Con sus dos primeros trabajos, la banda de Birmingham había empezado a engendrar esa bestia sonora llamada heavy metal, pero será con este, su tercer álbum que vamos a revisitar hoy, que los cuatro jinetes del apocalipsis terminarían de darle su identidad definitiva. Dejando raíces bluseras atrás, con canciones más enfocadas y que iban directo al hueso, sin cierto aire a zapada que flotaba en los anteriores registros, Sabbath terminaba de darle forma a la monstruosa invención que los llevaría a la gloria. A continuación, con Satán sentado a nuestro lado, te contamos diez datos ocultos relacionados con esta obra maestra que hoy cumple medio siglo.

10. AFINANDO BAJO: Tony Iommi es tan conocido por ser el creador de innumerables riffs antológicos como por el accidente fabril que le afectó varios dedos de su mano derecha. Después de lidiar como un campeón en los discos anteriores con el dolor que le provocaba tocar la guitarra con su mano averiada, para la grabación de “Master Of Reality” decidió tomar una drástica decisión: bajar la afinación de su instrumento tres semitonos, disminuyendo la tensión de las cuerdas. Eso dió como resultado un sonido aún más grave y oscuro, que encajó perfecto con la onda del disco. Geezer Butler acompañó la moción e hizo lo propio con su bajo para que el sonido de la banda sonara uniforme.

Sweet Afton, los fasos que en realidad están hablando del fassso

9. EL FASO ERA CARETA. “Sweet Leaf” (“Hoja Dulce”, en español), es ya desde el título una canción dedicada a hacer apología de la marihuana. Sin embargo, el título de la misma fue inspirado por una marca de cigarrillos de venta libre. Todo comenzó cuando Geezer Butler viajó a Dublin, y a regreso de la capital de Irlanda del Sur trajo varios paquetes de cigarrillos “Sweet Afton”, una marca local. Al abrirlos, se encontró que en el interior del envoltorio con la leyenda “la hoja más dulce que puedas probar”. De esa frase proviene la inspiración para el tema. Es bueno recordar que Butler, hasta el ingreso de Ronnie James Dio en Sabbath allá por 1980, era el absoluto responsable de las letras en la banda.

¡La tos de Tony le desarma el peinado a Ozzy! El cantante no tiene consuelo

8. CON USTEDES, TONY IOMMI, EN GUITARRA… ¡Y TOS! Para continuar con las curiosidades en torno a la canción que mencionamos en el punto anterior, “Sweet Leaf” es el tema que abre el disco y lo primero que se escucha a manera introductoria no es un riff siniestro ni a Ozzy Osbourne cantando. En efecto, el álbum arranca con una tos. «Ese soy yo, largando los pulmones por la boca», cuenta el querido Antonio. «En el momento que estaba preparando mis partes de guitarra para grabar la intro, Ozzy armó un porro enorme y le pedí que me lo pase. Di un par de pitadas y el humo hizo su parte. Empecé a toser, y Roger (N. Bain, productor del disco), dejó la cinta corriendo. Así, de casualidad, encontramos el arranque perfecto para la canción”.

El título del disco con una S, temas que no están… no solo en Argentina se mandaban macanas con los discos.

7. ERRAR ES HUMANO: Cuando el master de “Master…” (cuac!), cruzó el Atlántico, la discográfica americana cometió un grave error de impresión en las primeras unidades que salieron a la venta. Por empezar, al amo del título le quitaron la exclusividad, titulando erróneamente al álbum como “Masters Of Reality”. Peor le fue a la lista de temas. En la contratapa del disco aparecen 11 temas en lugar de los 8 que integraron el disco. Los títulos “The Haunting”, “The Elegy”, “Step Up” y “Death Mask”, pertenecen a bocetos o pasajes instrumentales que luego fueron incorporados a canciones que sí figuran en la placa. Al responsable, la gerencia de la compañía disquera debería haberlo condenado a la amputación de la misma cantidad de falanges perdidas por Iommi.

«Bueno, lo de los dedos ya lo solucioné. Ahora tengo que trabajar en el tegobi… así parezco un Stalin lampiño»

6. EL CACIQUE IOMMI: A partir de “Master Of Reality”, el zurdo violero tomaría las riendas de la dirección artística del grupo, aportando la mayoría de las ideas, eligiendo la dirección musical del disco y siendo el miembro de Sabbath con mayor contracción al trabajo. «En esa época, Tony se había vuelto el capitán del barco. Fue él quien enderezó la nave y nos llevó a buen puerto. Si en Sabbath hubieramos sido cuatro Ozzys, no hubiésemos llegado a ninguna parte”, dice Butler recordando aquellos días. “Empecé a notar que el resto de la banda acudía cada vez más a mí para tomar decisiones. Cuando el resto terminaba de grabar, se iba cada uno a hacer lo suyo. Yo, en cambio, me quedaba horas puliendo cosas. Quería grabar la mejor música posible, y me preocupaba dejar eso en manos ajenas”, sentenció el propio Iommi al respecto.

Una de dos: en Sabbath eran satanistas o hinchas de Independiente

5. CORRIENDO CON EL DIABLO: “Master…” le abrió a Black Sabbath las puertas del mercado norteamericano. A poco de ser lanzado, gracias a sus ventas se convirtió en disco de oro, lo que incentivó a los promotores locales a contratar a la banda para un extenso tour por el gran país del norte..Pero las extensas giras no sólo atrajeron a fans ávidos de escuchar la música más pesada sobre la faz de la Tierra. Grupos satanistas, brujos y practicantes del ocultismo de toda calaña, se acercaban a las presentaciones en medio de la gira, presencia que no era para nada bienvenida por los cuatro de Birmingham: «La cosa no quedaba ahí.También se aparecían en la puerta de los hoteles con sus túnicas negras, velas y toda esa parafernalia satánica. Nos preocupaba eso, los veíamos como unos lunáticos peligrosos al estilo Ku Klux Klan”, afirmaba Iommi. Ozzy también tiene algo que decir: “Los satanistas eran un dolor en el culo.Un día encontramos en la puerta de la habitación una cruz pintada con sangre por uno de estos lunáticos de túnica negra. En el show de aquella noche, el mismo tipo se subió al escenario corriendo en dirección a Tony. Los roadies lograron alcanzarlo y le dieron para que tenga. Después nos contaron que el tipo llevaba una daga consigo”

4. COVERS PARA TODOS: La importancia que tuvo “Master…” no sólo se agota en los comienzos de la década del 70: su influencia se extendió en el tiempo, llegando incluso hasta el presente. Prueba de ello es la cantidad de versiones de canciones que forman parte del disco grabados por otros artistas. “Embryo” y “Orchid” fueron los únicos temas en no tener su respectivo cover. La larga lista incluye a Godsmack/”Sweet Leaf”, Biohazard/”After Forever”, White Zombie/”Children of the Grave”, Corrosion of Conformity/”Lord of this World”, Cathedral/”Solitude”. Los mayores honores se los lleva “Into the Void” con tributos de nada menos que Soundgarden, Kyuss y Monster Magnet en su haber.

Rick Wakeman: alto, rubio y con un grabador de cinta abierta negro

3. NUESTRO AMIGO RICK: Conocida es la amistad entre RIck Wakeman y los Sabbath en general, y con Ozzy en particular. El rubio tecladista participó en “Sabbath Bloody Sabbath” (1973), disco que marcó un camino más experimental y complejo para la banda,, influenciados por el prog rock, estilo que se encontraba en la cresta de la ola por entonces.Para participar en el álbum, Wakeman debió recurrir al seudónimo Spock Wall, dado que por cuestiones legales que lo vinculaban al sello Atlantic, no podía figurar en un lanzamiento de otra discográfica.Lo cierto es que la relación comenzó justamente en el tour de presentación de “Master Of Reality”, de la cual Yes fue soporte en buena parte de sus fechas. El propio Wakeman cuenta por donde venía la amistad. “En Yes todos eran abstemios, vegetarianos… en fin, todo lo opuesto a mí. Los Sabbath eran una manga de alcohólicos como yo, así que enseguida nos hicimos amigos, a tal punto que yo tenía un asiento reservado en su avión privado. Viajaba con ellos siempre, no quería saber nada de mi propia banda. Nos poníamos tan en pedo, que no nos podíamos ni mover”. El que llevaba la delantera en las faenas alcohólicas era un nombre cantado: “Ozzy era imbatible. Bebía más de lo que cualquier humano pudiera soportar”.

El single de «After Forever». En la foto parecen cuatro buenos muchachos

2. LA PERLA BLANCA: Como ya fue dicho, Geezer Butler se encargaba de las letras en el Sabbath original. Si bien la parte lírica de la banda no estaba siempre referida a lo diabólico como muchos creen (tienen letras que hablan de la guerra, otras de crisis amorosas, entre otros tópicos), sorprende en un disco tan sombrío encontrarse con “After Forever”, tema que muchos consideran portador de un mensaje cristiano. Ante esa observación, Butler siempre aclaró que el supuesto satanismo de la banda no iba más allá de una pose artística, y que él mismo se había criado en un hogar católico.

La publicidad es de 1971, pero da igual: ¡corran a conseguirlo!

1. LOS BENEFICIOS (O NO TANTO) DE LA FAMA: El álbum debut y “Paranoid” habían sido grabados con muy poco tiempo, y con menos horas de estudio aún. “Master…” fue la primera vez que la banda inglesa pudo contar con el suficiente tiempo para experimentar con diferentes  ideas y sonidos.Eso también trajo aparejados nuevos desafíos y dificultades. En “Children Of The Grave”, por ejemplo, al batero Bill Ward se le complicó grabar sus partes. Lo mismo le ocurrió a Ozzy con las voces de “Into The Void”, debido a los cambios de ritmo del tema. Iommi, en cambio, se encontró a sus anchas, mostrando su versatilidad como músico tocando también en el disco flauta y piano.

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