«Que veinte años no es nada», cantaba Gardel en el tango «Volver». Hay que decir que al Zorzal Criollo el plan se le complicó un poco en Medellín, aunque en este caso, el personaje con el que charlamos no necesita de regresos porque nunca se fue. Con sesenta años de vida y varias décadas de carrera encima, el hombre siempre estuvo ahí. Esa permanencia lo hizo merecedor de un nombre propio como pocos tienen en la escena del heavy argentino. Porque como el mismo lo aclara al comienzo de la entrevista, «no me llames Claudio, yo soy El Tano Romano». Y quién puede contradecirlo, cuando este presente maduro lo encuentra hiper activo, con razones y méritos suficientes para celebrar su cumpleaños reuniendo público y amigos en una fiesta compartida. Lo que sigue es un repaso de su historia musical, y una invitación abierta a participar del evento en boca del propio protagonista vía Zoom.
Tanto para los que no saben todavía del show tan especial que se aproxima, como para los que sí y están cebados con lo que viene, ¿con qué se van a encontrar el próximo sábado 20 en El Teatro de Flores?
La verdad que cumplir 60 años es una buena excusa para hacer una gran fiesta y más después de la pandemia, que nos tuvo tan guardados y alejados a todos de los escenarios. Después de lo que pasó mi idea es tratar de festejar todo lo que pueda y dejar lindos recuerdos para el día que no esté. Igualmente esto era algo que veníamos pensando de antes del covid, la idea fue de Pablo Henstch, el baterista de mi banda, que me hizo notar que se acercaban mis 60 pirulos y lo lindo que sería festejarlo con el público. Por otra parte no es algo que no hayamos hecho ya en El Teatro. En su oportunidad festejé mis 25 años de trayectoria, por ejemplo, y esto no va a ser muy diferente. Vamos a tener muchos artistas invitados. Va a participar también un conocido de Madhouse, Andrés Violante, presentando una muestra de fotos de toda mi carrera, algunas inéditas, porque él es un fotógrafo con mucha historia y mucho material para mostrar. La idea original era hacer la fecha el 6 de agosto que es mi cumpleaños, pero el lugar ya estaba reservado, así que vamos el 20 con la celebración. El Teatro es como una segunda casa para mí. Para que te des una idea, la primera vez que mi vieja fue a verme tocar fue ahí, justamente en el festejo de mis 25 años de carrera. Ella ya no está pero me queda ese hermoso recuerdo, que ella pueda comprobar que todo ese ruido en los ensayos, todo ese quilombo que armaba de chico con la viola rindió sus frutos(risas). Y lo más importante, que pueda ver el cariño de la gente por mí y por la música que compuse. Así que no lo pensé dos veces a la hora de elegir lugar para el festejo. Creo que va a ser inolvidable para todos.
– Ya que mencionaste a tu madre recién, parte de tu familia también está ligada a la banda…
-Sí, tengo dos hijos de los que estoy muy orgulloso, son grandes personas que es lo realmente importante.Mi hija es contadora, siguió su vocación, pero Randy, mi otro hijo es parte del equipo de Malón, de La H no Murió como operador de sonido, y en este show también va a estar a cargo de ese rubro. Este estudio que ves ahora desde el que te estoy hablando, lo montó él acá en mi casa. Así como desde arriba del escenario veo a muchos padres con sus hijos compartiendo la pasión por la música, me pone muy feliz poder hacer lo mismo con los míos. Porque mi hija si bien tiene su profesión, siempre está también apoyándome en todo.
Me pregunto por qué le habrás puesto Randy…
(Risas) Es que Randy Rhoads siempre me marcó, es una gran influencia para mí.Pero te voy a contar algo, En su documento no figura con ese nombre porque cuando nació eran más estrictos con el listado de nombres. Pero para todos es Randy, más allá de lo que digan los papeles
¿En cuanto al repertorio, vas a recorrer toda tu carrera o vas a enfocarte más en tótems como Hermética o Malón?
Voy a hacer canciones de todas mis bandas. Lo mismo va a pasar con los invitados, va a ser completa la cosa, fundamentalmente porque esas bandas y esos temas son parte de mi vida y de mi historia, que es lo que vamos a celebrar el 20. Willy Caballero y Karlos Cuadrado, con los que arranqué en Cerbero, son como mis hermanos y van a estar en esta fiesta, más algunos invitados más, En cuanto al repertorio no sólo me voy a ocupar de repasar todas las bandas en las que toque, también es la idea subir a algunos invitados y hacer temas que no fueron grabados por mí, pero que son parte de mi formación y mi vida musical. Mostrar mi vínculo con la música no sólo como ejecutante, sino también como oyente. Pero bueno, eso vamos a dejarlo como una sorpresa para la gente que vaya a vernos. va a ser un muy lindo festejo.
¿Tenés pensado dejar algo registrado en CD o DVD del show que se viene?
Si, lo vamos a grabar. Como te dije, mi hijo tiene armado el estudio, así que no vamos a dejar pasar la oportunidad. Hoy tenés la posibilidad de hacerlo gracias a los avances de la tecnología. Antes tenías que montar un tremendo estudio para hacerlo, en cambio ahora no se necesita demasiado como para tener ese material. También vamos a filmarlo, porque realmente va a ser un lindo show, estamos preparando cosas muy copadas. Cuento con todo el equipo técnico que también me acompaña en Malón y en La H. Tito Romero, por ejemplo, que es un genio de la iluminación, con el que estamos preparando algunas programaciones y efectos especiales, para darle lo mejor a la gente y que todos se lleven un lindo recuerdo de este show.
LA FRESCURA DE LOS PRIMEROS PASOS
Ya que lo mencionaste, sería bueno que le contemos a los millennials, que Cerbero fue una banda pionera del metal extremo en la Argentina allá por los 80s. Algo así como los Venom locales.
Te cuento que cuando empezamos haciendo ese estilo, a los Venom no los conocíamos. Las influencias eran Sabbath y sobretodo Metallica para nosotros, lo thrash venía por el lado de la banda de Hetfield más que nada. Como hacíamos un estilo bastante oscuro, más tarde nos pusimos a escuchar Venom y dijimos “uh, estos tipos son como nosotros”(risas). En esa época no había algo así en la escena local, éramos pocos.Después salieron otras bandas con ese estilo de metal, como Retrosatán, 666, Belcebú, que formaron parte de los primeros tiempos del heavy metal en el país.
Recuerdo que por esa época circulaba en las revistas y fanzines metaleros una foto de Cerbero posando con unos ataúdes de fondo. ¿Cómo hicieron para conseguir los cajones?
Y sí, nos gustaba toda esa estética, era muy novedosa por ese entonces, Nosotros somos de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, y dentro del grupo de amigos había uno cuyo padre tenía en Villa Madero una fábrica de ataúdes. Entonces dijimos «esta es la esta es la nuestra, tenemos que sacarnos una foto ahí adentro!» (risas). Y salieron bárbaras y nos pusimos a delirar con algunas ideas. Por ejemplo, hay una en la que estamos nosotros y detrás hay un cajón del que salen unos dedos por debajo de la tapa agarrando la bandera de Cerbero (risas). Para eso recurrimos a otro amigo, que muy gustoso se prestó para meterse adentro del “jonca”. Nos gustaba toda esa cosa macabra.
Cerbero tenía la particularidad de tener un baterista cantante.
En un principio teníamos cantantes, probamos a varios, pero no terminaban de pegar con la onda del grupo. Hasta que un día en un ensayo caen a la sala Beto Ceriotti (ex Almafuerte) que había sido nuestro primer bajista, y su banda, Valdragón. Pero se vinieron con el bajo y las guitarras nada más. El guitarrista de ellos era ni más ni menos que Claudio Marciello. Enseguida nos pusimos a zapar ambas bandas. Me acuerdo que mi equipo tenía dos entradas, y para mí en ese momento eso significaba que podías enchufar dos violas a la vez, no sabía que en realidad es para enchufar una pero cambiándole la ecualización. Así que el otro Tano y yo compartimos equipo. Y Willy Caballero, nuestro batero, le cedió la bata y los palillos al de ellos. Como no tenía instrumento, agarró el micrófono y se puso a cantar. Ahí nos dimos cuenta que teníamos al cantante que queríamos y hasta ahí nos nos habíamos dado cuenta. A partir de entonces quedamos como trío, con Willy en batería y voz.
¿Llegaron a grabar algo o fueron sólo demos?
No, hicimos demos caseros pero se perdieron, lo único que anda dando vueltas está grabado de una presentación que hicimos en una escuela que tenía un salón de actos hermoso y alguien lo registro ese día con un grabador portátil. Así que imaginate que el sonido es muy malo. No es como hoy que con un celular hasta podés filmar el show y con una calidad medianamente audible.
Por entonces acceder a grabar en un estudio tampoco era garantía de sonar decentemente
Era muy difícil. La verdad que por aquel entonces ni pensábamos en un disco, lo nuestro era salir a tocar, tener la banda y disfrutar de los ensayos. Horas ensayando en una piecita con un calor tremendo con unas birras como único refresco. Encima no estaba nada acustizado, así que a cada rato venían los vecinos a tirar la bronca. Todo cambió cuando V8 llegó a tener la posibilidad de hacerlo. Ahí dijimos bueno, tal vez nosotros también podemos. Pero después por razones laborales fuimos dándole menos bola a la banda. Yo seguí tocando en distintos proyectos, hasta que un día recibo un llamado de Marcelo Tommy, futuro manager de Hermética para contarme que Iorio estaba armando nueva banda y que quería contar conmigo. Obviamente me puse feliz no sólo porque Iorio venía de V8, en ese entonces tampoco era fácil encontrar músicos que tocaran metal. A veces buscaba un bajista para alguno de mis proyectos y terminaba tocando con algunos que eran bajistas pero que de metal nada.
ENTRE EL LEGADO DE HERMÉTICA Y EL PRESENTE DE MALÓN
¿Cómo fueron los inicios de Hermética?
Arrancamos juntándonos en la casa que Ricardo tenía en el Pasaje Boston en Villa Devoto con dos guitarras criollas dándole forma a las primeras canciones que después formarían parte del repertorio del disco debut.
¿No crees que Hermética podría haber tenido proyección internacional?
Creo que los motivos para que eso no sucediera no fue por decisión de la banda. Para eso tenés que tener una compañía que tome la decisión de llevar tu música a todas partes, que apueste por la banda a otro nivel. Acá siempre faltó eso. Nosotros somos músicos, y si bien queremos llegar a todos lados, la manera de hacerlo no está a nuestro alcance .Y ese laburo no se hizo. Ahora, volviendo a tu pregunta, en mi caso sí pienso que estábamos para dar ese salto. De hecho, con Malón recorrimos varios países de Latinoamérica y en todos Hermética es muy conocido, y hay mucha gente que canta y siente las canciones nuestras de la misma manera que lo hace un argentino. El tema son los tiempos también. Llegamos, pero tarde. Porque todo se pasó de boca en boca, con el apoyo de una discográfica que se ocupara de una campaña de promoción la cosa hubiera sido muy distinta.
¿Con el tema del uso de la H, tuvieron algún problema legal?
No, ningún problema.Siempre aclaramos que es La H, no es Hermética. Es retomar el legado de lo que fue Hermética hecho por gente que formó parte de esa banda,pero de ninguna manera nos presentamos como una reencarnación de lo que fue la banda,Son dos bandas distintas que obviamente están ligadas por razones históricas y musicales. Así que cero problema.El único que podría reclamarnos algo es Ricardo, pero sabe que tocamos estas canciones porque fuimos parte de la historia de la banda.
Efectivamente, Hermética era una banda, no el proyecto individual de un personaje de peso.
Era una banda con todas las letras, que tenía un poquito de todo y que quedó en cada uno. Creo que nosotros con Malón nos llevamos la parte musical de Hermética y Ricardo la parte de las letras, que combinadas dejaron esa marca en la gente,
En medio de este festejo, estás en plena actividad con La H no murió, también.
Estamos a full con ambas cosas. Estamos haciendo todos los fines de semana shows en el interior con La H y en la semana yo ensayo para el festejo del 20. Además estamos componiendo porque se viene un nuevo álbum de Malón. También estamos armando nuevo material con Tano Romano, mi banda solista, en fin, feliz y ocupado a mis 60 años. No me puedo quejar.
Contame un poco más de lo nuevo de Malón
Lo de Malón ya tiene grabados bajo, batería y guitarras. Ahora Claudio está metiendo las voces, pero tené en cuenta que salir de gira todos los fines de semana hace que los tiempos se estiren. Además ya no somos unos nenes, tocar tan seguido deja sus marcas. En ese sentido el cantante es que más lo sufre porque su instrumento es su cuerpo, y Claudio quiere llegar a grabar 10 puntos, no a media máquina, y me parece muy profesional de su parte. Para grabar hay que estar en óptimas condiciones. Pero son dos cosas que amamos hacer, tanto tocar en vivo como grabar en el estudio. Vamos manejando los tiempos para dedicarnos a ambas cosas. Estamos muy entusiasmados con el nuevo disco, tiene canciones muy buenas.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
¿Sos de escuchar cosas nuevas?
Últimamente no porque entre las dos bandas tengo la cabeza detonada de tanta información. Pero a veces cada tanto, mi hijo está escuchando algo y yo paro la oreja, pero la verdad que no recuerdo mucho los nombres. Una que si la tengo presente es Avenged Sevenfold, que es una banda muy buena. De Gojira que viene ahora también escuché algo. pero como te decía todo de pasada, no tengo tiempo para sentarme a hacerlo con detenimiento. Para salir a tocar en vivo hay que ensayar. Si toco con Tano Romano son unas canciones, si toco con La H otras, los temas nuevos de Malón lo mismo, en fin. A veces se me mezcla todo (risas). También escucho muchas bandas argentinas que tocan con nosotros, y la verdad que hoy todas suenan bien. Cuando yo empecé no había nada, nadie tenía experiencia, ni los músicos, ni los técnicos que no sabían demasiado sobre como hacer sonar a una banda de metal. En cuanto a equipamiento, yo tenía mi equipo Ion y mi distorsionador Morley y trataba de sonar lo mejor posible con eso. Hoy todas las bandas están equipadas, todos los pibes saben cómo usar programas de PC para grabar sus demos. Nosotros grabábamos en el patio de mi casa con un centro musical con dos micrófonos. Así hicimos el primer demo con Cerbero. Hoy los chicos pueden hacer sus cosas con buenos estándares de calidad. Mirá, hasta para componer incluso. A veces me bajo acá bases de batería y las que me gustan las uso para componer encima de esa base, y es una herramienta genial. Pero también retomando lo que hablamos hace un rato de la difusión del material de una banda, hoy tu música llega a todos lados. Ya no dependes de un sello.
El problema hoy es cómo monetizar eso, como generar ingresos con lo que subís a las plataformas.
Es que en realidad con las discográficas no era muy distinto en cuanto a las regalías. Con Hermética éramos la banda pesada más importante del país, vendíamos discos de oro y platino, y la verdad que no tuvimos grandes ingresos de dinero por eso. En ese sentido es lo mismo para nosotros. Tener la posibilidad de vivir de la música es buenísimo, pero creo que la cabeza del músico pasa por otro lado, primero querés que tu arte la escuche la mayor cantidad de gente posible. Después si mucha gente se identifica y disfruta de lo que hacés y tenés buen poder de convocatoria, a lo mejor ahí podés agarrar un mango para dedicarte de lleno a esto como nos pasa a muy pocas bandas en Argentina
Siendo un referente de la escena local, ¿te parece que hoy es más difícil para una banda nueva llegar que antes?
Creo que difícil fue siempre, pero son distintos tipos de dificultades. Antes tenías que moverte de acá para allá para hacerte conocer, hoy con colgar tu música en redes o plataformas podés publicar tu material pero eso a su ves produce una sobresaturación de la oferta.Hoy hay un exceso de información, tenés millones de bandas para escuchar. Lo que no está bueno hoy es que todo es de muy fácil acceso. Sale el nuevo de Metallica, y no tenés que gastar un peso, Escuchaste dos temas y quizás a primera oída no te gustaron y lo descartás, pasás a otra cosa. A mí me pasó de escuchar discos de chico que al principio no les agarraba la onda y después me encantaron. Yo era muy fan de Sabbath, y cuando apareció «Blizzard Of Ozz», el primer solista de Ozzy, al principio no me cerró, era algo muy distinto a lo que venía haciendo. Si eso me pasaba ahora, quizás no le hubiera dado otra chance y me lo perdía. A veces la escucha lleva tiempo.
Para cerrar la nota y con motivo de tus 60 años de vida, me gustaría que mires para atrás y cuentes que ves en ese camino que recorriste.
Me siento muy feliz de haber llegado a esta edad en actividad, con la misma pasión que cuando empecé. Hay gente que a esta altura de la vida elige retirarse o la retiran las circunstancias. Me alegra que no sea así por eso la idea es celebrarlo pero no como una excusa para hacer una fecha, porque sigo activo de manera regular como músico. Pero también dejame mirar para adelante, porque tengo muchos proyectos y eso me mantiene vivo y es lo que me da placer hacer. ¡Los espero a todos el 20 de agosto, un abrazo grande!
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Porteño, cincuentón, melómano, cinéfilo, amante del whisky y la cocina. Licenciado en comunicación, fue agente de prensa en organismos públicos, se desempeñó como productor e investigador periodístico en Arte Canal y participó como redactor de los suplementos “No” y “Turismo 12” de Página/12 y de la versión impresa de Madhouse. Como Do Carmo, baterista frustrado, padre de dos rubias y hombre librepensador.