La desgracia no descansa ni siquiera los domingos y este es uno teñido de negro: Pato Larralde, sobrino del famoso folklorista e integrante de Sauron y los Antiguos, falleció esta tarde por causas que aún permanecen sin una confirmación oficial. Los escasos -y tristes- detalles de este reciente y lamentable suceso, a continuación.

“Todos miramos al cielo buscando las respuestas que no obtenemos en la tierra”, decía Pato Larralde al diario El Día; casi como una premonición de lo que vendría, porque la repentina desaparición de este cantante, informada en la tarde de hoy domingo 13 de junio por algunos de los músicos que fueron sus compañeros en Los Antiguos (una de las dos bandas que integró, junto a Saurón), definitivamente dejó sin respuestas a propios y extraños.


«Con una tristeza y un dolor que no podemos describir sufrimos la pérdida irreparable de nuestro guía, maestro, compañero y por sobre todo Amigo Pato Larralde. Gracias a todos por tanto cariño en estos años. Ahora más que nunca Pato es de la gente. Tano, David, Mow y Huija», tal es el breve pero sentido texto que publicaron Los Antiguos en su cuenta de Instagram. Si bien al momento de escribir estas líneas las causas de su fallecimiento aún no fueron oficialmente comunicadas por miembros de su familia ni de la banda, trascendió que las mismas fueron complicaciones producidas a partir del COVID-19. Ya están apareciendo muchos testimonios de pesar de distintos músicos, bandas y allegados en las redes (como verán a lo largo de esta nota) e iremos actualizando este post conforme se produzcan novedades.

Para recordar al Pato, nacido el 19 de abril de 1966 y a su inconfundible personalidad y talento,  hay que empezar casi inevitablemente por el apellido; su tío folklorista fue “una innegable influencia, es lo que uno trae de cuna”, explicaba el cantante al diario El Día en un reportaje realizado en 2020. «De chicos escuchábamos mucho rock pesado, pero eso flotaba en el aire, en nuestras familias, todo fue absorbiéndose y volcándose de a poco en lo que hacíamos nosotros. Está en el ADN”: de allí tomó las leyendas y mitos de nuestro país, “algo muy rico que tenemos”. De sus inquietudes cobró forma Sauron, banda que comenzó su camino en 1988 aunque quedó bautizada con ese nombre cuatro años después: “El nombre surgió porque en ese momento estaba leyendo ‘El Señor De Los Anillos’ y entre los rockeros Tolkien era, por decirlo de alguna manera, bien visto”, explicó a la web WYWH. “Nos lo recomendábamos y lo pasábamos entre nosotros. Por otro lado tenía presente que cuando Robert Plant estaba escribiendo ‘Zeppelin IV’ estaba leyendo el libro también. A mí me gustaba Zeppelin, por lo que al momento de elegir al nombre relacioné una cosa con la otra y finalmente lo elegimos”. Con esa banda, en la cual también participaron su hermano JB en guitarra, Hernán Zicarelli en bajo y Claudio Fazio en batería, produjo “Sauron” (1997), “El Color Que Cayó Del Cielo” (2000), “Sobrenatural” (2002), “La Guerra Del Fuego” (2009), “El Último Árbol Sobre La Tierra” (2012) y “Los Ojos Del Cuadro” (2018).

La de Los Antiguos, en cambio, fue una aventura no tan clásicamente metalera y sí más volcada hacia el stoner y el hard rock, conectada asimismo con más influencias literarias del cantante: “Lovecraft decía que antes de la venida del hombre, hace millones de años, existieron unos gigantes que reinaron en esas montañas alucinantes que Lovecraft nombraba, una creencia a la cual adhiero, por una cuestión de información arqueológica”, contaba Larralde al diario El Día, y agregaba: “Siempre tuve la idea de que cuando existiese la posibilidad de armar otro proyecto se iba a llamar Los Antiguos, también citando a los antiguos astronautas, los que colonizaron la Tierra, como colonia o como escape, quién sabe: para mí también armar la banda fue un escape, para tener nuevas fuerzas para seguir con Sauron”. En un solo párrafo se resume la historia y quizá la esencia de las dos bandas que le dieron fama a este entrañable músico, que con Los Antiguos grabó los álbumes “Simple” (2013), “Madera Prohibida” (2015) y “Oro Para Las Naves” (2019), acompañado de Mow en bajo, Sergio Conforti y David Iapalucci en guitarras y Pablo “Huija” Andrés en batería.

Lector empedernido, vegano convertido hace ocho años (“No soy un soldado del veganismo, cada uno que siga su camino, pero creo que la humanidad va hacia eso”, explicaba), trabajador en una distribuidora de discos propia, artista inquieto pero ante todo músico, esta figura de la escena vernácula quería morir haciendo lo que más le gustaba, como atestigua este video de febrero de 2019, en ocasión de un concierto con Saurón, donde alguien le gritó “¡Pato presidente!”, a lo cual respondió: “No, no, presidente no. ¿Sabés por qué no me postulo a presidente? Porque me pegan un tiro en la cabeza a los dos días. La verdad que quiero morir en el escenario»… No se le dio, pero ni falta que hizo: la leyenda apenas acaba de comenzar.

Video: ©Noelia Adamo, 2019

En MADHOUSE lamentamos profundamente la pérdida de este talentoso artista e invitamos a quienes nos leen a recordarlo del mejor modo que se nos ocurre posible: a través de su música. QEPD.

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