más intensa aparecieron en escena, todo lo que uno imaginó previamente quedó reducido a especulaciones y patrañas: en este equipo, cada uno sabe a lo que juega. El Captain es el juglar, el que divierte a la gente y la rompe con la guitarra. Dave Vanian es el vampiro rockero devenido en crooner, la estampa perfecta y la voz intacta. Paul Gray es el dueño de los graves, el que desde su hermoso bajo rojo y negro banca al team como un defensor experimentado. Y Rat es el futbolista que volvió del exterior a su viejo club a deslumbrar con su magia inacabable, lo ves y no podes dejar de pensar que es el Keith Moon del punk.

MIRANDO LA GUITARRA POR TV.

Después de tres interesantes invitados (el rockabilly de Semilla de Maldad, el reggae de la Dub Clash Orquesta y el punk acústico con TV Smith -de quien nos ocuparemos en otra reseña-), la gente ya estaba más que impaciente por el plato principal. Qué particular escuchar a la Dub Clash versionando precisamente a la banda de Strummer-Jones y a TV Smith tocando los clásicos de The Adverts. Por momentos, si cerrabas por ojos, parecía que estabas en un antro de Londres a principios de los 80s…

MALDICIÓN, VA A SER UNA NOCHE HERMOSA. Damned salió a matar, como entendiendo desde 0 la coyuntura en la que estamos hoy en día: un gobierno nefasto, manifestaciones reprimidas por la policía, caos en las calles, descontento social… Casi una pintura de aquellos 80s en los que el punk llegó a poner patas para arriba a Buenos Aires. Porque si algo tuvo esta segunda visita de estos caballeros de la orden punk inglesa, fue un continuo recaer en una máquina del tiempo que nos hizo por momentos más llevadero este 2025 que tiene más de distopía que de utopía…

Decíamos entonces que los 80s estaban de regreso, pero primero cerremos la década que los vio nacer: desde el seminal “Machine Gun Etiquette” (1979), esa dupla inflamable que es “Love Song” enganchada con “Second Time Around” (o “Machine gun etiquette”, como prefieran). Locura del público, todos gritando y pogueando. Porque si algo tiene el punk, es que debería hacerte entender mejor la realidad y darte un poco de sosiego en medio de todo este mar de penas que nos toca vivir.

Ahora sí, el Damned dark (¿Darkned?) está en la casa: “Wait for the Blackout” es toda una elegía de la oscuridad. Pero a Vanian se le desenchufa el mic y todos nos quedamos mirando la desesperación del asistente que trata de ayudarlo y no hay caso, se pierde de cantar el puente y la gente no ayuda porque aún no caen de estar frente a un momento inolvidable. “Lively Arts” y “History of the World” cierran el bloque dedicado al “Black Album” de 1980, el ingreso de Damned al mundo oscuro.

“Plan 9 Channel 7” es tan exquisito, que cierta banda punk nacional tomó prestado afanosamente el final para un tema suyo. No, no daremos nombres, a ver si a alguien le da un ataque… Y claro, ese final es tan hermosamente épico que ni siquiera hizo falta que lo cante Vanian porque la gente hizo lo que mejor sabe hacer y más le gusta: corear solos, punteos y melodías. Y nuestro amado frontman baila como si fuera un Elvis gótico, y uno no puede dejar de pensar que esta gente tiene 70 años. ¿Dónde está la juventud del punk? ¿Será que necesitamos que los papás de todo este asunto aún sigan marcando el camino?

“Stranger on the Town” nos llevó a la etapa “Strawberries” (1982), que prosiguió con el genial “Gun Fury” y su letra que se adapta tranquilamente a lo que decíamos de este presente caótico: “¿Who dares resist the gun fury riot forces?”. Los Damned políticos no existen, no pueden hacerte daño… Y claro, ¿quién puede ser feliz en medio de este mundo orwelliano? “I Just Can’t be Happy Today” podría ser la frase que resume muchas de nuestras vidas, ¿no? Es más, si agarras la letra es imposible no sentirse representado. Y con ese órgano sonando de fondo, qué belleza, qué momento para estar vivo. Así lo hizo saber la gente, que coreó la parte final con todas las ganas e incluso coreó el solo de teclado de Monty. Estamos locos, pero somos una bocha.

LA VIDA (PUNK) CONTINÚA Volvimos al “Black Album” para revisitar la historia del “Doctor Jeckyll and Mister Hyde”, con el Damned más climático asfixiando suavemente. Y como no a todos les gustan los climas de esta banda, pasamos a una del primer disco: “Fan Club” para todo el mundo, esa sí que les gustó, ¿no? Bueno, entonces fumense a “Eloise”. ¿Qué más punk que dar y quitar? ¿Te gusta esto?, bueno te doy lo otro entonces. El Damned más popero ochentoso, con esas teclas que te llevan puesto. ¿Querías punk? Hay de sobra, pero probá esto que también está buenísimo. 

Hubo encuesta para que el público participe, eligiendo entre “Life Goes on” y “Beware of the Clowns”. Ganó la primera, y la voz de mister Sensible pasó a primer plano en formación trío. ¿Estamos de acuerdo en que es uno de los mejores temas de la banda? La cadencia que tiene, la letra es perfecta, eso de “but always remember, this is the happiest day of your life” te emociona hasta las lágrimas. Ya sé que es el día más feliz, Capi: estoy viendo a 4 locos que tocaban con otra gente que escribió parte de la historia fundamental de la música que nos gusta, esta gente compartió escenarios y giras con tipos como Joe Strummer, por ejemplo. Me pongo de pie, me seco las lágrimas y seguimos.

Bueno, seguir lo que se dice seguir no sé. Porque a partir de ahí y hasta el final, fue un golpe tras otro como la vida misma, pero estos eran disfrutables. “Born to Kill” con sentidas palabras para el recientemente fallecido Brian James, y ese punk 77 tan enérgico que te lleva puesto, seguido de otro clásico del primer LP: “Noise Noise Noise” y toda su declaración de principios: “Noise is for heroes, leave music for zeroes”.

Cuando el Captain anunció que se venía “Ignite”, creo que nadie estaba preparado para lo que se venía: si, ya sabemos que es un temón, que es ese tipo de temas rápidos que tan bien le queda a la banda, pero los tipos se mandaron una versión de ¡¡OCHO MINUTOS!! Y en el medio pasó de todo… Monty haciendo coros y arengando a la gente a cantar más y más fuerte, en medio del solo de Sensible la gente empezó a cantar los coros y los Damned encontraron la horma de sus zapatos: la banda va bajando y queda solo el bombo del gran Rat, Vanian le cede el micrófono a la multitud para que dejen sus gargantas al borde de la ruptura, Captain hace lo mismo y todo Flores cantando al unísono. Así nos tuvieron un buen rato, hasta que un redoble de Scabies nos sacó del mantra y la energía acumulada estalló como una bomba.

Y estas 4 bestias, que ya tenían el partido ganado, dijeron “che todo muy lindo, todo muy rico, pero mira que acá el amigo Paul se sabe uno que sabemos todos”. Dale, ¿de verdad me tiras un “Neat Neat Neat” así en la cara como trompada de Tyson? La gente se mataba en el pogo, y estaba en lo correcto porque es un tema que pide que des todo y más también.

Ya está, ¿no? Después de semejante final, ¿qué podes pedir? Ya está, nos mataron, viejo. Están dando cátedra de punk rock , están chapeando con todo su ser, dando cada uno lo mejor. Pero pará, ¿qué decís? Es Damned, rey. Acá siempre hay más. Y salieron a los bises con el clásico “Curtain Call”, como para colgar un poco después de tanto desbande. Captain dijo “no seré Hendrix, pero mirá como hago slide con una lata de birra” (lo dijo en inglés, claro).

Pero los muy malditos engancharon el final del “Curtain Call” con los redobles de Rat, y esos redobles depararon en un solo de batería, que a la vez derivó en que Scabies hizo algo que no sé si se puede contar así como así. El muy bestia, tan adepto al desborde, hizo la gran Bonzo y prendió fuego su set de batería. No, si no estuviste ahí me vas a decir que estoy mintiendo, pero por suerte todo está filmado. Roció los platos y literalmente les prendió fuego. Ahí sí, el punkometro se rompió para siempre. Dale Rat, barrilete cósmico ¿de qué planeta viniste? Pero lo más loco es que después siguió con su solo, aporreando los tambores, y el tremendo cabrón enganchó con la ICÓNICA Y EMBLEMÁTICA intro de “New Rose”

REPARTIENDO FLORES EN FLORES. Perate que cambio de párrafo porque no puedo más de la emoción. Primer single del punk inglés, escuchate ese riff y salí a romper todo, tenía a mi hermano al lado mío saltando como poseído y yo no dejaba de pensar que es tan hermosa la música que puede funcionar como válvula de escape y a la vez como burbuja en el tiempo. ¿Quién no pensó en ese momento en aquél primer casete de los Damned que tuvo en sus manos? Yo me acordaba del “Peel Sessions” que me vendieron como si fuera el “Damned Damned Damned” y del “The Light at the End of the Tunnel” que lo gastamos con amigos en los 90s…

Y claro, bestia: la colgaste de un ángulo y la gente canta “olé olé olé Damned Damned”. Standing ovation, pero los Damned son como Alemania contra Brasil en el Mundial 2014: no te sacan el pie del acelerador ni de casualidad. Para el final, el postre más delicioso de todos: “Smash It Up”. Sí, ese que versionaron los Toten Hosen y los Offspring. Ese que, según ellos mismos, debería ser el himno nacional inglés. Previamente, nos regalan flores a todos, como souvenir de una noche inolvidable. Dedicatoria emotiva para Brian James mediante, el Capi empieza ese arpegio tan climático que te dice “dale capo, vení conmigo que es la última. Disfruta”. Y hay que obedecer, porque cuando Vanian da paso a la segunda parte del tema y grita el título, ves a la gente bailando con flores en las manos y entendes que vamos llegando inevitablemente al final de este hermoso acto de nostalgia y actualidad punk de tipos de 70 años que envejecieron tan bien como sus canciones.

Cierta vez, en medio de un entierro punk en cementerio hippie, Johnny Rotten en plena metamorfosis volviendo a ser John Lydon preguntó “¿Ever get the feeling you’ve been cheated?”. Y yo, que tuve la suerte de nacer el mismo sábado en el que los Pistols editaban el single de “Pretty Vacant”, me pregunto hace varios días: ¿somos realmente conscientes de que hemos presenciando un show histórico? En unos años, se hablará de este reci como se habló de Ramones en Obras 87 o de los tres de Social Distortion en Flores 2011.

Vanian, Sensible, Scabies, Gray, Monty: gracias por una clase magistral del más fino punk 77, por hacernos pasear por toda su inconmensurable obra, y por recordarnos para qué está el punk. Amigos, alcoholes, resistencia, valores y coherencia. Si fue así en los 70s, si se vivió en los 80s, si lo disfrutamos en los 90s, ¿qué nos impide hoy en día valorar los principios del punk rock como cuando teníamos 15 años? Si los Damned a sus 70 pueden, yo creo que es hora de volar con lo establecido. ¡Salud!

Fotografías: Martín Ramone

Palabrerío emotivo: Rodrigo Cardozo

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