THE WINERY DOGS. TEATRO FLORES. 02/05/2023

En los aciagos tiempos del covid 19 parecía lejano el regreso de los añorados tiempos en los que podíamos disfrutar de la música en directo. vacunados y dejando atrás  la tragedia que significó la pandemia, Buenos Aires volvió a tener una agenda cargada de shows internacionales, los cuales pese a la crisis económica y financiera que vivimos (¿qué le hace una raya más al tigre?), cuentan con una nutrida convocatoria que no deja de sorprender. Apenas pasados 90 días de la edición de “III”, el reciente trabajo discográfico de The Winery Dogs, tuvimos la oportunidad de poder verlos presentarlo en vivo en El Teatro de Flores. Los numerosos concurrentes que estuvimos ahí el 2 de mayo, sabíamos muy bien con qué nos íbamos a encontrar. Amontonar talentos y hacerlos salir a la cancha no es garantía de obtener buenos resultados (si no pregúntenle al DT del PSG).

The Winery Dogs es un power trío formado por tres animales cada uno en lo suyo, que logra lo que la mayoría de estos experimentos dedicados a armar super grupos no: tener una buena química grupal, y poner el virtuosismo de sus miembros al servicio de la canción. Las habilidades individuales no están por delante de las composiciones, sino al revés, éstas aparecen para darle lustre a temas que están bien estructurados. En ese sentido, queda claro que la brújula musical la tiene Richie Kotzen, el más compositor de los tres. El Teatro de Flores ya mostraba una nutrida concurrencia cuando subieron a tocar los locales Aérea, banda que viene desarrollando una carrera de casi una década, con dos álbumes en su haber. Liderados por el guitarrista Claudio Ferros, este cuartero de un intenso rock alternativo (así de definen así mismos), sonaron compactos, energéticos y salieron indemnes de la dificilísima tarea de compartir escenario con colegas de una calidad superlativa. Después de un set breve, que promedió la hora de extensión, los despidió un respetuoso aplauso. Después el crew de Winery se apoderó del escenario para los preparativos del plato fuerte que estaba por venir.

La gente, mientras, agitaba el ambiente, hasta que los acordes de “We Are An American Band”, de Grand Funk Railroad, marcaron que la fiesta se venía de forma inminente. Arrancaron con “Gaslight”, del nuevo disco, sonando claros y potentes. Al hilo, tiraron “Xanadu”, otro corte de lo nuevo del trío, aunque es justo decir que el setlist fue muy democrático con las tres producciones discográficas del grupo. La elección de temas en cantidad fue pareja, lo que lamenté un poco, porque sigo considerando al disco debut de los Dogs superior a los dos siguientes. Esta vez no hubo covers de Mr. Big ni de Poison, como en visitas anteriores. Lo que no podía faltar era el momento de lucimiento personal de Billy Sheehan. Luego de una ajustada versión de ese temazo que es «The Other Side», llegó la hora de quedarse en soledad bajo los reflectores, para exprimir su infaltable Yamaha Signature, con tapping cruzado incluído. Kotzen, en cambio, no se lució en solitario , sino que extendió el solo de “Stars”, dejando de lado su habitual Telecaster para ejecutar una Stratocaster roja que sonó como los dioses. A lo que sí fue totalmente fiel es a su costumbre de tocar sin púa a lo Jeff Beck. Para los bises, Richie también se lució haciéndose cargo de los teclados en la balada “Regret”, canción a la que le dio una impronta soulera con su performance vocal, confirmando que es difícil pensar en un músico que sea tan completo como él. Canta, escribe canciones y toca la viola, y todo lo hace en un nivel muy alto. Un verdadero jugador de toda la cancha.

Portnoy no hizo ningún solo, pero no dejó parche ni plato ( un kit con más platos que “El Emporio de la Loza”) de su Tama, poniendo en claro que cuando hay que rockear y tocar “derecho”, es capaz de meterse lo aprendido en Berkeley en el upite. Para el final, nos regalaron “Elevate” como despedida, una despedida que dejó a todos con ganas de que sea por poco tiempo. Siempre es un buen momento para asistir a una masterclass de tres artistas de semejante nivel.

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