En estas épocas en que el reinado de los contenidos bajo demanda es disputado por varias plataformas, Netflix parece haber enfocado parte de su interés en aumentar los contenidos documentales musicales como apuesta para fidelizar a cierto nicho de usuarios y en este contexto, el pasado 23 de abril se estrenó el documental de Héroes del Silencio titulado “Héroes: Silencio Y Rock & Roll”. Antes de que un duende te invite a soñar, no seas membrillo y lee esta nota con todos los detalles a continuación

En 1985, mientras en Argentina Soda Stereo editaba “Nada Personal”, Riff publicaba “VII”, Virus haciá lo propio con “Locura”, Sumo y Los Violadores presentaban sendos segundos discos “Divididos Por La Felicidad” y “Y Ahora Qué Pasa, Eh?”, en la lejana Zaragoza los Héroes Del Silencio daba una de sus primeras entrevistas. Y con esas imágenes, alternadas con fragmentos del backstage de los shows de despedida en 2007, comienza «Heroes: Silencio Y Rock And Roll», el documental del director Alexis Morante apegado a la banda y sobre todo a la posterior carrera solista de Enrique Bunbury junto al que ganaron un Grammy Latino al mejor video musical largo con “Licenciado Cantinas” en 2012. En la hora y media de metraje hay una buena cantidad y calidad de material de archivo que se compagina con los testimonios de los protagonistas, porque esta vez no falta nadie, como había pasado en el libro “Héroes De Leyenda” de Antonio Cardiel, hermano del bajista, que no contó con la participación de Bunbury como estaba planeado (y acordado) antes de comenzar a escribirlo.

Un pelicorto Enrique Bunbury siendo interceptado periodisticamente por el autor de la nota en La Trastienda circa 1998

APUESTA POR EL ROCK & ROLL. Mientras venían de declaraciones tales como “No tenemos dedicido el estilo que vamos a hacer, es demasiado pronto, cuando tengamos 6 o 7 LPs lo sabremos más o menos”, que espetaba un joven Juan Valdivia a unos periodistas escondiendo con ironía la timidez que lo acompañó durante toda su vida, quien sí lo vio claro fue Gustavo Montesano (integrante de Crucis en Argentina y del grupo tecno-pop Olé Olé en España) y decidió apostar por el cuarteto y comenzar a moverlos por salas de conciertos y discográficas sin mucho éxito en esta segunda cuestión. Finalmente fue EMI-Hispavox (la discográfica de Olé Olé en esos momentos) quien pone a prueba a la banda y les graba un EP que debía vender más de 5000 copias para acceder a un contrato discográfico… Y vendió 30.000.

«¿Estais seguro que esto se come?» Un incrédulo Bunbury se entretenía en el backstage de Dr Jeckykl (1992)

El guión incluye detalles de los inicios en Zaragoza, el crecimiento paulatino, las apariciones en TV y la grabación de su LP debut «El Mar No Cesa» (1988). También refleja el sentimiento de pertenencia a la tierra de los músicos, que lo hubiesen tenido más fácil trasladándose a Madrid, opción que siempre rechazaron. Uno de los personajes más pintorescos del documental es sin duda Ignacio “Pito” Cubillas, mánager del grupo hasta antes de la grabación de «Avalancha» (1995) y de quien se cuenta que fue una de las claves del crecimiento y la rotación de la banda en cuanto a conciertos, pero no se menciona la “parte oscura” de la histori que sí figura en el libro de Cardiel sobre las estafas que, al parecer, el bueno de Pito perpetró durante un largo período… A todo esto la banda siguió apostando por ella misma y comenzó a hacer giras europeas, cosa que en aquellos tiempos no era habitual para un grupo hispanoparlante, y ganaron miles de adeptos sobre todo en Alemania, sobre todo con “Entre Dos Tierras” el corte de su segundo disco «Senderos De Traición» (1990) que había sido producido por Phil Manzanera con un éxito inesperado para propios y ajenos, entrando en el mercado latinoamericano con gran presencia.

EL ESPÍRITU DEL VINO… Y OTRAS SUSTANCIAS. A medida que la banda crecía, los resquemores con la prensa iban a más porque los periodistas, que en un principio no daban a la banda más que un verano de vida, veían como eran cada vez más grandes y los músicos nunca perdonaron aquella falta de apoyo que en muchos de los casos había sido cercana a la burla. En medio de una vorágine que ya nadie podía controlar se grabó “El Espíritu Del Vino” (1993), otra vez producido por Manzanera quien según palabras del propio Enrique “grabó un disco donde había un caos”. En esta parte del documental asistimos a un arranque de sinceridad de los protagonistas sobre los famosos mitos que rodeaban la grabación y desterraron toda duda: hicieron el disco colocados hasta las cejas (!)

A estas alturas, la película nos paseó por varias épocas y no deja de recordar los episodios más importantes de la historia de los Héroes, como fue la muerte en un accidente de coche de su  road manager histórico, Martín Druille, la destitución de Pito como mánager por los problemas insalvables con las drogas, la incipiente distonía focal que sufría Juan Valdivia en su mano izquierda o el padecimiento de corazón que sufrió Pedro Andreu luego de la grabación del cuarto disco, producido esta vez por el famoso Bob Ezrin (Kiss, Alice Cooper, Pink Floyd)

CON NOMBRE DE GUERRA. Y sí, la guerra ya estaba servida y poco a poco llegaba su final, el detonante fue el “manifiesto” que leyó Bunbury a sus compañeros sin previa consulta en una habitación de hotel de México y que no cayó nada bien a sus compañeros, sobre todo a Juan. Aquí empezó el fin. La banda terminó la gira que tenía vendida con un último show en Los Ángeles bastante accidentado. La última parte del filme está dedicada a los conciertos de reunión y despedida que dieron en 2007 para cerrar una carrera musical como se tenían merecido.

CONCLUSIÓN: NO HAY NADA PARA SIEMPRE. Como fan de la banda, no puedo negar que el documental está muy bien logrado, pero por la misma razón debo decir que me hubiese gustado que se centrara un poco más en lo positivo que en lo negativo de su historia; también que, como argentino, tal vez tenía la ilusión de ver imágenes de alguna de sus visitas al país o de que hablaran algo más sobre estos lares… Es importante recalcar que la visión del grupo desde el prisma argentino es diferente a la que tiene un fan español que los vio nacer: aquí udimos verlos ya consolidados musicalmente y no apreciamos los cambios de los primeros tiempos, sobre todo en su imagen (atención a las indumentarias y peinados del inicio). Tampoco ellos trataban igual a la prensa, de hecho tuve la oportunidad de entrevistarlos en tres ocasiones en el transcurso de sus visitas y siempre han sido increíbles en el trato.

El dato de importancia es que cada músico se ve reflejado tal cual es: aquí no se «venden» personajes sino que podrás ver la esencia de cada uno, la tenacidad y el punto autoritario de Bunbury, la timidez y creatividad de Valdivia, la discreción de Joaquín y la ilusión de Pedro, el único que quería seguir con la banda a toda costa… Y a pesar de que el corazón me dice otra cosa, concuerdo con lo que dice Enrique en referencia a los conciertos finales: “Cerrar un trabajo bien es mejor que alargarlo indefinidamente”, pero también entiendo a Juan cuando se lamenta de haber tenido una carrera corta (12 años) y “no haber hecho historia de verdad”.

FOTOS: Archivo Nicolás de los Santos Photo Rock

FICHA TÉCNICA:

Título original: “Héroes: Silencio y Rock & Roll”

Director: Alexis Morante

Género: Documental

Guión: Alexis Morante y Nacho Blasco

Protagonistas: Enrique Bunbury, Juan Valdivia, Joaquín Cardiel, Pedro Andreu, Alan Boguslavsky, Gustavo Montesano, Phil Manzanera, Ignacio “Pito” Cubillas, Matías Uribe, Roberto Durruty, Sandro D’Angeli y Diego Manrique.

Origen: España

Estreno: 23 de abril de 2021, Netflix

Duración: 94 min.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here