PACIENTE: SLIPKNOT “We Are Not Your Kind” (Roadrunner, 2019)
HISTORIA CLÍNICA: Hace algunos años que el mundo Slipknot se transformó en una especie de conventillo tras algunos cambios de formación: primero fue la muerte de su bajista Paul Gray, poco tiempo después la confusa salida del baterista Joey Jordison y hace algunos meses (por cuestiones netamente monetarias) el despido de uno de sus percusionistas #3 Criss Fengh. Lo cierto es que, lejos de detenerse, los enmascarados movieron piezas y siguieron adelante. Tras cinco años del lanzamiento de “The Gray Chapter” (disco que sirvió como una especie de catarsis para atravesar las distintas turbulencias que vivió la banda), finalmente llegó “We Are Not Your Kind”, un álbum que cumple pese a todos los cambios recién mencionados.
Sin llegar a ser un trabajo que revolucione el género, a lo largo de sus 14 traks (en realidad 10, ya que el resto son en su mayoría interludios e introducciones que no suman demasiado) “We are…” se muestra ambicioso, con el claro objetivo de mantener la esencia brutal de la banda y hasta se permiten experimentar (dentro de sus propios parámetros, claro está). Tras la apertura con la instrumental “Insert Coin”, se le pega “Unsainted” y su comienzo cargado de coros angelicales es una buena carta de presentación que pone sobre la mesa todas las armas con las cuales cuenta el grupo: velocidad, riffs pesados, percusiones trabajando a la par de la batería y la dualidad vocal de Corey Taylor (a quien se lo escucha renovado), usando mayormente su tono de voz agresivo como así también su faceta melódica por sobre todo en los estribillos, pariendo un tema redondísimo.
De ahí en más, el álbum atraviesa un clima parejo que los muestra compositivamente maduros y asentados. “Birth Of The Cruel” baja revoluciones generando una atmósfera oscura implementada desde los samplers y las voces melódicas, para terminar explotando agresivamente en distintos tramos de la canción. Algo similar se repite en “A Liar’s Funeral”, una especie de power ballad que arrastra cosas de la nostalgia de “Snuff” del disco anterior. “Nero Forte” (con su destacable laburo de voces), “Critical Darling” (con un claro homenaje a “Godsmack” de Alice In Chains en el estribillo) y “Red Flag” (esta última una verdadera piña al mentón) retoman el costado más agresivo del grupo y entusiasman al oyente old school.
Y tal como mencioné en un principio, la banda se atrevió a la experimentación, siendo “Spiders” la distinta del álbum, una canción que transita sobre una base electrónica y remite tanto a Marilyn Manson como a Nine Inch Nails, con una melodía popera que seguro dividirá las aguas entre los fans de la banda. A su vez, “Orphan” es una especie de “The Heretic Anthem” parte 2 (el riff es casi es muy similar) aunque sin embargo, pese a sonar a refrito, funciona muy bien y golpea por los cuatro costados.
Sobre el final, el disco entra en una meseta compositiva: “My Pain” y su melodía en modo canción de cuna, nos invita a una hermosa siesta de 6 minutos 48 segundos y no le aporta nada al álbum. La misma suerte corre “Not Long For This World”, un tema recontra genérico y con mucho gusto a relleno, que hubiese calzado mucho mejor en algún disco de Stone Sour y que de yapa dura casi siete minutos. Por suerte, el cierre del disco a cargo de “Solway Firth” es por demás explosivo. La banda tira toda la carne al asador con un comienzo bien climático, para luego estallar sobre bases y cambios de tiempo a cargo del baterista Jay Weinberg (quien tiene un gran desempeño en todo el álbum), además de un excelente trabajo de guitarras que por momentos rozan el metal extremo, con percusiones a tope y un Taylor encarando cada una de las estrofas con muchísima furia.
DIAGNÓSTICO: “We Are Not Your Kind” es un disco que necesita rotación para encontrarle el sabor y créanme que con las sucesivas escuchas aparece. También se puede notar que la producción de Greg Fidelman (Metallica, Slayer, High On Fire, Black Sabbath, Red Hot Chili Peppers, Bush y Audioslave, entre otros) se ha centrado en pulir cada uno de los detalles que caracterizan al grupo y que -pese a sus baches- el disco reafirma todas sus virtudes, entregando un trabajo más que interesante, a la altura de una banda que después de 25 años de carrera, todavía logra llamar la atención.
N. es en realidad Nicolás Arroyo (a) Sr. Derrape. Muletea la escena desde tiempos inmemorables. Melómano, ama hacer entrevistas,
reviews de shows, discos, etc. Ocupa un lugar en el mundo desde 1979.
