PACIENTE: RONNIE ROMERO – «Raised On Heavy Radio» (Frontiers 2023)
HISTORIA CLÍNICA: Jamás me imaginé tener que citar en un título de “Discoanálisis” una letra de Chico Novarro, pero la verdad que la frase describe a la perfección al personaje sobre el que vamos a posar la lupa en esta sección. Ronnie Romero es una figura bastante particular. Después de años de intentar pegarla, el chileno finalmente logró hacerse conocido cuando Ritchie Blackmore decidió salir de su exilio musical en el medioevo, y dejar en pausa a su Blackmore’s Night para reformar Rainbow. Hay cantantes que hacen escuela, y Romero es uno de tantos discípulos del enorme (en términos artísticos, claro) Ronnie James Dio, de quien el trasandino adoptó como propios el estilo y los yeites del desaparecido cantante, con lo cual la elección de éste como voz principal por parte del Hombre de Negro para la nueva encarnación de su banda, no estuvo exenta de lógica. A partir de ese episodio en su carrera, Ronnie corrió la misma suerte como la nueva voz de bandas ya consagradas como Michael Schenker Group, Walter Giardino Temple o Vandenberg. Fuera del contexto de banda además, cada tanto, Don Romero se despacha con muy convincentes versiones de clásicos de dinosaurios rockeros.
Cuando a mediados del año pasado, se anunció la edición de un álbum solista (“Raised on Radio”), muchos levantamos una ceja, ávidos de ver algo de impronta personal en su trabajo. Pero, ¡oh sorpresa!, el disco no era otra cosa que más de lo mismo, un repertorio de covers de bandas AOR (Foreigner, Survivor) o de grandes grupos de los 70 como Queen, Kansas o Uriah Heep.En la misma tónica, ahora le toca el turno a su segunda parte, “Raised on Heavy Radio”, otro álbum de covers con títulos de grandes bandas de metal. Dentro del repertorio hay algunas elecciones obvias entre las que sobresalen “Hallowed Be Thy Name” de Maiden, pero en general Ronnie eligió o bien temas poco conocidos de bandas famosas, como “A Light In The Dark” de Rainbow o el largamente bastardeado bastardeado “Turbo Lover” de Judas, al cual en esta ocasión la producción lo dotó del filo heavy que le faltaba a la original. Mención aparte para “The Shining”, la versión mejor lograda del disco de ese temazo de una etapa de Sabbath( la de Tony Martin en voces) que si bien tuvo momentos bajos, también nos legó ciertos discos de alto nivel como “The Headless Cross” o “Tyr”.
En la vereda de enfrente tenemos canciones que son clásicos de sus bandas de origen, pero con vocalistas que están en las antípodas desde el punto estilístico de Romero. Nadie puede decir que el cantante que hoy nos ocupa y Udo Dirkschneider tengan algo en común a la hora de hacer sonar sus cuerdas vocales. Sin embargo ahí está “Fast As A Shark” como ejemplo de la versatilidad de Romero y su capacidad para adaptar su timbre vocal a las necesidades del material a interpretar.. “No More Tears” de Ozzy y “The Four Horsemen” de Metallica juegan también en esa liga. “Metal Daze” de Manowar sorprende por la elección en sí, y no tanto por cierta afinidad vocal entre Romero y Eric Adams, pero hay que decir que de todas las versiones elegidas, es esta la que más le cuesta a nuestro querido reversionador, no pudiendo nunca alcanzar esa vibrante potencia con la que la interpreta Adams.Salvo este caso puntual hay que decir que el vocalista chileno pudo plasmar covers muy bien hechos, acompañado por una banda que suena sólida e impecable en las ejecuciones (Srdjan Brankovic /guitarra, Andy C. /batería, Alessandro Del Vecchio /teclados, Javi García/ bajo).
DIAGNÓSTICO: el balance final es un tanto agridulce. Por un lado tenemos un disco con covers de excelente factura, siendo las canciones originales tratadas con respeto y altura. pero por otra parte, resulta un tanto extraño que un artista tan talentoso, con una capacidad vocal tan grande se limite a recrear sonidos ajenos y no de muestra de su propia obra. Como estrategia para asomar la cabeza entre tanta banda y solista que hoy pulula por ahí, la movida fue acertada. Pero estaría siendo hora de que Ronnie empiece a mostrar sus propias cartas. De lo contrario, va a pasar a la historia como el precursor de un nuevo estilo: el “karaoke heavy metal”. Sería una pena, porque el trasandino está para mucho más.
Porteño, cincuentón, melómano, cinéfilo, amante del whisky y la cocina. Licenciado en comunicación, fue agente de prensa en organismos públicos, se desempeñó como productor e investigador periodístico en Arte Canal y participó como redactor de los suplementos “No” y “Turismo 12” de Página/12 y de la versión impresa de Madhouse. Como Do Carmo, baterista frustrado, padre de dos rubias y hombre librepensador.