Bien Desocupados tuvo todo lo que una banda nueva puede querer tener: grandes canciones, shows potentes, público fiel, mucha energía, el apoyo de colegas y de la prensa. El ascenso fue vertiginoso, pero todo lo que sube tiene que bajar. No pudieron dar el gran salto, y por varios motivos el grupo se desbandó. Dejaron un disco que es imprescindible, y hace unos años intentaron volver. Parece ser que esta vez es definitivo, así que partimos raudamente a la sala para hablar con Martín Báez, cantante y letrista del combo, que nos contó en que anda la banda de los Hermanos Macana. Poné primera, acelerá y lee esta nota exclusiva de MADHOUSE que acá estamos esperando por vos.
Bien Desocupados supo ser una de las bandas más nombradas de la escena punk vernácula a principios de los 90s, tocando en festi punks y siendo invitados por grupos internacionales de renombre. ¿Cómo recuerdan ustedes aquellos primeros años de la banda?
Lo interesante de esos años fue que yo no era músico, no participaba de nada en absoluto. Gabo tenía una banda que eran totalmente inexpertos, todos estaban aprendiendo a tocar. Yo estaba ahí en las inmediaciones y en un momento él cambia de colegio, conoce a Ale y a un par de pibes más y ahí descubre a los Sex Pistols. Estaba aprendiendo a tocar la viola, estaba bastante avanzado y se vuelve loco con Steve Jones y empieza a sacar todos los temas. Cuando Ale ve que Gabo saca todos los temas se le ocurre la idea de hacer una banda tributo, así empezó todo. Yo andaba por ahí y ellos ya tenían la banda armada, pero les faltaba cantante. Gabo con la banda de él al final de los ensayos tocaban algún tema de los Pistols, y como nadie gritaba me prendí yo. Cuando escuché el primer tema del “Never mind the bollocks” que me lo hizo conocer un compañero de laburo, me volví loco. El sonido era raro, yo venía de escuchar AC/DC, Deep Purple. Cuando escuché “Holidays in the sun” era una cosa totalmente distinta. Entonces cuando estaban empezando a buscar cantante, probaban gente hasta que un día Gabo me dice “che, ¿vos no te animas?”. Una noche de fin de año que hicieron un recital en la calle, tocaba la banda de Ale y Fitito que se llamaba KDG y la de Gabo. Cuando termina el show arman la banda Pistol y Gabo le dice a Ale “acá está Martín que es el cantante que yo te había dicho” y quedaron todos conformes. Tocamos un par de veces en Cemento, que hacían concursos de bandas para grabar un disco. De a poquito empezamos a entrar en el circuito under, a conocer gente. Estuvimos un año haciendo covers y después Gabo empezó a traer un par de temas, trajo “No puedo parar” que parecía medio AC/DC y terminó re Pistol. Ahí empezamos a componer lo que fue Desocupados, que era lo que teníamos que hacer porque fue espontaneo y nos teníamos fe. Fuimos a grabar el casete y Juan Casarino fue el técnico que nos tocó, se re copó con nosotros, nos ayudó un montón a armar los coros y cosas así. Me dijo que yo andaba bien pero que fuera a un profe de canto a que me enseñe a respirar y llegar bien a las notas.
En 1995 editaron uno de los discos más representativos del punk nacional como lo es “A quién le importa”, ¿sienten que es un trabajo que envejeció bien con el tiempo?
Sí, yo creo que en esa época a nosotros nos encantó todo el proceso de grabación. Imagínate lo que fue el universo de grabación de entrada un estudio y empezar a grabar como se debe grabar, todo el proceso. Ya el EP tuvo esa pequeña cuota inicial, con un técnico que no nos dio ni 5 de pelota y al otro día uno que se re copó. El disco lo grabamos con el sello Mentes Abiertas, que eran todas las bandas que se habían unido y formado el sello. Todo con un proyecto ya con un productor, con un técnico que trabajaba para nosotros, el proceso de grabación fue increíble. Para nosotros entrar al estudio era como entrar a Disney. Nosotros pasamos de escucharnos mal en vivo a escucharte de otra manera. Un salto de calidad muy grande, cuando vos grabas pasas a otro nivel. Más cuando sos una banda under que no estudiaste nada, nadie te dijo cómo es, todo lo tuviste que descubrir. En ese momento el disco fue increíble, después uno se compara con otras cosas y sentía que era una banda under y nada más. Con el tiempo le fui dando más valor al disco, y hoy lo escucho y me vuelvo loco. Suena bien, está bien producido, las canciones son buenísimas, no hay una canción igual a la otra.
Antes del primer disco, habían editado en 1992 un casete de 4 canciones llamado “Fuerza de los débiles”. ¿Cómo fue el proceso desde ese casete hasta la grabación de “A quién le importa? ¿Los temas del disco ya los tenían compuestos para la época del casete?
Nosotros teníamos más o menos 7 canciones, de esas siete canciones la gran mayoría no eran las del disco. Pudimos grabar esas cuatro que era lo que daba el presupuesto y era lo que más o menos nos aconsejaron. Nosotros los grabamos y al poco tiempo los de Mentes Abiertas nos dicen “vamos a trabajar primero con el EP y después vamos a grabar el disco”. Cuando empezó todo ese proceso, nosotros ya veníamos armando el resto de las canciones y ya las teníamos casi listas. Ahí fue que fuimos a grabar el disco y para grabarlos nos metimos a ensayar todos los días. En ese momento teníamos sala propia y empezamos a ensayar todos los días hasta que lo teníamos totalmente integrado. Realmente era un proyecto, el sello nos pagaba para grabarlo. No tuvimos que pagarlo nosotros, como sí hicimos con el EP.
Hay canciones que no han sido grabadas, pero aun así pueden escucharse en algunos piratas que andan dando vueltas, temas como “Facho asesino”, “Si Arde” o “Buenos Aires, ¿dónde está la diversión?”. ¿Por qué no llegaron al disco esas canciones? De aquella primera etapa, ¿quedaron muchas canciones que aún permanecen inéditas?
Había una que se llamaba “El Carnicero” que con esa abríamos los shows, era un tema medio Exploited. Empezábamos con ese y la gente se mataba. No te sé decir por qué no entró en la grabación. “Buenos Aires…” era un tema clásico de la época, a la gente le gustaba mucho. Ahora que lo pienso, creo que no eran parte del disco. Vos lo escuchas y es muy homogéneo el CD. “Facho asesino” se lo cantábamos a los skinheads en la cara, no nos mataron de casualidad. No teníamos ningún prurito, fue muy importante ese tema, no era poca cosa. No lo grabamos porque no era parte del bloque del disco, ni se habló de meterlo. Con la gente que nos grabó se estudió mucho el tema del orden de las canciones, las velocidades, la producción. Hubo mucho laburo de producción para que cada tema tenga su alma.
Muchos de los que los seguíamos en los 90s nos quedamos con ganas de verlos convertirse en LA banda punk, ¿qué les faltó para ocupar ese lugar que tanto se merecían?
Yo creo que una combinación de cosas: cuando nosotros tocamos con Ramones, el papá de Gabo fallece en la puerta de Obras. Gabo tenía 2 nenes chiquitos, la hermana tenía 15 años y el hermano 11, y los abuelos eran muy grandes. Y él quedó a la deriva, tenía un tio en Israel que le dijo “vénganse todos ya para acá porque allá van a quedar en la calle” y en un año se tuvo que ir. Fue como si se desmoronara un edificio. El papá de Gabo era muy importante para nosotros, un tipo joven, muy rocker, nos acompañaba mucho con el tema de la banda. Nosotros íbamos a tocar un martes con Ramones y el papá fallece antes del show en la puerta antes de entrar, y al otro día lo llama Joey Ramone y le dice que tiene que tocar porque su papá hubiera querido eso, así que el jueves fuimos y tocamos con el corazón en la garganta. Cuando se fue Gabo intentamos seguir con la banda y no resultó, fue muy difícil. Yo creo que eso fue el ingrediente principal y cómo le pegó a cada uno en su cabeza. Entró el “Gaita” Martínez, tocaba muy bien la guitarra, pero se había roto algo muy importante en la banda. Después Fitito se fue a Gualeguaychú, al año ya teníamos otro batero también y ya no era Desocupados. Y yo en el 2000 me fui, por el desgaste del grupo.
En este 2024 tan particular tenemos la suerte de volver a verlos en el escenario, reclamando el lugar que les corresponde. ¿Cuáles son los motivos principales de la reunión?
Nosotros ya tuvimos un par de vueltas, y hay distintos motivos como peleas entre hermanos. Es algo que todo el mundo conoce, Ale y Naza a veces no se llevan tan bien. Se hacía difícil trabajar por las peleas entre ellos, entonces fueron fallidos esos intentos de regreso. Uno siempre tiene a Desocupados en el corazón y quiere que la banda suene como se merece. Los ensayos sonaban bien y después en vivo por distintas razones no pasaba eso. Ahora es como que algo me dijo que esta era la oportunidad. Entonces en un momento volvió Fiti, y el «Gaita» me dice de armar Desocupados de vuelta. Tuvimos unas reuniones y hablamos de llevar a la banda al lugar que se merece. Sumado a toda la gente que siempre nos pidió que volviéramos, y después del show en el Strummer nos decían que no dejemos más de tocar.
¿Cómo fue la reacción de su público en estos shows de regreso?
Con mucho cariño y con mucha alegría. Hay unos vídeos muy lindos de YouTube dando vueltas de tres temas, porque lamentablemente la persona que fue a grabar los shows y a sacar fotos usó una cámara que tomaba el sonido y se la tiraron. Ale le dijo “mira los Pistols, queremos videos así”, y el tipo la re entendió. Los hizo en blanco y negro, bien Pistols. La gente prendida fuego, no es un show de la banda tocando y la gente mirando, sino que la gente participando mucho, cantando y eso fue muy lindo, muy reconfortante. Eso es lo más importante, el cariño de la gente. A mí me tomó como 20 años reconocerme como músico, y después también me llevó mucho tiempo entender que Desocupados es una banda importante, pero cuando te lo dicen y te lo dicen llega un momento que te la tenés que creer, lo tenés que creer y tenés que hacer las cosas que tenés que hacer. Es lo que estamos haciendo ahora, salir a tocar, dar todo, dar lo mejor. Y pasarla bien, irse a casa con una sonrisa después del show.
¿Tienen pensado grabar nuevo material o la vuelta es solamente a los escenarios y no a los estudios de grabación?
Esto es algo que hablamos en las reuniones iniciales. Nosotros ahora estamos terminando de traer un par de temas viejos que vamos a ver si traemos todos los temas que se tocaban en vivo, completar esa fase y tocar esa época en vivo. Ya tenemos como tres o cuatro temas nuevos, están las ideas dando vueltas, ya tengo un par de letras completas. Si todo sale bien, el año que viene ya vamos a estar grabando. Tengo la sensación de que nosotros en poco tiempo vamos a estar grabando un disco completo.
Más allá de los cambios de integrantes, ¿en qué se diferencia y en qué se parece Bien Desocupados 2024 de aquella formación que empezó a tocar hace más de 30 años?
Hay una cosa de la energía que te produce la banda, que no tiene una explicación. Hay cosas que no las aprendes, hay un alma de la banda, esa energía yo creo que está intacta. Después tenés una cosa que es tocar hace 30 años, el punk rock a los 50 te da un temple que no lo tenés a los 20. A esa edad tenés una furia que te llevas todo por delante, para bien y para mal, es una bomba de tiempo. A los 50 estás plantado.
Tus 5 canciones favoritas de Bien Desocupados
Me gusta mucho “Golpea contra vos” porque es un tema totalmente distinto, no sé si es punk rock, tiene una estructura rara. Me encanta mucho escuchar lo que pasa en el tema cuando estoy cantando y cuando termino una frase. “Aceleras” me parece que es una piña, me encanta como las violas salen. “Donde siempre quisiste llegar” me encanta la letra y me encanta cómo funciona con el tema y me vuelve loco. “Fuerza de los débiles” por lo que se convirtió y por lo que significa. Yo le decía al papá de Gabo que ese tema lo hice pensando en mi vieja. Ella me educó a mí, me crió a mí con mis hermanas sola, básicamente. Yo veía esta cosa de los recitales, de la gente cagándose a piñas, y yo pensaba “aguante tiene mi vieja”, esa es la fuerza de los débiles. Y el último tema sería “No quiero parar” que también es una piña, al principio me daba cosa porque fue una de mis primeras letras y no estaba convencido. Pero una vez que tocamos con Buzzcocks, abrimos con ese tema y un amigo me dice “boludo que bueno que estuvo ese día, mi cabeza explotaba como dice el tema”. Ahí entendí que la letra estaba buena, que no hace falta que sea una poesía.
Cosecha 1977, como el buen punk rock. Nacido y criado en zona sur. Periodista desde 2011, enfermo de la música desde los 90. Eterno buscador de respuestas y amaneceres. Dog friendly, beer friendly. No me busquen en las barricadas, aún creo en el poder de las palabras.